Capítulo 10
1328palabras
2023-03-24 10:59
Teresa estaba muy contenta de haberse encontrado con Howie, quien era muy diferente de Aston. El primero era un hombre devoto y capaz, mientras que el otro era un depredador que tomaba a sus presas con el simple propósito de mostrar su dominio.
"¿Me estás mirando tan insistentemente, porque quieres que te bese?".
Ella suspiró, pero en lugar de responder, se apoyó en él, buscando afecto. Después de unos segundos, preguntó: "¿Podrías llevarme a un lugar antes de ir a casa?". Luego se lo quedó mirando con incertidumbre.

"¡Claro!", respondió él sonriendo. "Estoy dispuesto a acompañarte adonde quieras".
Cada vez que Teresa se acercaba a él, se sentía muy nerviosa, especialmente después de su noche romántica. En ese momento, estaba roja de vergüenza.
Howie permitió que ella se recargara en su pecho sin decir nada, pero la sonrisa que tenía en el rostro se mantuvo allí durante mucho tiempo. Ella lo ponía de buen humor.
De manera que se dirigieron al famoso Blossom Hill, en los suburbios del este. Ahí era donde Teresa y Aston se conocieron, y a menudo regresaban a ese lugar.
Una vez que ella se decidió, contestó el teléfono. "Arreglemos las cosas donde empezaron. ¿Todavía recuerdas Blossom Hill? Te esperaré allí, aunque si no llegas, no importa".
Dicho eso, ella colgó la llamada.

Aston encendió el motor del auto y partió hacia allá de inmediato. Aunque había gozaba la relación con Jenny, nunca había pensado en renunciar a Teresa.
Después de todo, era una chica fácil de engañar y, sobre todo, le gustaba que siempre lo obedecía. Aunque lo más importante para él eran sus antecedentes familiares tan convenientes. Por otro lado, ella era una buena mujer.
Teresa miró a Howie con remordimiento y prometió: "Esta es la última vez que contestaré sus llamadas".
Sin embargo, él no respondió, simplemente la rodeó con sus brazos y la besó. En realidad, quería demostrarle su apoyo incondicional.

No muy lejos de Blossom Hill, había un hotel de cinco estrellas. Howie la llevó allí para una cena a la luz de las velas y, una vez que ellos dos se sentaron a la mesa, en la puerta de entrada apareció una figura familiar.
Era Aston, quien se paró ahí volteando hacia todos lados, pensando que ella ya había llegado; pero no la encontró. Así que tendría que esperar, tal y como lo había hecho antes tantas veces Teresa.
Ahora que ella lo pensaba, se daba cuenta de que era realmente ridículo. ¿Había valido la pena esperar tanto tiempo a un idiota como él?
¿No le gustaba jugar con los sentimientos de la gente, dejarlos plantados y burlarse de ellos?
Teresa quería vengarse e iba a hacer que pagara diez veces lo que le había hecho.
"¿Lo único que harás para castigarlo será tenerlo esperando?", preguntó Howie con curiosidad.
"Por supuesto que no. Me debe demasiado, así que haré que pague lentamente".
Él se dio cuenta de que su esposa realmente había superado a Aston. Sin embargo, después de lo que esos dos bastardos habían hecho, Teresa no estaba dispuesta a perdonarlos, y quería vengarse de todas las humillaciones por las que había pasado.
"No perdamos el tiempo en cosas tristes y empecemos a comer. Han traído en avión desde el País F el bistec que nos sirvieron; ¡su sabor es estupendo!".
Howie solía ser quisquilloso con la carne, así que la miró sorprendido. "Lo pediste especialmente para mí, ¿cierto?".
"Así es. Tú sabes que me gusta el foie gras. ¿Cómo no sabría que a mi esposo le gusta un buen corte de carne?", respondió Teresa con orgullo.
Siempre había sido muy detallista, especialmente cuando se trataba de las personas que le importaban.
Howie se llevó un bocado de bistec a la boca y sonrió. "¡Eres una esposa muy considerada! Definitivamente, nunca podré dejarte. ¿Qué me has hecho?".
"¡Eso me parece genial! De hecho, no pensaba divorciarme", respondió Teresa con confianza.
Desde el momento en que tramitaron el certificado de matrimonio, ella tomó la decisión de pasar el resto de su vida con ese hombre.
Mientras tanto, Aston estaba esperándola ansiosamente, y marcaba su número de teléfono sin cesar.
Sin embargo, ella estaba muy a gusto cenando con su marido, sin preocuparse por él.
Howie se dio cuenta de que ella no era tan débil como parecía, al ver sus habilidades para manejar los rumores en Internet.
Aunque fuera una mujer tan capaz, él no permitiría que nadie la intimidara.
No pasó mucho tiempo para que Aston se impacientara, pero sabía que no podía irse, sin importar lo molesto que estuviera. Así que llamó a Teresa una y otra vez, pero su teléfono estaba apagado.
¡Estaba tan lleno de rabia que quería aventar el aparato al suelo para que se rompiera en pedacitos!
Después de que Howie y Teresa terminaron de cenar, vieron que Aston todavía estaba esperando en la calle, frente a la entrada.
"¿Quieres seguir aquí, observándolo?".
"No hay necesidad, vámonos a casa".
Howie la llevó hacia la puerta lateral del edificio y salieron sin que él los viera. Entonces, se dirigieron al apartamento de Teresa.
Ella sacó de los cajones algunas prendas de vestir, sus joyas valiosas, sus dispositivos electrónicos y metió en su maleta todo aquello que pensó indispensable.
Encontró un sobre con algunas fotografías de ella y de Aston y las tiró a la basura, así como todas las cosas que tenía de él.
Howie se sentó en el sofá para esperarla pacientemente. En la pared colgaba una foto de Teresa con un vestido blanco y un ramo de flores en las manos. Su sonrisa era dulce, mucho más que esas hermosas flores.
Teresa le echó un último vistazo a la casa, tomó su maleta y un peluche que estaba sobre el sofá.
"Solo llevaré esto conmigo".
"¿No quieres recoger algo más?".
"No". Teresa sacudió con firmeza la cabeza, con un dejo de tristeza en los ojos.
Howie se inclinó para abrazarla y la besó intempestivamente, entonces ella, quien había sido tomada por sorpresa, hundió la cabeza en su pecho.
Los dos se acurrucaron uno junto al otro, lo cual hizo que Teresa se sintiera muy a gusto. Quería depender más de él.
"¿Serán mejores tus recuerdos sobre este lugar con este abrazo?". La voz de Howie era particularmente seductora, casi mágica.
Teresa podía sentir la poderosa energía que emanaba de su cuerpo, y fantaseó con tener una vida feliz a su lado, con la certeza de que así sería.
En la entrada de Blossom Hill, Aston esperó durante casi cinco horas, pero fue inútil, no vio ningún rastro de Teresa.
Por otro lado, Jenny no tenía la intención de dejarlos pasar una sola noche solos y empezó a llamar insistentemente.
"Aston, tengo miedo, me duele el estómago, no sé qué hacer. ¿Estás en tu casa? Yo estoy en la puerta. ¿Podrías venir y abrirme?".
Él no tuvo más remedio que regresar a su casa. Al ver la mirada angustiada de Jenny, la abrazó con fuerza para consolarla. "No te preocupes. Yo me encargaré de todo y tú estarás bien".
"Solo te tengo a ti y a tu bebé. No puedes abandonarnos".
Aston la llevó a la habitación y se encargó de hacerla sentir bien, con toda la paciencia de la que era capaz. Una vez que ella se quedó dormida, él fue a su estudio y le envió un mensaje al equipo de relaciones públicas de la empresa.
A las cuatro de la mañana, Spark emitió un comunicado sobre las fotos que habían publicado en Internet. Afirmaron que en las imágenes, Aston estaba tratando de ayudar a Jenny a levantarse, porque ella no podía mover la pierna, pero que alguien había tomado esas fotos desde un ángulo que hacía que las cosas parecieran diferentes, con el objetivo de que se malinterpretaran.
Agregaron a la declaración: "Nuestra empresa espera que el público se mantenga en el lado de la racionalidad y no se dejen engañar por gente maliciosa como la señorita Teresa Holland".