Capítulo 18
1267palabras
2023-03-24 14:58
Teresa y Aston en realidad eran pareja, pero en ese momento, se había filtrado un video con unas escenas íntimas entre él y Jenny, revelando al mundo el verdadero tipo de mujer que ésta era.
Jenny y Aston planearon que algunas personas ridiculizaran de manera anónima a la suplente en el evento de QT. Después del accidente, todos culparon de inmediato a Teresa de lo que había sucedido.
Era la primera vez que veían a una amante tan arrogante. Los internautas insultaron a Jenny, y otros describieron en detalles la emboscada que le habían tendido a Teresa esa mañana.

Explicaron en detalles lo sucedido y afirmaron que Teresa no había lanzado al piso la torta que le obsequió la joven seguidora en público. Confirmaron que eran fanáticos de Jenny y que habían ido al aeropuerto con la idea deliberada de incriminar a Teresa.
Tampoco era cierto que Jenny estuviese totalmente ajena a lo que estaba sucediendo, pues se había comprobado que su asistente había filtrado la agenda de Teresa en las redes e incluso presentaron un plan detallado de cómo pensaban inculpar a Teresa.
Al final, le dieron las gracias a Teresa por no seguir adelante con ese asunto y afirmaron que era una persona honesta, tranquila y organizada. Tras esas declaraciones de sincero arrepentimiento, todos se convirtieron en sus fanáticos y pasaron a ser detractores de Jenny.
Ésta había sido derrotada dos veces en la misma contienda, pues al final no obtuvo ningún beneficio.
Además de los graves insultos que Jenny estaba recibiendo en las redes, todas las empresas y anunciantes decidieron retirarle el apoyo e incluso le estaban pidiendo una compensación.
Al ver lo que estaba sucediendo, Jenny ni siquiera podía sostener el teléfono sin que le temblaran las manos. Sentía que era el fin de su carrera.

"Jenny, aún tienes una carta bajo la manga! ¡Mientras lleves ese bebé en el vientre, el Sr. Potter hará de todo para protegerte! Es más, si decidieras retirarte del mundo del entretenimiento en un futuro, seguirías siendo la esposa del presidente y ¡no perderías jamás!"
El asistente la aconsejó con sumo cuidado: "Por eso, tienes que cuidarte mucho y no permitir que nada ni nadie te moleste".
Sólo después de escuchar esas palabras, Jenny logró calmarse y pensar más detenidamente en el asunto. ¿Cuánto tiempo podría Teresa vanagloriarse de su triunfo?
¡Ella nunca perdería, mientras Aston estuviera a su lado!

Cuando Howie llamó, ¡Teresa acababa de subirse al auto y se disponía a ir al hotel!
"Felicitaciones, ahora ellos están metidos en un lío mucho más grande", le dijo Howie con su tono de voz bajo y agradable, y con su particular encanto masculino.
Al oírlo, Teresa le contestó encantada: "Muchas gracias, jefe. Le agradezco que haya podido sacar un tiempo para llamarme, Sr. Simonson".
"¿Y entonces? ¿Ya se te olvidó cómo debes dirigirte a mí?", le preguntó él.
Teresa se sonrojó, pues había gente a su alrededor, y le daba vergüenza llamarlo "esposo". Luego le respondió con pesar: "Lo siento, no puedo irme a casa esta noche".
"¿Estás segura? ¿Y si ocurriera un milagro?", dijo Howie con seriedad y añadió: "¿Me das un beso?"
"¿Cómo voy a darte un beso, si estoy al otro lado de la línea?", le respondió ella en voz baja.
Después de decir eso, Teresa sentía que tenía el rostro en llamas, y colgó la llamada con timidez.
Howie miró con cariño el móvil y luego se sonrió y le dijo a su asistente: "Por favor, necesito que me consigas unos boletos de última hora y que me traigas todos los documentos para firmarlos ahora mismo".
Él estaba deseoso de darle esa sorpresa a Teresa.
Ella no tuvo ni tiempo de pensar en lo que él le quería decir. Agarró un taxi para ir al hotel y dejar su equipaje, y después salió a toda prisa hacia su sesión de fotos.
Había varias modelos extranjeras. Eran chicas de rasgos faciales bien definidos, y parecían estar muy satisfechas con la sesión.
Al ver la mirada indiferente de Teresa, el fotógrafo se sintió muy preocupado, pues creía que ella no cubriría las expectativas, ya que en el modelaje sólo se debía posar unos segundos, y al instante todo había terminado. Sin embargo, era mucho más difícil pedirle a una modelo que se identificara con un producto y que posara de forma sinérgica con el mismo.
A Teresa no le importaba lo que las demás personas pudieran pensar de ella. Su único propósito era demostrar su habilidad para posar sinérgicamente con ese producto o con cualquier otro.
Después de saludarle, ella se fue al probador a cambiarse de ropa. El nuevo atuendo le resaltó a la perfección su espléndida figura, y todos se quedaron boquiabiertos al verla.
Teresa llevaba puesta una impresionante chaqueta de cuero negro, a juego con una mini falda. Lucía elegante y encantadora a la vez. A decir verdad, se veía bien con cualquier prenda de vestir.
Desafortunadamente, tenía la misma expresión indiferente, y el fotógrafo estaba muy preocupado por el hecho de que ella no brillara durante la sesión.
Entonces decidió describir el objetivo de la sesión: "Estas fotos tiene un estilo autónomo y salvaje. Por eso, necesito que imagines que eres una gata salvaje con el más alto rango en el reino animal".
Casi al instante, Teresa captó lo que quería el fotógrafo.
"Está bien, ya entendí".
Por lo general, ese tipo de tomas se hacía en grupos con diferentes ángulos, y luego ellos elegían la mejor. El estándar para las modelos asiáticas no era muy alto y por ello, el fotógrafo no tenía muchas esperanzas.
"Está bien, vamos a tomar las fotos individuales primero. Ve alistándote".
Las modelos fueron pasando una tras otra, y se tomaron las fotos demostrando gran profesionalismo.
Teresa fue la última en pasar. Su apariencia no era tan exquisita como la de las modelos del país E, y de no haber sido por su excelente desempeño, no habría podido sobresalir entre ellas.
Cuando llegó su turno, caminó frente a la cámara, llevando la última colección de joyas en forma de lágrima de QT, demostrando que estaba lista para la sesión.
El camarógrafo le enseñó muchas poses que podrían mostrar el encanto y la arrogancia de una gata salvaje, pero ella le respondió con indiferencia. Los fotógrafos sentían pánico de las modelos inexpertas que no se mostraban interesadas en aprender.
"Vamos a tomar uno primero".
Sin embargo, Teresa dijo con gran seguridad: "Simplemente toma las fotos de una vez".
"Bueno, pero sólo haríamos una sola toma", respondió el fotógrafo con seriedad.
Él pensó que al responderle de esa manera, Teresa se asustaría pero para su sorpresa, ella asintió con total tranquilidad.
Varias modelos se burlaron de ella por sobreestimarse y no aprovechar las otras oportunidades que le estaban dando. Por el contrario, esa joven insistía en arruinar su sesión de fotos. ¿Por qué querría complicar las cosas de esa manera?
Bajo la mirada burlona de los demás, Teresa cambió inmediatamente de actitud. Al instante, apoyó una sola rodilla en el piso y apretó el dedo índice con sus delgados labios. Los extremos de sus ojos y las cejas lucían realmente encantadores, dándole la apariencia de una verdadera gatita salvaje y perezosa. 
¡Teresa se había transformado totalmente!
Especialmente, las joyas en forma de lágrimas que llevaba en la muñeca se tornaron más nobles, junto a sus delgados labios, integrándose por completo a ella.
El fotógrafo no esperaba que Teresa fuese tan profesional. De hecho, todos los presentes se quedaron atónitos, y a medida que iba tomando fotos, él se sintió cada vez más satisfecho con su trabajo.