(Desde el punto de vista de Victoria)
Me despierto y estoy en la cama, la suavidad de las sábanas y el calor que se siente es muy acogedor.
¿Será posible que todo fuera invención de mi mente?

Pero no, la colchoneta está aún en el suelo junto a la ventana.
Anoche me dormí junto a él.
Todavía no entiendo como puede ser verdad, Dániel es un hombre lobo. Lo pienso y sigo sintiendo que es mentira.
Tengo muchas dudas.
Él me dice que yo soy su pareja destinada.
Pero yo soy humana. ¿No seriamos incompatibles en ese caso?

Ahora lo que mas me asusta es que el resto de los que viven acá sí podrían atacarme.
Recuerdo la forma en la que me miraba la chica que Dániel expulsó de la manada.
Ella quería matarme estoy segura! Sus ojos me veían con odio! Si él no hubiera estado presente esos colmillos me habrían destrozado.
El vínculo que él me dice que tenemos nos une solo a nosotros.

Pero no es algo que los otros puedan sentir
"Nosotros" ya pienso en "Nosotros".
Vienen a mi mente las imágenes que he visto en series. ¿Y si en la transformación de los nuevos alguno me ve como una presa por no ser como ellos? ¿Y si me atacan y me matan?
No! Ellos no permitirían que nadie me lastimara.
Me baño y me organizo.
Ayer él me presentó con todos y me dijo que ellos me protejerian, que serian mi familia.
Si le creo todo lo que me ha dicho debo confiar en él, mejor dicho en ellos.
Los golpecitos de la puerta me hacen salir de mis pensamientos.
Es Susy, me saluda amablemente y yo le regreso la sonrisa, ella es muy amable y ha echo más llevadera mi adaptación.
Me pregunta si deseo desayunar en la habitación o si prefiero bajar a la cocina.
Bajo con ella.
La casa es hermosa, amplia.
Me cuenta que acá viven ella y una auxiliar de cocina, el Beta Frank, su esposa y sus dos cachorros (que no he visto por ningun lado) y el Alfa y yo que soy su compañera.
Le pregunto si ella también se transforma.
Tengo una pregunta tonta. Pero ella me dijo que preguntara todo lo que deseara.
¿Como tenían los hijos? ¿Ellos nacían siendo humanos? ¿O eran lobos desde el vientre?
Me dice que el lobo solo llega a los18 años. Y que en general sus vidas son prácticamente iguales a las de los humanos, solo que ellos viven más unidos, se protegen los unos a los otros.
Todos son familia aunque no los una la sangre.
Los embarazos casi siempre se adelantan un poco porque el bebé es más fuerte desde el inicio.
-Pero tranquila mi Luna! El tuyo será normal! Los cachorros del Alfa serán muy amados por todos. Él es el mejor líder y tambien será un gran padre! - Me dice y yo niego esa idea no se me pasa por la cabeza.
Seguimos hablando, me pregunta por mi país, le causa curiosidad, jamás había escuchado de él.
Es muy agradable, me cuenta y le cuento de mi vida.
Ella habla con mucho amor de Dániel me dice lo buen hombre que es y lo feliz que está desde que me encontró.
Recuerdo que en mi adolescencia siempre había deseado tener una pareja que me viera como su mundo entero, que me amara y pudieramos envejecer juntos sin el temor de que en cualquier momento su amor se acabara y consiguiera a alguien más o me fuera infiel.
Desde niña siempre sentí debilidad por el romanticismo, las historias de amor donde la chica es rescatada por su pareja, y su amor los protege de todos los males!
Donde la felicidad existe y el amor siempre vence.
Por esa razón no había tenido noviazgos y ahora que él aparecía sentia que se cumplían mis deseos.
El clima es agradable y como Dániel tardara un poco en regresar decido salir a caminar.
El paisaje es hermoso. Siento que podría acostumbrarme a vivir acá.
Pienso en regresar pero es cuando escucho el sonido de un río.
Adoro la sensación del agua bajo los pies. Por el sonido supongo que no está tan lejos y me encamino hacia allá.
Camino y camino, todo se ve igual y pronto me doy cuenta que me he perdido.
Busco en los bolsillos y no he traído el teléfono.
¿Porque seré tan despistada?
Trato de calmarme, seguro si logro llegar a una parte alta, veré la casa y podre regresar.
Buscaré un árbol alto donde pueda trepar.
No lo encuentro, pero si consigo llegar al río.
No es tan grande, pero si es algo caudaloso.
No tiene puentes que conecten con el otro lado.
Y es cuando lo veo.
El alma me vuelve al cuerpo!
-Dániel!!!- Grito pero no me responde, solo me observa.
Se ve distinto, ayer no tenia tanta barba.
-Dániel, soy yo Victoria!!
Me perdí- Grito nuevamente.
¿Será que no me reconoce?
Veo que él empieza a acercarse a la orilla.
-¿Sabes nadar?- Me pregunta con una voz un poco más ronca de lo normal.
Si se, pero no entiendo para que voy yo a pasar a ese lado si la casa está hacia acá.
Supongo que desea enseñarme algo.
-¿Volveremos a pasar juntos?- Le pregunto mientras me quito los zapatos.
Él solo me observa, recorre mi cuerpo de arriba a abajo.
El agua es tibia, y la corriente no es tan fuerte.
Me quito la camiseta, las medias y los zapatos, acomodo todo cerca de la orilla.
Cuando regresemos me la pondré seca.
Quedo en top el pantalón no me lo quito.
Me meto lentamente, mis ojos están clavados en los suyos, siento necesidad por llegar con él, pronto mis pies dejan de tocar el suelo y cuando empiezo a nadar escucho los gritos
-LA ENCONTRAMOS ALFA!- Gritan a mi espalda.
Giro a verlos y cuando regreso mi mirada hacia Dániel ya no esta...
Luego unos brazos fuertes me sacan del agua.