Capítulo 2
1017palabras
2023-07-07 01:49
"Te haré mía las veces que quiera, ahora me perteneces"....
-Victoria! Por favor organiza el penthouse, el señor Evans salio a hacer ejercicio, no tarda en regresar y su habitación debe estar lista cuando llegue, es un cliente muy importante- Dijo la administradora y ella rapidamente se encamino a obedecer.
Por ser nueva esa no era un área al que la asignarán normalmente, de manera que se esforzaria en hacer las cosas lo mejor posible.
Abrió la habitación y la cama revocada daba cuenta de la actividad que se había dado en ella. Sacó las sábanas y el olor a almizcle y cítricos lleno el ambiente, no supo en que momento se llevo la ropa de cama a su pecho y deseo que ese olor se impregnara en ella.
Imaginar al dueño de ese olor le hizo fantasear y perdio la noción del tiempo, el pitido del teléfono solicitando su presencia en la zona de lavado la volvió a la realidad. Organizo lo más rápido que pudo y salió corriendo pero al abrir la puerta se estrelló contra un pecho duro y sin camisa, levantó su mirada y un hombre de unos 30 años, de casi 2 metros, extremadamente guapo la examinaba de arriba a abajo, su olor la atraía de una forma que jamás había sentido.
El corazón parecía que se quisiera salir por su boca, sus piernas temblaban y sus ojos no lograban apartarse de esos ojos grises.
-Pe -perdón señor- Dijo al fin
-Su habitación esta lista-
Pero él no se movió ni un centímetro, solo la miraba.
Victoria jamás pensó que ese encuentro marcaría un antes y un después en su vida...
(Punto de vista de Dániel)
Era el Alfa de la manada MoonBlast, un líder por naturaleza, valiente, inteligente, fuerte y sangre pura.
Todos confiaban en él y en sus decisiones. La manada era temida y respetada.
Pero él se sentía un poco frustrado al no encontrar a su Luna aún.
Pronto cumpliría 30 años, desde los 18 que había llegado su Lobo Logan habían viajado a cada manada que existía tratando de buscarla y nada.
Normalmente eran de temperamento serio y tranquilo pero esta luna llena los tenía a los 2 inquietos por igual, sentía una fiebre arder en lo más profundo de su ser, estaban irritables, enojados, ansiosos.
Hacia un mes que tenia un sueño repetitivo, una chica delgada, bella y de cabello largo entraba a su habitación y se metía en su cama, él la poseía como si en su vida jamás hubiera tocado una mujer, con un deseo y una excitacion tan fuerte que al despertar su p*ne dolía por la erección.
Bien podía tomar a cualquier loba y calmar sus ansias, pero no deseaba eso, por esa razón esa noche había ido a dormir en el hotel de la reserva tratando de calmar su mente.
Pero tal vez había sido peor el remedio que la enfermedad!
Esa noche los sueños fueron mucho más fuertes, se sentía tan real que al despertar sus manos buscaron infructuosamente el calor de aquella mujer, su cama estaba revolcada, su cuerpo sudado y su pe*e completamente erecto, así que salió a correr para tratar de tranquilizarse.
Al llegar de regreso al hotel vio en la puerta de su habitación a una joven que salía de ella. Dániel quedó paralizado, todas sus células la reconocieron inmediatamente era ella!
Era su mate!
"No llores, calmate... Te espere por mucho tiempo! Y nunca te iras de mi lado. Tu me amas aunque aún no lo sepas, y si no lo haces, lo aprenderás a hacer"
(Desde el punto de vista de Victoria)
De un momento a otro este hombre me agarro entre sus brazos y un gruñido salio de su pecho.
Si! un gruñido como el de un animal!
Luego todo se empezó a oscurecer.
No se cuanto tiempo paso, al abrir los ojos me siento mareada.
No reconozco el lugar. ¿Donde estoy? ¿Que hago acá?
Aún sin verlo se que es él, no podría confundir ese olor, estaba en la cama de ese hombre. Estaba con él.
La habitación es silenciosa, miro la hora en el reloj que esta en la mesita y no entiendo como puede ser tan tarde ni como llegue hasta acá.
Seguramente él siente que estoy despierta porque me acerca más a su cuerpo.
Su calor es impresionante.
Me siento como si estuviera bajo el sol.
Intento levantarme pero sus fuertes brazos me lo impiden!
Se pone sobre mi cuerpo, y sostiene mis brazos sobre mi cabeza, luego sus ojos se empiezan a poner tan negros como la noche.
Siento miedo.
Grito pidiendo ayuda, trato de empujarlo, de golpearlo, pero sus proporciones son gigantes frente a mi.
Siento su hombría y lloro.
No deseo que esto pase.
No es asi como deseo perder mi virginidad!
Con sus rodillas se abre paso entre mis piernas apesar de mi lucha.
Rasga mi ropa y se detiene a ver mi cuerpo, lo olfatea, siento que a sus ojos soy un plato de comida, que pronto devorará.
Me quita el sosten y siento su lengua rodear mis pezones, su boca los chupa, me apreta.
Luego me hace girar quedando boca abajo, siento sus manos apretarme las nalgas, manosear mía piernas.
Me pone nuevamente de frente y las lágrimas nublan mi mente.
Solo nos separa mi ropa interior, que rápidamente también me quita.
Su ereccion, me lastima. No puedo verlo, pero siento que su tamaño no es normal, palpita en mi entrada.
Me pasa los dedos por la cara, la recorre con delicadeza, baja a mi cuello y siento un corrientazo recorrerme.
El respira de manera erratica. Luego solo llega el dolor.
Siento su pe*e abrirse paso en mi intimidad.
El dolor me paraliza! Me esta rompiendo! Siento que me parte en dos!
Trato de moverme pero no puedo, lloro, grito, suplico...
-Detente por favor! Me estas haciendo mucho daño! Detente! No quiero mas!! Me duele mucho!!!! - Pero no se detiene.
Él solo gruñe, mientras disfruta de mi cuerpo.
- Eres mía - es lo único que repite sin parar.
- Eres solo mía-