Capítulo 45
1019palabras
2023-04-26 07:21
POV LILITH
La casa que antes era de la abuela de Emmet era demasiado linda o capaz, me parecía linda porque no era tan grande como la casa de mis suegros, la cual era el triple que esta.
-Por lo menos no nos van a tener 100 % controlados- Dice en un suspiro Maikel bajando del auto- Vamos a tener dos semanas interesantes en este lugar.
Yo le sonreí, aunque él estaba tan equivocado, si nos ordenaron mudarnos a este sitio fue 100 % para controlarnos, no sé si a todos, pero estaba segura de que si a Emmet y a mí.
Cuando habíamos llegado a la cabaña para decirles a los chicos lo que nuestros padres habían ordenado, pensamos que todos se iban a negar y así seriamos más negándonos a la locura de tener que mudarnos a un sitio que ni conocíamos, cuando teníamos un sitio que era completamente seguro para nosotros, sin embargo, los gemelos no se habían negado y Aine que era la que siempre le gustaba contradecir a los adultos, misteriosamente, había aceptado hacer lo que ellos dijeran.
- Por lo menos vamos a estar tranquilos- Dice Tomás bajándose del auto con una mochila en los hombros- Dos semanas más sin el internado son como vacaciones.
-No van a ser vacaciones- Espeto enojada- Vinimos acá porque quieren que aprendamos a utilizar todas nuestras habilidades o por lo menos eso es lo que dio a entender mi querido suegro y padre.
- Eso no es nada que no hagamos en el internado- Dice Emmet sacando algunos bolsos de la parte trasera del auto- Y también lo podíamos hacer en la cabaña, pero como siempre mi padre quiere controlar todo a su paso, necesita tenerme vigilado las 24/7 y ustedes fueron arrastrados conmigo.
-Dejen de estar enojados con sus viejos- Dice Maikel entrando a la casa y yo lo sigo- Hoy todos cocinaremos una nueva receta que aprendí.
Yo rodé los ojos y Aine se rio sabiendo que esta noche algo iba a terminar quemándose, si todos nos metíamos en la cocina, Maikel y tomas no tenían mucha paciencia como para enseñar a tres personas que ni siquiera sabíamos hervir el agua.
POV JONH
-Tendríamos que haberlos dejado un día más en la cabaña- Le susurre a mi amigo- Les estamos forzando a hacer algo que ellos no quieren y cuando tú le digas la verdad a Emmet sabes que no solo tus hijos te odiaran, sino que también los que estaban con Emmet.
-Esto lo hice más que nada por el hecho de que tu hija y el mío ya se acostaron y él la marco- Me dice masajeándose la cien, sabía que esto lo ponía de mal humor y a mí también, no pensé que mi hija ya no era solo eso, sino que también la próxima luna de los lobos, quería matar a mi ahijado- Sabes que si no se controlan ella puede quedar embarazada y es lo menos que queremos, ellos aún son chicos para ser padres.
-Mi hija es chica- Murmuro y después levanto los brazos en forma de rendición sabiendo que estaba enojado y mis comentarios lo ponía más enojado- Pero es la verdad tu hijo acaba de cumplir los 19 a esa edad Isabella lo tuvo a Alex y tú lo sabes, en cambio, Lilith es chica para quedar embarazada y si ella no lo quiere tener una píldora no la libraría del embarazo.
- Por eso te estoy diciendo que es mejor tenerlos vigilados, no podemos dejar que ellos cometan un error de lo cual después se arrepientan- Me explica- Aparte aún tienen que terminar el instituto y posteriormente pensar en que quieren hacer.
-Y si nosotros no nos ponemos las pilas en encontrar una forma de que yo vuelva al pasado ese después no va a ser posible- Le informa cansado- Busque por toda la maldita casa ese pergamino, pero no lo encuentro, o mi padre lo desapareció antes de que él muriera o alguien más lo tiene.
- ¿Estás pensado en Daniel?
Yo asiento sin decir nada, Daniel no ha querido regresar a Nueva Orleans a pesar de que le había pedido que lo haga por el bien de Lilith, sin embargo, él me había dicho que no iba a volver, no por el momento y eso quería decir que había una razón por la que él desidia quedarse fuera de todo esto, o sabía cómo iba a terminar o alguien le había pedido que no interviniera.
-No intervengas, me dijo la última vez que lo llame-Le susurre a Dominic- No sé si se refería a su vida o a la vida de Lilith.
-Sabemos que tu primo siempre fue muy misterioso- Me dice como si eso fuera un consuelo- Pero estoy seguro de que si supiera algo que le pudiera pasar a los hijos de Isabella él sería el primero en advertirte, sabes que el ciego amor que sentía por ella era tan profundo que no creo que quiera que algo le pase a lo único que le queda de ella.
Y a pesar de que esas palabras me tendrían que haber tranquilizado, no lo hicieron, conocía demasiado bien a los integrantes de mi familia, cuando se obsesionaban con algo no había marcha atrás en nada y la obsesión de mi primo había sido mi mujer, porque si una cosa tenía clara era que él jamás la amo, él se obsesionó con ella de una forma que no fue sana por eso mi mamá había decidido mandarlo lejos de nosotros, no porque le importara yo o Isabella sino porque no quería que él perdiera el control y los demás jugaran a la familia.
De cualquier manera, si mi primo sabio de la profecía y dejaba que dañaran a unos de mis hijos, iba a encontrar una forma de vengarme de él, pero primero tenía que saber si la tenía y la única forma era ir hasta donde él estaba, pero para eso tenía que llevar a un brujo poderoso conmigo o a un ángel que me ayudara y tenía la persona correcta para ese trabajo.