Capítulo 37
1689palabras
2023-05-11 11:21
Sophia debió notar que no estaba bien, ya que se levantó y se fue conmigo.
Mientras salíamos, miré hacia atrás, aterrada, y cuando la luz brilló, noté que ahora había un desconocido sentado en donde había estado ese hombre.
Negué con la cabeza y me sentí un poco mareada. Luego parpadeé y entrecerré los ojos para ver mejor. En efecto, era un desconocido. No había notado dónde había ido el hombre porque estaba un poco borracha y, en vez de sentirme aliviada, me asusté más e, inconscientemente, tomé la mano de Sophia y la apreté con fuerza.
Al salir del bar, esperamos al conductor sustituto y Sophia no dejó de mirarme todo el tiempo. Sabía que estaba preocupada por mí. "Mia, ¿qué fue lo que pasó hace un momento?" Preguntó.
Cerré los ojos sin poder hacer ni decir nada, y todo lo que pude ver era el rostro del hombre que tanto me aterraba. "En el bar", pude decir después de respirar hondo. "Me pareció haber visto a alguien".
Todos los recuerdos que había tratado de olvidar aparecieron en mi mente. Eran repugnantes y horripilantes, e invadieron mi mente como la marea, así que no pude resistirme ni luchar contra ellos.
"¿A quién viste?" Sophia insistió.
Apreté los puños con fuerza e hice un gesto de dolor. "A alguien despreciable", respondí, abriendo los ojos.
Era una persona que había arruinado mi juventud, cubriéndola con total oscuridad.
Sophia frunció el ceño y vi que sus ojos brillaban de ira. "¿Él te hizo algo?" Preguntó, rechinando los dientes.
Bajé la cabeza y justo cuando estaba a punto de contestar, el conductor llegó.
Solté un largo suspiro. "Te lo contaré más tarde", dije.
Si bien no quería ocultarle nada sobre mi pasado, me era difícil decirle la verdad sobre este asunto. Es más, ni siquiera sabía por dónde empezar.
Sophia también suspiró y me abrazó con fuerza para darme ánimos. "Entiendo", dijo. "Pero si algo vuelve a pasar, tienes que contármelo".
Asentí con la cabeza. "Lo haré", le aseguré.
Cuando entramos al auto, ya me había calmado un poco.
Aun así, ese hombre había estado a miles de kilómetros de distancia todo este tiempo. ¿Por qué había vuelto repentinamente?
Al llegar al condominio, salí del auto aferrándome a mi bolso y después de entrar en la casa, cerré la puerta con fuerza e hice lo mismo con todas las ventanas. Luego fui a mi habitación, me duché y me acosté, tratando de dormir.
Sin embargo, los recuerdos del pasado daban vueltas por mi mente y no podía siquiera cerrar los ojos, puesto que todo lo que veía eran recuerdos que me atormentaban.
Resignada, respiré hondo y me destapé para salir de la cama. Sin siquiera ponerme las pantuflas, fui a la cocina y al pisar las baldosas frías, me sentí un poco más segura, por alguna razón.
Saqué el sacacorchos, abrí una botella de vino tinto y me senté en la alfombra a beber sola, apoyada contra el sofá.
Por suerte, después de ese día, mi vida se calmó poco a poco y el hombre que vi en el bar esa noche no volvió a aparecer.
Era como si mis ojos me hubieran jugado una mala pasada.
Me senté frente a mi escritorio y examiné el plan de licitación del terreno que era óptimo para convertirse en un resort. Tras confirmar que no había ningún problema con el documento, imprimí una copia para entregársela a Brandon.
Fui a su oficina y llamé a la puerta. "Adelante", lo escuché decir desde adentro.
Entré y puse el documento sobre su escritorio. "Señor Johnson", dije. "Este es el plan de licitación del terreno en el distrito Flower Desert. Por favor, véalo y avíseme si hay algo que quiere modificar".
Brandon tomó los papeles y los leyó con cuidado, pero no dijo nada durante un buen rato. "Mia, ¿vas a encontrarte con Hunter Walker esta noche?" Preguntó.
"Sí, a las seis", respondí. "Iré con el señor Wright, del departamento de marketing".
Hunter Walker era la persona a cargo de la licitación y me había costado mucho concertar una cita con él.
Frente a mí, Brandon asintió. "Está bien", dijo. "Entonces, dile al señor Wright que iré contigo".
"De acuerdo", respondí, aunque estaba un poco confundida. "¿No leerás el plan detenidamente?" Pregunté sin poder contener mi curiosidad.
Brandon sonrió. "No, eso no será necesario", dijo. "Hablemos de eso después de esta noche".
A pesar de que seguía un poco confundida, decidí no preguntar nada más. "Entonces, iré a seguir trabajando", afirmé.
Alrededor de las cinco, salimos de la empresa y llegamos al lugar que habíamos reservado. No obstante, el señor Walker solo llegó con su subordinado después de que lo esperamos como una hora.
Al ver a Brandon, se apresuró a extenderle la mano. "Señor Johnson, disculpe la demora, pero estamos demasiado ocupados", dijo, excusándose. "Lamento mucho haberlos hecho esperar tanto".
Brandon se puso de pie y le estrechó la mano. "No se preocupe", le aseguró. "Es un honor para nosotros que alguien tan importante como usted haya aceptado reunirse con nosotros".
Al escuchar esto, el señor Walker sonrió y se sentó cómodamente frente a nosotros.
Tras varios brindis, hice mi mejor esfuerzo para cambiar el tema y empezar a hablar de la compra del terreno.
Aun así, Hunter miró su copa de vino y, con la mirada, me indicó que le sirviera un poco.
No tenía otra opción más que tomar la botella y hacer lo que quería con una sonrisa. "Señor Walker, nuestra empresa tiene muchas esperanzas con respecto a ese terreno", dije en un tono calmado, sin sonar muy humilde ni muy arrogante. "¿Cree que es posible que podamos comprarlo?"
Hunter sonrió. "No son los únicos que están interesados en ese terreno", respondió. "Todos los días estoy ocupado respondiendo llamadas de posibles compradores".
Le devolví la sonrisa y decidí halagarlo. "Por esa razón estoy aquí", afirmé. "Si ya tiene un plan, estoy segura de que ya ha decidido a quién venderle el terreno, ¿me equivoco?"
Hunter me miró con los ojos entrecerrados. "Señorita Clinton, puede que eso sea posible, pero tiene que mostrarme un poco más de sinceridad", respondió.
Me quedé pensando en lo que acababa de decir por un momento. ¿Quería más sinceridad que la que ya le estaba mostrando? Solo había planeado acompañarlo a beber; no quería dejar que se aprovechara de mí.
De todos modos, odiaba la forma cómo me estaba mirando, pero no podía rechazarlo, así que sonreí para disimular mi descontento y tomé mi copa de vino. "Por supuesto que tengo más sinceridad para usted", anuncié.
Luego me llevé la copa a la boca y me bebí el vino de un sorbo. De inmediato, sentí el líquido pasar por mi garganta hasta hacerme arder el estómago.
Hunter sonrió, satisfecho. "Señorita Clinton, usted es muy directa, eso me gusta", afirmó. "Vamos, siga".
Varias copas después, sentía que mi estómago estaba en llamas y la cabeza me daba vueltas.
De pronto, el teléfono de Brandon sonó y se levantó para salir a contestar.
"El terreno ya estaba listo para la venta", Hunter confesó, sonrojándose. "Pero hace dos días, entró a trabajar un nuevo funcionario en nuestra empresa. Para ser sincero, no creo que lo venda directamente, tal vez planee construir un complejo vacacional y luego encontrar un socio para la licitación".
Pese a que estaba un poco borracha y mareada, podía entender lo que me estaba diciendo. En pocas palabras, quedaban muy pocas empresas en Plotin con las que pudiéramos competir.
Si el terreno se vendía directamente, incluso las empresas que solo querían comprar el terreno podrían pujar por él. Aun así, ahora había una o dos empresas que podían cooperar para construir un complejo vacacional en el terreno, a excepción de nuestra empresa y de Eastern Star.
De las dos, Eastern Star era la que tenía más experiencia, así que tenía más ventaja de adquirir el terreno.
Sin embargo, no sabía si Eastern Star estaba interesada en ese proyecto. Al fin y al cabo, Jayden había afirmado el otro día que estaban muy ocupados.
Si ellos no estaban interesados, entonces lo más probable era que nosotros nos quedáramos con él.
Sonreí, agradecida. "Gracias, señor Walker", dije. "Entonces..."
No obstante, antes de que pudiera terminar de hablar, Hunter se acercó a mí y me pellizcó el muslo a través de la tela de mi pantalón. Al instante, me sentí asqueada y quise pararme, pero él me agarró la muñeca con una expresión maliciosa.
Su subordinado, que parecía acostumbrado a este tipo de cosas, salió de inmediato.
Como no podía mantener mi sonrisa, hice mi mejor esfuerzo por zafarme de él. "Señor Walker, por favor, suélteme", supliqué. "Tengo que ir al baño".
"Solo una noche", el señor Walker dijo muy cerca a mi oído. "Quédate conmigo una noche. Te prometo que, si lo haces, le entregaré el proyecto a tu empresa".
No solo no me soltó, sino que siguió tocándome indebidamente. Estaba tan borracha que no pude controlarme y empecé a patearlo y a empujarlo para que me soltara. "Desgr*ciado", lo insulté. "No soy una p*ta".
Tan pronto como dije eso, empecé a sentir náuseas y, sin poder contenerme, me tapé la boca y salí corriendo hacia el baño.
Vomité todo lo que tenía en el estómago y cuando salí del cubículo, abrí el grifo y me lavé la cara lo mejor que pude.
Cuando levanté la mirada, vi que Hunter estaba parado detrás de mí, con una mirada de enojo. Por suerte, ahora que había vomitado todo lo que tenía en estómago, estaba más o menos sobria y podía razonar.
No importaba lo que Hunter me hiciera, tenía que tratar de llevar las cosas con calma, eso siempre y cuando él no me lastimaba. De lo contrario, solo metería a Brandon en problemas.
Me limpié el agua de la cara y me volteé con la cabeza gacha. "Señor Walker, perdón", dije con sinceridad. "Estaba muy borracha y no fue mi intención insultarlo".
Pero Hunter solo se acercó a mí en silencio y me abofeteó con fuerza.
"¡Deberías estar orgullosa de tener el lujo de acostarte conmigo!" Gritó. "¿Lo sabes o no?"