Capítulo 10
868palabras
2023-05-08 14:50
Giselle nunca se imaginó que la vida le daría la espalda con tanta rapidez.
Durante varios días no había visto ni sabido nada de Maverick, tampoco respondió sus llamadas ni sus mensajes.
Estaba bastante claro que él la estaba evitando.
Ella sabía lo que estaba pensando y, desde luego, no se molestaría en buscarse un desgrado.
Por fin llegó el día del cumpleaños de Daniel Hyland, el abuelo de Maverick.
Giselle se levantó temprano. Se puso un hermoso vestido nuevo y se peinó de manera diferente: se hizo unos rizos ondulados en su cabello moreno y los combinó con un largo vestido de escote negro que era elegante y sexy a la vez.
Llevaba un maquillaje perfecto, que la hacía ver aún más encantadora de lo que ya era. Parecía una princesa.
Giselle siempre había sido una chica sensual, y sabía qué tipo de maquillaje le quedaba mejor.
Después de vestirse, bajó las escaleras y vio que el rostro de su madrastra mostraba cada vez más desagrado.
Sin embargo, esto no la afectó, e incluso sonrió con más encanto para la molestia de Davina.
Ésta se puso lívida y murmuró en voz baja: "¡Una auténtica p*rra!"
Sin embargo, no fue insensible a la belleza excepcional de su hijastra.
Menos mal que ella era lisiada. Davina suspiró aliviada.
Por muy atractiva que fuera, seguía siendo una coja. ¿Cómo sería comparable a su propia hija?
Cuando pasó por su lado, Giselle la escuchó hablar con un tono extraño y sarcástico.
"¿Quieres seducir a Daniel con tu atuendo de z*rra?"
Pero la chica no se enojó en absoluto, sino que, por el contrario, se rio con más desenvoltura y dijo: "¡Sería estupendo! Quizá Gloria tendría que llamarme 'abuela' en el futuro, ¿no?"
"¡Tú...!" Davina casi desfalleció de ira.
Giselle sonrió con sarcasmo mientras caminaba confiada con sus tacones altos, haciendo alarde de su diminuta cintura, y luego subió al auto.
Davina estaba aún más furiosa y le espetó: "¡P*rra!"
El septuagésimo sexto cumpleaños de Daniel se celebró con un banquete.
Fue un evento discreto e invitó a su casa solo a los miembros de su familia.
Cuando los tres miembros de la familia Hawk llegaron, ya estaban allí todos los de la familia Hyland: los dos hijos de Daniel y sus parejas respectivas y, los dos nietos: Maverick y Andrew.
Había pocas personas, los invitados se limitaron a solo el hijo y la hija de Daniel, sus parejas y sus nietos.
Cuando Giselle entró, no encontró a Maverick, pero notó que su primo Andrew estaba recostado en el sofá jugando con los videojuegos.
Cuando vio a la chica entrar, le lanzó una sonrisa de flirteo.
Andrew era bastante guapo y tenía la reputación de ser mujeriego.
Giselle lo conocía, pero no le caía muy bien ese chico, así que solo le respondió con una sonrisa cortés.
Sin prestarle más atención, el chico continuó mirando su teléfono, y cuando recibió un nuevo mensaje, de inmediato salió del juego y comenzó a chatear con alguien.
Al ver lo rápido que escribía Andrew, Giselle supuso que estaba charlando con más de una chica.
Esperó un rato, sin que apareciera Maverick, hasta que Daniel salió a saludarla.
Giselle de inmediato se puso de pie y se acercó a él con una dulce sonrisa: "Hola, Daniel."
La madre de Andrew, Iris, estaba conversando con Davina mientras vigilaba cada movimiento de la chica.
Giselle se acercó a Daniel, colocó sus manos sobre sus hombros y lo dio un poco de masaje mientras esbozaba una sonrisa deslumbrante, lo cual hizo que la mujer frunciera el ceño con disgusto y murmurara: "¡Z*rra!"
Pero tan pronto como dijo esto, recordó que estaba con Davina, así que rápidamente agregó: "Lo siento, a veces hablo sin pensar. Por favor, no lo tomes a mal".
Sin embargo, Davina estaba encantada en secreto, y le hubiera gustado escuchar más insultos, pero tenía que mantener las apariencias.
Al fin y al cabo, era famosa por su virtud y buenos modales.
"Yo soy quien debería disculparse, la personalidad de Giselle es salvaje y le falta disciplina, lo cual es mi culpa, porque no la he educado adecuadamente, pero hablaré con ella cuando lleguemos a casa".
"Si yo fuera tú, ya la habría echado hace mucho. No sé cómo eres capaz de tolerarla tanto", dijo Iris con un suspiro de alivio.
Giselle era conocida en Finlandia, y todos sabían las cosas ridículas que había hecho.
Por esta razón, las supuestas mujeres recatadas no pudieron reprimir su desprecio al verla allí.
Entonces Davina sonrió y dijo: "De todos modos, ella es la hija legítima de Harrison, y como me casé con él, es natural que la considere como mi propia hija."
Iris sonrió y no dijo nada más. Conocía muy bien la hipocresía de esa mujer.
Si en realidad considerara a Giselle como su propia hija, jamás la habría empujado al infierno de la familia Canfield.
Sin embargo, Iris también era una de esas damas hipócritas, así que se fingió comprensible y dijo: "¡Eres tan amable! No me extraña que hayas criado a una niña tan buena como Gloria. Me dijeron que podría llegar a ser la bailarina principal si ganara ese campeonato en el extranjero, ¿es cierto?"