Capítulo 15
611palabras
2023-05-26 18:10
Giselle pudo deducir, por el tono de su voz, que Maverick estaba de buen humor.
Se preguntó si era porque se lo había pasado bien con Gloria la noche anterior.
Giselle posó una mano en la ventanilla del coche, apoyando la frente. Su voz era seductora: "Estoy cach***a otra vez. ¿Puedes venir y satisfacerme ahora?"
Maverick no respondió, pero se podía escuchar la voz de Gloria que venía del otro lado.
"Rick, vamos a desayunar."
Hubo un crujido en el teléfono, seguido de la risa juguetona de Gloria, "¡Ay! ¡Eso hace cosquillas!"
"¿Ah sí?", se escuchó la voz grave de un hombre.
"¿Qué tal esto? ¿También te hace cosquillas?" Al escuchar la escena Giselle cortó la llamada abruptamente.
No quería escuchar a los dos realizar una obra erótica por teléfono, en especial a Gloria.
Después de cortar la llamada, bajó la cabeza y casualmente envió un mensaje de texto: "Cariño, no te canses. Recuerda guardar algo de energía para mí."
Tan pronto como se envió el mensaje, el teléfono de Maverick sonó.
Él tomó su teléfono y lo miró. Sus labios se curvaron un poco, lo que hizo que Gloria se pusiera un poco nerviosa.
"Rick, ¿quién es?"
Maverick guardó su teléfono de inmediato, la miró y dijo suavemente: "Un amigo."
La joven lo siguió fuera de la habitación sin decir nada más.
Sin embargo, cuando llegaron a la sala de estar, no pudo contenerse más y susurró: "Rick, ya he escuchado muchos rumores."
Sus ojos estaban rojos y brillantes por las lágrimas, se notaba lo frustrada que estaba.
Maverick secó suavemente sus lágrimas y dijo: "No te preocupes, son solo rumores."
Gloria sollozó y miró hacia arriba con ojos lamentables, "Lo sé, pero aún así tengo miedo."
Ella envolvió sus brazos alrededor de su cintura y enterraba la cabeza en su pecho, "Es que... tengo demasiado miedo de perderte."
Maverick le acarició suavemente la cabeza y habló en voz baja: "No temas. Teniéndote a mi lado, no podría interesarme en nadie más."
El corazón de Gloria tembló ante sus palabras, él era un experto para este tipo de mentiras.
Sostuvo la cintura de su amado con fuerza y susurró: "Rick, estamos a punto de comprometernos. No quiero volver a escuchar este tipo de rumores, ¿de acuerdo?"
"Está bien, no te preocupes", dijo Maverick.
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En un abrir y cerrar de ojos, pasaron dos días.
Giselle estaba aburrida e hizo planes para ir de compras con Harper.
Desde que Steward regresó, no se habían juntado mucho.
Como de costumbre, Giselle estaba deslizando su tarjeta imprudentemente, como si le sobrara el dinero.
Al fin y al cabo la tarjeta ni siquiera era suya, era de Maverick.
En cambio, su amiga era todo lo contrario. Nunca gastaría más de dos mil dólares en ropa o zapatos.
Giselle siempre le preguntaba lo mismo cuando salían de compras: "Steward es tan rico y te ha dado tantas tarjetas, ¿por qué no las usas?"
Harper negó con la cabeza: "No soy como tú. Vengo de un origen humilde y no pertenezco al mismo rango social que él. Su madre siempre me rechazaba y me acusaba de estar detrás de su dinero. Si me pusiera a gastarlo a lo loca, ella usaría eso en mi contra."
Giselle sintió pena por ella: "No te rebajas tanto. ¡Eres una de las mejores estudiantes de medicina de la ciudad y tienes un talento inigualable! ¡Tienes un futuro brillante!"
"¿Quiénes se creen que son los Brown? ¡Son solo unos cuantos dólares miserables! A su edad, Steward no tiene nada que hacer más que holgazanear todo el día, es un hombre sin ambición. En mi opinión, ¡es él quien no te merece!"