Giselle frunció el ceño, sintiendo que Maverick estaba pensando demasiado.
Ella buscó su ayuda para liberarse del acoso de Vincent, pero él había malinterpretado sus intenciones.
¡Estaba completamente desconcertada!

Giselle se enfureció y su estado de ánimo se volvió desagradable al instante.
Ella había comprendido las prioridades de Maverick.
Él simplemente tenía miedo de que Gloria se enterara de su aventura y se molestara.
Giselle se burló. "¡Ja! ¡Tienes tanto miedo de que Gloria se entere de lo nuestro!"
Maverick tomó con fuerza su barbilla, haciendo que Giselle jadeara de dolor, por lo que ella se vio obligada a mirar las frías y sombrías pupilas del hombre.
Su mirada carecía de cualquier interés, y lo que mostraba eran frialdad y advertencia

"No cruces esa línea, Giselle. Hay ciertas cosas en las que no deberías estar pensando." 
Qué frialdad tan familiar y despiadada.
¡Se equivocó al mencionar a Gloria!
Con una mirada feroz y una sonrisa obstinada, Giselle gruñó: "¿Eh? ¿Qué es lo que tiene ella con lo que no debería fantasear?"

Maverick respondió con frialdad: "Todo." 
Sin temor alguno, Giselle extendió la mano y la colocó sobre el hombro de Maverick, mirándolo de manera desafiante. "¿En serio? Bueno, ya me he acostado con su hombre bajo su nariz y todo el mundo lo sabe." 
Maverick entrecerró los ojos y soltó una risa fría. "¿Quién eres tú para compararte con ella?" 
Luego agregó: "¿Solo con tus habilidades en la cama?"
Esa noche, Maverick arremetía de manera cruel, soltando palabras increíblemente duras.
En cada frase la comparaba con esa p*rra de Gloria.
Giselle estaba tan enojada que sus labios se pusieron blancos y su cuerpo temblaba incontrolablemente mostrando una expresión muy desagradable en su rostro.
Maverick la observó en silencio mientras ella enfurecía, parecía como si estuviera a punto de morder a alguien.
Él disfrutaba viendo cómo la expresión en el rostro de Giselle cambiaba cada vez que mencionaba el nombre de Gloria.
Con unos cuantos golpes más en sus puntos débiles, podría descubrir fácilmente a la verdadera Giselle.
Cuando Maverick finalmente se sintió satisfecho, levantó la mano para acariciar sus labios.
A pesar de su toque áspero, susurró con voz seductora: "Pero en la cama, ella no puede compararse contigo." 
Giselle casi se echó a reír.
Esa expresión no había sido un cumplido, sino más bien un insulto a su promiscuidad.
Él veía a Gloria como una niña pura e inocente, mientras que Giselle era ampliamente conocida como una seductora.
La diferencia de habilidades era clara e innegable.
¡Pero ese sinvergüenza de Maverick todavía estaba jugando con ella a espaldas de Gloria!
¡Se había comido todo el postre!
Maverick no pudo evitar sonreír ante la ira reprimida de Giselle, sintiéndose encantado.
Tal vez, era la ira justamente lo que lo complacía.
Luego de unos segundos, salió caminando a paso ligero, mientras que Giselle se quedó quieta, mordiéndose los labios con nerviosismo.
'¡Ya verás!' Giselle pensó para sí.
Estaba decidida a conquistarlo, a pesar de que él la menospreciara.
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Giselle tomó una siesta en el hotel después de que Maverick se fue.
No se despertó hasta la mañana siguiente. Fue directamente a la recepción para recuperar sus pertenencias, incluido su bolso y su teléfono.
Ella pensó que después de que Vincent viera lo que había pasado la noche anterior, retrocedería y dejaría de molestarla.
Inesperadamente, la chica de recepción le dijo: "Vincent se ha llevado sus cosas. Dijo que puede ir a buscarlas usted misma".
Giselle estaba harta y se retorció el cabello con impaciencia. "Llámalo ahora." 
Rápidamente, la recepcionista hizo la llamada y acordó la hora y el lugar de reunión con Vincent.
Giselle tuvo que pedir dinero prestado a la recepción para pagar el taxi, ya que no tenía ni un centavo. Y momentos después, llegó al lugar acordado y entró sin dudarlo.
Vincent había elegido verla en una cafetería de lujo, cerca del río. Pero incluso en un ambiente tan elegante, todavía se veía rudo y tosco.
Giselle se sentó y dijo sin rodeos: "¿Dónde están mis cosas?"
Su actitud era arrogante, imitando la presencia amenazante de Maverick para parecer dura.
Sin embargo, Vincent no se sentía tan intimidado como esperaba Giselle. Él la miró con mala gana y dijo: "Oh, bueno... Señorita Hawk. Ciertamente sabe cómo jugar bien a sus cartas. Me sorprendió que se las hubiera arreglado para meterse en la cama de Maverick."