Capítulo 31
528palabras
2023-04-24 18:41
JONES KESTON
El torneo de softbol de los Panamericanos se haría en el Parque Bicentenario de Cerrillos, justo donde estaba ubicada la villa panamericana. Era flamante, muy elegante y cómodo con 17 torres. A nosotras nos tocó compartir el piso con las chicas de Jamaica. Así conocí a Heather Phillips. Después que nos instalamos, salí a ver en el balcón y ella estaba recostada a la baranda, pensativa, chupando un caramelo. Me llamó la atención los rizos que se había hecho con su pelo.
-Hello, la saludé, your hair is very beautiful, I love it-
Ella volteó indiferente, sin dejar de chupar el caramelo y me miró de pies a cabeza, se divirtió con mi sonrisita larga y que haya puesto un tobillo atrás.
-Ah, peruana, qué linda-, me dijo.
-Hablas bien el español-, dije interesada.
-Y tú bien el inglés-, estalló en carcajadas. Me contagió su risotada.
-¿Eres pitcher?-, me preguntó.
-No, soy bateadora ¿y tú?-
-Jardinera-
-Very good-, seguí riendo.
Bajamos al comedor y pedimos jugó y galletas. Heather me contó que jugaba softbol recién, que había practicado antes las vallas pero que se desencantó porque habían chicas más veloces y ella aspiraba ganar una medalla. -Así es que me metí al softbol-, echó a reír.
-Yo quedaba última siempre en atletismo-, sonreí jugando con mis ojos.
-¿Estudias, trabajas, tienes novio?-, me preguntó mordiendo las galletas.
-Sí, estudio derecho, aún no trabajo y sí, estoy saliendo con un chico lindo-, le conté. Ella sonrió.
-Yo soy bisex, tengo novia-, pasó la lengua por sus labios.
Alcé mi hombro sin saber qué decir. -¿Sabes cuál es lo más chistoso?, me insistió con una enigmática mirada, mi ex novio está aquí y va a competir en atletismo-
-Ay qué complicado-, dije mordiendo mi labio.
-Ajá. Y quiere volver conmigo ¿qué opinas?-, me desafió sorbiendo su jugo.
Qué le iba a decir. Mordí una galleta y traté de buscar alguna buena respuesta. -No lo culpo, eres hermosa-, dije. Ella sacó su lengua.
- Pues deberías culparlo porque es un idiota-, estalló en risas nuevamente. Yo me reí también.
-¡Heather! -, gritó alguien.
Phillips arrugó su boca y desencajó su mirada. -Hablando del rey de Roma-, me dijo.
Y allí estaba él, gigantesco, fornido, musculoso y de mirada dominadora con su barbita incipiente y sus brazotes. Se detuvo delante de nosotras como un roble enorme y atemorizante.
-Hello my love, what are you doing? Who is this beautiful woman who accompanies you?-, preguntó.
-Her name is Tatiana Rivasplata, she is peruvian, she also plays softball-, me presentó.
Mostré mi mejor sonrisa y junté mis dientecitos. Él me miró y alargó un poco su risa. -Un placer, señorita, soy Jones Keston, a sus órdenes-
Wow, qué español para perfecto. Quedé sorprendida, estiré mi mano, pero él se agachó y me besó la mejilla. Me sonrojé.
-Jones es nuestro campeón en los 110 con vallas-, me dijo Heather.
Yo estaba boquiabierta, obnubilada ante tamaño portento de hombre, enorme, de músculos formidables, hermoso, cautivante, de mirada tan dominadora, como un conquistador. Parpadeé muchas veces antes de reaccionar.
-Yo soy campeona en matemáticas-, balbuceé hecha una tarada y Heather y Jones estallaron en risas.