Capítulo 32
1010palabras
2023-07-18 08:23
(Desde el punto de vista de Dániel)
Los rayos del sol entran por la rendija de la persiana, me siento agotado, no descanse nada.
Llore hasta quedar dormido, no puedo imaginar mi vida sin ella, y anoche las imagenes de como me he comportado desde que la conoci, se enterraron en mi pecho como un puñal.
Tengo su cuerpo al lado, persivo su calor, su aroma que me embriaga, me reconforta...
Pero me siento a muchas millas de su corazón.
Me levanto con cuidado, no deseo sacarla de sus sueños donde seguramente debe ser más feliz que acá.
Me baño, me organizo y salgo a revisar a la manada y sus pendientes.
La construcción está básicamente lista, los glamping terminados.
Falta poco para recibirlo a los invitados.
El trabajo que siempre ha sido mi desahogo y mi obsesión no logran sacarla de mi cabeza.
Pregunto a Susy a través del enlace si ella ya se despertó, me dice que si, pero que no ha querido salir de la habitación, a fuerza de insistir le ha recibido apenas algo de comer.
Agradezco su ayuda, el interés y cariño que le tiene a Victoria.
No se que hacer!!!
Estoy seguro que si voy será peor.
Necesito un consejo, necesito ayuda.
Mis piernas me guían, camino de forma automática hasta estar frente a la puerta.
Me dejo caer y al poco tiempo siento sus manos arrugadas acariciar mi cara.
Le cuento lo que hice.
Mi abuela solo me escucha sin juzgar.
Estoy arruinando mi felicidad, lo sé.
- Debes dejar que su corazón se calme, dale espacio, no la presiones.
Anda hijo, sube y duermes un poco. El cansancio se te ve en la cara.-
Quisiera correr a casa y abrazarla, besarla y ordenarle que me perdone. Que olvide las veces que la he lastimado.
Pero mi abuela tiene razón.
Subo las escaleras y entro a la habitación donde dormíamos de niños, nada a cambiado.
Me acuesto en su cama, y recuerdo el aullido de dolor que mi hermano emitió el día que la marque.
Acá estamos sufriendo todos.
Mis ojos pesan, obligo a mi mente a callar...
Cuando me despierto la luna está brillando.
Ceno con mi abuela y decido regresar a casa.
Anhelo verla, pero cuando entro a la habitación ella ya está dormida.
Susy me dice que la mayor parte del día estuvo parada frente a la ventana, que estuvo triste, callada.
Me ducho y me acuesto su lado. Ella no se despierta.
La noche fue intranquila, me desperté antes del amanecer temiendo no encontrarla, las repetidas pesadillas me tenían ojeroso.
Mi poco control de la ira me estaba haciendo perderla.
Me levanté y decidí conducir al pueblo.
Ella era mi mundo, eso lo tenía claro.
Me detuve frente a la floristeria, aun estaba oscuro, todos dormían, golpee dos veces y salio la dueña somnolienta.
Se sorprendio al verme en su puerta, bien podria haber enviado a alguien a hacer el trabajo, pero que el Alfa estuviera personalmente comprando rosas era algo que normalmente no iba con mi personalidad.
Le pedí que alistara todas las flores que tuviera, era tan poco lo que sabia de sus gustos y preferencias.
Mientras esperaba que los ramos estuvieran listos me senté en la plaza, pedí un café, una hoja y un lapicero.
Victoria, mi vida.
No fue mi intención lo que paso, no haría nada a conciencia para lastimarte.
Voy aprendiendo a amarte paso a paso, me equivoco porque aveces salto. Pero te juro que nunca lo hago con ese propósito.
No se cuantas veces puedas repararte la ilusión, se que te estas sintiendo muy herida.
Nunca he sabido como hacer las cosas, el amor es algo nuevo en mi vida, pudieron haber muchas mujeres antes de conocerte, pero mi corazón igual que tu cuerpo era virgen, jamás había dejado a nadie entrar. Este es un sendero nuevo para los dos.
Deseo que sepas que todo lo que soy, todo lo que he vivido, cada paso recorrido ha sido el camino para estar contigo y si por este error te me vas de la vida, firmas la sentencia de un alma perdida.
Perdóname amor!
Haré todo lo que sea necesario para verte feliz, TODO!
Pero por favor, dame la oportunidad de mostrarte que no soy el monstruo que he parecido.
Te amo
Para cuando termino de escribir las lagrimas corren por mi mejilla.
Nunca había hecho algo como esto. Jamás había escrito una carta de amor, o llevado flores.
Doblo la carta, me levanto respiro y me acerco a la floristeria, ya el pedido esta listo, verifico que la camioneta esta prácticamente cargado, todos los ramos están acomodados, ella me da una flor especial que llevo en la silla del copiloto.
Pago y me dirijo a casa.
Le pido a los hombres que están en la entrada que me ayuden a subirlos en el mayor silencio posible.
Compruebo que ella aún duerme y entró las flores a la habitación.
Pronto esta absolutamente llena.
Susy sube la bandeja con los desayunos y se retira.
La empleada me ha dado una orquídea. Me dijo que averiguando ha descubierto que esa flor se da en el país de donde viene mi Luna.
La pongo sobre su mesita de noche y en la base coloco el sobre con la carta.
Subo la persiana y el sol entra en la habitación. Ella se remueve y poco a poco abre sus ojos.
Se sienta y mira con asombro las flores.
Deseo acercarme pero temo arruinar las cosas nuevamente.
Ella toma la flor y la huele, sus ojos se iluminan, parece que ha sido un acierto haberla traído.
Luego mira el sobre, lentamente lo abre y empieza a leer.
Estoy parado junto al marco de la ventana, expectante a sus reacciones.
Las lágrimas empiezan a caer a medida que lee y re lee la carta.
Luego se levanta y corre a mis brazos.
La rodeo y siento que vuelvo a respirar!
Levanto su cara y limpio sus lágrimas con mis besos.
-Perdóname vida mía!- Le digo con la voz entrecortada