Capítulo 16
670palabras
2023-05-29 09:50
"¿No vas a comprar más?" Harper cambió deliberadamente de tema para dejar en claro que ya no quería hablar más de eso.
Giselle asintió. Después de pagar con la tarjeta, sacó un bolso de piel de cocodrilo recién comprado y lo puso junto al cuerpo de Harper para ver como se vería en ella.
"¡Qué buen gusto tengo! ¡Este bolso te queda perfecto!"

Harper levantó la mirada y se sorprendió, "¿Giselle?" 
"Toma." Giselle le entregó el bolso a su amiga, "Sé que faltan dos meses, pero ¡feliz cumpleaños!"
Sin saber qué decirle a su amiga, Harper extendió la mano y tomó el bolso, "No vuelvas a comprarme cosas tan caras en el futuro."
"Vale." Giselle siempre decía eso, pero nunca se contuvo cuando se trataba de regalos.
Habían planeado quedarse en una cafetería descansando y conversando, pero de repente Harper recibió una llamada de Steward.
Después de colgar, Harper le preguntó a Giselle: "Están en el hipódromo. ¿Quieres ir a divertirte un poco?"

"¡Claro!", asintió la mujer con entusiasmo.
En realidad no tenían nada mejor que hacer, así que ir al hipódromo les pareció una buena idea para relajarse.
Desde que Vincent averió el auto de Giselle, este no estaba en buenas condiciones y se descompuso en medio de la carretera, por lo que tuvieron que tomar un taxi para ir al hipódromo.
Por lo que tuvieron que tomar un taxi hasta el hipódromo.

En el camino, Harper le advirtió a Giselle: "Vincent recibirá el alta del hospital pronto, debes andar con cuidado de ahora en adelante." 
Giselle comenzó a sentir dolor de cabeza al escuchar esto.
Vincent en sí no era el problema, la razón de su preocupación era que Harrison quisiera obligarla a casarse con él de nuevo.
En el pasado ya había buscado ayuda de parte de Maverick, pero este dejó en claro que no le interesaba involucrarse en esa situación.
Ahora que él estaba en el extranjero, si Harrison la fuera a presionar junto con Vincent, no tendría salida.
Esto mantuvo a Giselle nerviosa durante todo el día.
Para cuando llegaron al hipódromo, su entusiasmo ya se había desvanecido, pero una figura refinada y arrogante pasó a caballo junto a ella.
Al reconocer al hombre que cabalgaba en la pista de carreras, sus ojos se iluminaron de emoción.
¡Era Maverick!
¡Había regresado!
Maverick terminó su vuelta y regresó. En cuanto lo vio venir Giselle corrió hacia él con mucha alegría y se tiró a él poniéndose de puntillas para envolver los brazos alrededor de su cuello.
"¡Maverick! ¿Cómo puedes ser tan guapo?"
Cualquier hombre se sentiría alagado ante estas palabras, y aún más considerando que estaban rodeados de sus amigos y que todos los estaban mirando.
Los presentes comenzaron a bromear. 
Uno decía: "Todo es bello cuando hay amor." Otro decía: "El Sr. Hyland tiene un gran encanto." 
Sin embargo, Maverick se mantuvo inexpresivo.
Giselle lo miró e hizo un pequeño puchero con sus labios rojos, "Oye, ¿me extrañaste?"
Él pasó un brazo alrededor de su cintura y con su otra mano arregló su cabello, que había sido despeinado por el viento, "¿Quieres montar a caballo?"
Giselle negó con la cabeza. Su tono era coqueto mientras se reía seductoramente, "No, te quiero montar a ti." 
El hombre no mostró ninguna reacción y palmeó su trasero respingado. "Ve a cambiarte de ropa, vamos a dar un paseo."
Aunque se sintió un poco decepcionada, asintió dócilmente: "Está bien."
Tan pronto como se fue, el grupo de espectadores suspiró decepcionado.
A estos hombres casi se les caía la baba mirando la figura tentadora de Giselle mientras se marchaba.
La mujer poseía curvas tan seductoras y su postura al caminar era tan encantadora.
Una cintura diminuta y un andar oscilante tentaban a cualquier hombre que pusiera los ojos en ellas.
Giselle tiró de Harper para que fuera a cambiarse de ropa con ella, y Steward se acercó a Maverick con un toque de insinuación: "Muchos tipos cachondos tienen el ojo puesto en Giselle. ¿De verdad la vas a dejar ir?"