Capítulo 11
1738palabras
2023-09-23 18:54
Como la fiebre, ha empezado a arder la Piel de Lillith entregando el control a la Loba Blanco con un salto el animal había tomado el control y al momento de caer sobre sus 4 patas tomando por sorpresa al Alfa dejando ver sus colmillos, Saúl y Killian se quedaron observando la imponente presencia de la Loba cuyos ojos del color de la sangre derrochan deseos de matar, pero otro animal más también había hecho acto de presencia y era Kairo, la mascota de Killian - Piénsalo 2 veces, si le pones una mano encima te cortó la cabeza - Susurró Lillith en la mente del Alfa.
Eran el Alfa, el Beta, una Loba Blanca y un Jaguar, no obstante unos segundos después 10 guardias de Saúl habían hecho acto de presencia y al encontrarse ante una loba Blanca habían tragado saliva - ¿Piensas defender al lobo que quiere matarte? - Lo expresado por Saúl fue escuchado por Killian y los demás, el Alfa se acercó a la Loba, pero esta dejo escapar un rugido mostrando sus colmillos al Alfa.
Deja a la loba, ven por mí - La voz del Beta interrumpió el andar de los pasos del Alfa al momento en que Saúl se había dado la vuelta para responder con ironía, Kairo se había lanzado con determinación dicha acción fue imitada por Lillith ambos animales habían arrancado cierto tejido de la piel del Alfa, pero los guardias tenían órdenes claras de que si alguien intenta o lastima al Alfa debían de utilizar sus armas los guardias recién llegados no dudaron en sacar sus armas que tenían balas de plata letales para los Lobos.
Bajen las malditas armas - Rugió Killian - Lillith, Kairo suficiente - Su voz tenía cierta autoridad mientras Saúl se colocaba de pie.
Preparen 3 Horcas en la casa del Alfa y lleven a los 3 en una hora los mató - Killian solamente cerró los ojos mientras Lillith se quedaba quieta sabía que las balas de plata podrían ser letales mientras Kairo hacía lo mismo - Dejen a la familia perfecta 15 minutos para que se despidan posterior a ese periodo de Tiempo los llevan junto a mí, pero no los dejen de apuntar con las armas - Aquella orden fue clara y directa para los guardias segundos después la atención de Saúl fue puesta en Killian - Fuiste un gran Beta, pero no va más - Con aquellas palabras Saúl se alejó mientras que la loba Blanca solamente escuchaba, unos instantes después y ante 10 guardias apuntando directamente a la cabeza de la Loba del Beta y el Jaguar, Killian le facilitó una prenda a Lillith.
A la primera te pones a salvo con Kairo - Las palabras susurradas por el Beta mientras Lillith tomaba el control no fueron del todo entendidas por la mujer, sus ojos azules miraron a los ojos amarillos de Killian, los guardias ni siquiera Saúl podían maquinar la mente del Beta por ende no podían escuchar sus pensamientos o lo que él expresaba en voz baja - Eres una loba blanca y más allá de querer matarte, eres capaz de enfrentarte a Saúl, eres mucho más capaz de que yo.
Tú puedes más que yo - Murmuró Lillith, de los 2 el que más sufría era Killian, puesto que era el Beta el que portaba la marca de la loba.
No te pases de listo - la voz de un guardia interrumpió la conversación de las 2 personas.
Mientras no me ejecuten no olviden ante quién están - Killian hizo uso de su voz de mando logrando la sumisión de los guardias de manera inmediata - Así que cierren sus ojos y no molesten, les dije que cierren sus ojos e imagínense que he escapado de ustedes - Killian estaba jugando un truco peligroso, pero Lillith se había quedado sorprendida al descubrir que los guardias habían cerrado los ojos.
Killian - Emitió uno de los guardias, pero no podía abrir los ojos, el Beta los estaba manipulando mientras eso ocurría, Killian agarró las manos de Lillith y se la llevó con él a unos 10 metros del lugar en donde los árboles y las malezas impedían que se transite con normalidad la Loba y el Beta habían llegado.
¿Qué hacemos aquí? - Lillith se deshizo del agarre del Beta - Kairo y yo bien podríamos acabar.
Calla Loba hablas mucho, no pueden matar al Alfa mientras las balas de plata sea una condena directa a la vida no permitiré que mi mascota esté en peligro, ahora váyanse y no regresen hasta que tengas un ejército liderado por ti, demuestra que los desterrados más allá de ser asesinos por instinto luego de que nos hayamos vuelto pícaros aún tenemos los legados y la lealtad en nuestro corazón, sangre guerrera recorriendo nuestras venas, tú eres la única que puede darle una justa batalla al Alfa de la Hermandad porque yo sé que en ti no habita el miedo - Las manos de Killian acaricio la cabeza del Jaguar segundos después su mirada del color de los rayos del Sol volvieron a los ojos azules de Lillith.
¿Y tú? - Preguntó la Loba.
Vete, vete sin mirar atrás - Killian se apartó y la marca en su cuello empezó a generar ondas que lograban que su cuerpo temblará con cada paso que estaba dando, no obstante las frías manos de Lillith lo detuvieron al darse la vuelta los labios de la loba tomaron con fiereza los labios carnosos del Beta, el primer pensamiento del Beta fue empujar el cuerpo de la loba, pero su instinto salvaje y apasionado había sido débil.
No había suavidad en aquel tacto, era un beso con talla ferocidad en donde las manos del Beta se posaron por detrás de la cabeza de la loba, un beso con agresividad, los caninos del Beta tiraron del labio inferior de Lillith logrando que la sangre brote de ella.
Era un beso que podría derrumbar barreras, el contacto de piel a piel despertaban el fuego que encendía sus pasiones más reprimidas en el fondo de su cuerpo, cuerpos que sentían ser sacudidas con fiereza por las llamas del Fuego, pero solamente eran sus emociones - Vete - Killian se apartó de manera inmediata y le entregó el control a su Lobo, mientras Kairo le indicaba con su cabeza a Lillith que debían de irse el Jaguar conocía el camino que debían de seguir, Lillith volvió a mirar hacia atrás, pero ya no vio lo que buscaba su última acción fue acariciarse los labios con la yema de los dedos, aún sentía la fragancia salvaje del Beta, pero tenía que seguir y así lo hizo y está vez ya sin mirar atrás.
Killian había llegado nuevamente en dónde estaban los guardias volviendo a tomar el control, envolviendo una prenda por su cuerpo al instante dejó de dominar la mente de los guardias y los mismos habían vuelto a abrir los ojos - ¿En dónde está la Loba? - Fue la pregunta realizada por uno de ellos, pero se llevaron la sorpresa de encontrarse con un Killian totalmente ensangrentado.
La he matado y ahora me toca morir a mí, llévenme con el Alfa - Los guardias no dudaron en llevarse a Killian ante Saúl, aquello fue suficiente para que la Loba se alejará más, pero Saúl era imposible de engañar.
¿Son estúpidos? - Rugió el Alfa al darse cuenta de que solamente venía Killian - Se han dejado engañar y por estúpidos también ustedes morirán, preparen más horcas y busquen por su fragancia a la Loba - Fue la orden de Saúl.
No olvides que a lo largo de estos años yo he sido visto como el Alfa, no te sorprendas, tú mismo me has convertido en esto— Por encima de la mesa que se encontraba a escasos centímetros de Saúl también se encontraba un machete, el objeto fue agarrado rápidamente por el Alfa, provocándole una herida profunda a Killian en el pecho la sangre del Beta se mezcló con el aire de manera inmediata.
Ponte de rodillas, Killian - Saúl tenía la maldad en su mirada.
De rodillas nada más ante la Diosa Luna - Al momento en que el Beta Expresó aquellas palabras Saúl poso la punta de la espada en el medio de la cabeza del Beta - Si no reaccionó en contra tuya, es porque desciendo de una Familia de Alfa y Luna en dónde me han dejado en claro el Legado más valioso y aunque cueste lo tengo que lograr, decía mi Padre, Killian, de rodillas nada más ante la Diosa Luna y decía mi madre, Killian, nunca levantes la mano con la cual juraste Lealtad ante tu Alfa, y por qué fueron las palabras de mi madre es que no te mato, porque soy un Alfa desterrado y tú solo eres un intento de Alfa, porque nací con sangre Alfa, pero me convertí en Beta por la elección del destino sé cuál es mi lugar.
No hay indicios de la Loba - Expresó un guardia.
Llévenlo y ahórquenlo - Una tormenta inesperada había llegado, mientras el Beta con una sonrisa era guiado por 3 guardias hasta horca.
¿No piensas defenderte? - Preguntó un guardia no entendiendo como el Alfa ordenaba la ejecución de su Beta y como el propio Beta no se defendía.
No lo haré, porque la muerte me unirá a mis padres - la respuesta de Killian hizo que el guardia sintiera escalofríos, nadie sabía de la vida del Beta antes de ser desterrado - Entre elegir a una Loba para el Beta o volver a los brazos de mi madre aunque ella se encuentre en el infierno prefiero aquello - Mientras Killian decía aquellas palabras habían llegado al sitio mientras la lluvia caía intensamente, nadie salió de sus casas por ende nada más unos pocos guardias sabían lo que estaba por ocurrir.
Killian no había puesto resistencia y un minuto después el guardia que lo trajo y los otros 10 a los cuales Saúl condenó también procedían a ser ahorcados. Saúl los observaba desde la distancia y el primero a quién colocaron la cuerda por el cuello fue a Killian - Recuérdame Saúl como el Beta que fue marcado por la loba que será tu destrucción - Con aquellas palabras el cuerpo de Killian dejo caer todo el peso a la horca, la condena del Beta fue llevado a cabo.