Capítulo 70
988palabras
2023-05-29 09:29
—Bien, eso es genial —dijo burlándose de mí y haciéndome sentir angustiada. Me arrepentí tanto por no haberlo pensado antes que no pensé en lo que decía hasta que lo dije.
—¿Entonces por qué me lo preguntaste?
Ni me dejó terminar la pregunta porque se fue sin cerrar la puerta. Sus hombros que siempre los llevaba rectos, lucían ligeramente decaídos, dejándome con una sensación rara en el pecho. No dormí bien esa noche preguntándome la razón de su pregunta. 

Al día siguiente, un Bentley apareció justo cuando estaba esperando por un taxi afuera de la comunidad. El sombrío rostro de Victoria apareció detrás de la venta.
—Mía, súbe al auto.
—¿Cuál es el problema, señora? —le pregunté con suspicacia sin hacerle caso. ¿Sería que quería de nuevo ahuyentarme porque no quería que estuviera con su hijo?
—¿Quieres hacerte la inocente? Bien, métete al auto, no quiero andar con rodeos. Fruncí el ceño ante su agresividad, pero abrí la puerta y me senté a su costado.
—¿Por qué me busca?
—Quiero que te vayas —me dijo mientras me sacaba un cheque de su cartera. Me quedé mirándole la mano y luego abrí la puerta para salir, pero antes me volteé y le dije con una sonrisa que declinaba.

—Señora, podrá faltarme el dinero, pero nunca vendería mi dignidad.
No podía creer que no solo la señora Lopez me había querido sobornar hace unos días y ahora la señora Victoria estaba haciendo lo mismo. Realmente estaba preocupadas porque desapareciera de la ciudad para que sus hijos pudieran estar juntos sin distracciones.
—¡Si no te vas por tu cuenta entonces haré que te encierren! —gritó Victoria a mis espaldas y me detuve en seco.
—¿Me puede decir qué es lo que he hecho para que amerite que me arresten? —le pregunté con frialdad porque no entendía la razón por la que me estaba amenazando con cárcel.

—Fuiste tú quien filtró el diseño, ¿no? —me dijo con disgusto.
—¿De qué está hablando? —le pregunté con sorpresa.
—Sabía que no lo admitirías, pero no importa, tenemos pruebas —me dijo con una sonrisa calculadora. Justo en ese momento, recordé la conversación que había tenido Jayden sobre el mismo tema. Así que entré de nuevo al auto.
—Nunca tuve acceso a ningún diseño y todo este tiempo he estado trabajando con los Brown.
Siempre había sido bastante cuidadosa cuando estaba trabajando en Eastern Star y nunca había tocado ningún documento confidencial. No importaba lo que dijera, no había forma de que estuviera envuelta. 
—Al parecer seguirás haciéndote la tonta hasta que la verdad te golpeé en la cara —bufó ella antes de voltearse en dirección al chofer—. Li He, vamos al edificio de la empresa.
Sabía que no tenía el tiempo suficiente para resolver este problema, así que le envié un mensaje a Brandon para solicitar el día libre. 
Cuando llegamos, Victoria salió del auto primero y caminó con la cabeza en alto hasta el ascensor. La seguí de cerca para no perderla de vista. Mientras nos acercábamos a la oficina del presidente, sentí que todos me miraban mal. El ambiente se percibía hostil.
Finley, claramente enojado, estaba en el sofá. Susan estaba parada a su costado con las manos posadas encima de su estómago. Jayden también lucia tenso.
—Mamá, ¿por qué la trajiste? —le preguntó con un tono comandante. Victoria se acercó al sofá para sentarse.
—Toda la evidencia la señala, por supuesto que iba a traerla.
—¿Tú eres Mia? ¡Susan, llama a la policía ahora! —dijo Finley mientras me fulminaba con la mirada. Me quedé paralizada en mi lugar sin creer que estuvieran hablando de mí. 
—No sé de lo que están hablando, ¿quieren que la policía me arreste? ¿No creen que es un tanto ridículo?
Necesitaba que me pusieran al tanto de lo que había sucedido. Susan me miró despectivamente.
—Ya que sigues obstinada en hacerte la inocente, te contaré lo que pasó.
—¿Qué tiene que ver eso conmigo? Ni siquiera he visto los diseños —les pregunté con los labios fruncidos
—¡No lo niegues! ¡La última vez que estuviste en mi oficina viste los diseños! ¡Deja de pretender! —me gritó la mujer perdiendo los estribos y señalándome con el dedo. Me quedé mirándola con confusión. ¿De qué estaba hablando?
—No digas tonterías, Susan. ¡No sé de lo que estás hablando!
—Sé que me odias, pero esto es demasiado. No solo estás afectándome a mí, sino también a la empresa de mi familia y a la empresa de Jayden. ¿Por qué sigues negándolo?
Podía ver el enojo latente en sus ojos, tenía las cejas y labios fruncidos, su rostro estaba completamente tenso.
—Lo sigo negando porque no tienen pruebas de nada. Tus palabras no prueban nada —le respondí con seriedad. Me querían incriminar sin razón alguna.
—Olivia, haz que Jesica entre —dijo Victoria con finalidad. En ese momento, sentí que se me iba el aire. Ahora recordaba del día del que Susan estaba hablando, ese día habíamos peleado. Luego, había recibido un mensaje anónimo y había regresado a mi oficina, pero en el camino Jesica me había pedido que enviara un documento a Susan. No había querido hacerlo, pero no había tenido el corazón para negarme.
¿Por qué la estaban trayendo ahora? Cuando la mujer entró a la oficina, lo hizo con los hombros caídos y con expresión de culpabilidad en la cara. Me miró con los ojos rojos de tanto llorar.
—Mia, lo siento...
—¿Lo sientes? —dije con voz queda mientras me clavaba las uñas en la palma de la mano. Rápidamente entendí que la usarían para incriminarme, por eso me estaba pidiendo disculpas.
—Es cierto que tomé el dinero y no debí haberlo hecho, pero no podía seguir escondiéndolo. No pensaba que fueras a revelar los diseños a otra empresa —confesó mientras lloraba.
Mis oídos comenzaron a zumbar y dejé de escuchar lo que pasaba a mi alrededor. Nunca hubiera esperado que un acto de amabilidad me traería tan nefastas consecuencias.