Capítulo 35
1109palabras
2023-07-18 13:04
Tengo los ojos cerrados y mis manos enrreradas en su cabello.
Esta de rodillas y mi miemb*o entra y sale rápidamente de su boca.
Oigo sus gemidos mientras siento que toco la parte de atrás de su garganta.
- Siii mi vida!!! -
- Eso es Victoria, no te detengas amor! - Digo con mis dientes apretados.
Ella intenta apartarse al oirme, pero se lo impido sujetando su cabeza mientras arremeto con más velocidad y furia su boca!
Entro y salgo, la saliva recorre desde mi base hasta la punta.
Deja de resistirse y su lengua se mueve, sus manos masajean mis testicul*s, es toda una experta.
Pronto siento el calor recorrer mi cuerpo y cuando estoy a punto de correrme la sujeto fuerte de la cabeza impiendole que se mueva, su boca me presiona y meto toda mi erección hasta el fondo, dejó salir mi orgasmo, mi semen se estrella en su garganta.
Y ella se lo traga.
No quiero abrir los ojos!
Quiero seguir soñando que es ella!
-Alfa, ¿Quién es Victoria? ¿Por qué me haz llamado así? - Su irritable voz me saca de mi sueño.
- Vete ahora Samara y cierra la puerta al salir - Le ordenó ignorando sus preguntas.
Empino la botella en mi boca, el alcohol me quema pero no es nada comparado con lo que siento al saber que ella está con él! Que puede disfrutarla, que sus manos recorren su cuerpo.
Los días han pasado rápido, mañana será la reunión estoy inseguro si debo asistir o no, se que él va a hacer lo posible por humillarme, haciéndome ver que ella es suya.
Que esta vez ha ganado.
Pero no! No le voy a dar el gusto!
Me duermo pensando en eso.
El horrible tiembre del telefono martilla en mi cabeza, no queria despertar aún, reviso y es Joseph, llama cada dia a informar que ha pasado con ellos. Me dice que esta mañana mi hermano ha llenado la casa de flores, me imagino que deben estar felices.
Enamorados.
Pienso en eso y me duele el pecho.
Samuel ha subido varias veces a buscarme.
-Si no salimos ahora, llegaremos tarde Daimon, es hora. Si prefieres voy solo. No hay problema, ellos entenderán- Me dice.
-No, vamos juntos, alista la camioneta, en cinco minutos estaré listo, el camino es corto. - Le digo y me meto a bañar.
Pronto estamos en la entrada y ocho camionetas más están llegando. Las puertas se abren y emprendemos el camino.
Reconozco cada árbol, y trecho.
Debo reconocer que ha hecho un buen trabajo, todo está impecable.
los caminos están arreglados y llegamos sin problema.
El campamento nos espera a unos poco metros de la casa.
Me pregunto si ella estará allá, o si él la habrá traído a su lado.
El camino está iluminado por farolas y la luna ya empieza a iluminar.
Nos bajamos y saludamos, jamás nos habíamos reunido y es interesante conocerlos!
Son distintos nosotros.
Algunos vienen del amazonas, otros del desierto, me cuentan de sus hogares, su vegetación, su fauna.
Su forma de vida, todos son muy amables.
Me invitan y les digo que apenas salgamos de todo esto los visitaré.
Dos de ellos están con sus compañeras, el viaje ha sido largo y extenuante para ellas, pero el lugar más seguro es al lado de sus Mates.
Los tres que han perdido a sus lunas se ven retraídos, tristes.
Me siento mal por ellos, creo que aún guardan algo de esperanza de poder encontrarlas, aunque según las huellas de sangre yo creería que no es tan posible.
Los Betas hacen lo propio, están reunidos con Frank, que me imagino les estará dando las pautas de seguridad.
A él lo recuerdo, siempre estaba en casa cuando éramos niños.
Su afinidad con mi hermano me hacia sentir algo de celos.
Detrás de nosotros están los ancianos, están creando una hoguera, han traído hiervas. Entre ellos veo a mi abuela, me acerco y ella me abraza emocionada, hacia tanto no la veia.
Su estatura se ha reducido pero sigue siendo una mujer fuerte.
Me inclino y ella toma mi cara en sus manos, me besa y sus ojos están inundados llora de felicidad.
La extrañaba y no sabia cuanto!
Si algo me dolió al irme fue dejarla!
Hablamos un poco y veo que han empezado a entrar al salón.
Me formó de último y escucho su voz al saludarlos.
Me emociono con su voz! Anhelaba mucho volver a oirla!
Van pasando lentamente, el aura del Alfa más joven y que además está adelante mio me hace sentir incómodo, habla con su Beta y se le siente la arrogancia.
Desde donde estoy ya puedo verla, es más hermosa, mucho más de lo que recordaba, tiene un vestido corto que se adapta a ese cuerpo que es todo un espectáculo!
Verla me hace sentir deseoso inmediatamente!
Su cabello es largo y negro, la tarde que la conoci lo traía recogido en una moña.
Tiene una cara tierna y unos labios muy provocativos!
Esta mujer es la realización a todos mis sueños.
Esta de pie sujetada fuertemente de su mano. Se ve pequeña a su lado, apesar de estar en tacones.
Daría lo que fuera por estar en su posición, le daría mi manada, mi dinero... Lo que me pidiera con tal de tenerla.
Ya casi llega mi turno.
Me regreso varias veces hasta donde esta Samuel, mis manos tiemblan!
Quiero y no quiero llegar.
Me siento como un adolescente, pero no puedo retrasar más lo inevitable!
Me dirijo y subo el escalón donde ellos están de pie.
Él se ve feliz, y como no lo estaría.
Él estira su mano y me saluda. Se ve imponente.
Presiona fuerte mi mano.
- Te presento a mi compañera. Mi Luna, Victoria - Le escucho decir.
Y mi corazón amenaza con salirse de mi pecho, mis ojos se clavan en los de ella.
El sudor me recorre.
Veo su mano estirar para presentarse.
Y con debilidad levanto la mía.
Luego todo lo que sucede es solo confusión, siento sus brazos alrededor de mi cuello.
Su cuepo estrellarse contra el mío.
Podría jurar que con deseo y necesidad!
No alcanzo a reaccionar cuando ella se aparta y empieza a llorar.
-Perdón! Perdón! No se que me pasó! Perdón por favor! - Dice acercándose a Dániel. Le habla con miedo, con temor.
- Tranquila Victoria, calmate, no llores. - No se si me escucho, si lo dije o solo lo pensé.
La fuerza me abandona y me dejo caer en el escalón.
No se que cara pondría mi hermano o que le estará diciendo.
Todo esta borroso para mi.