Nan Qi había quedado con parálisis cerebral debido a la falta de oxígeno que sufrió al nacer y tenía discapacidades mentales graves.
Para colmo, el segundo año después de que Qi Siyuan y su esposa la adoptaran, se cayó de un árbol y estuvo a punto de morir.
En un intento de salvar su vida, sus padres adoptivos se arriesgaron a inyectarle la droga del Universo 1, que se había mantenido en secreto.

Un mero mililitro de medicina bastó para transformar a Nan Qi, una niña con discapacidad mental, en un prodigio. Además, sus funciones corporales se desarrollaron al extremo: podía levantar fácilmente 100 kg con una sola mano.
Sin embargo, a partir de ese momento, sus genes cambiaron y por lo tanto eran diferentes a los de la gente común.
Solo en términos de reproducción, era imposible para ella tener hijos con personas del planeta Tierra.
Además, era imposible que ella estuviera a salvo con el Universo 1 indefinidamente dentro de su organismo. Esa cosa era como una bomba de tiempo y no sabía cuándo explotaría.
Lo único seguro era que, una vez que explotara, las consecuencias serían impredecibles.
A lo largo de los años, sus padres se habían esforzado por encontrar una solución, pero desafortunadamente todas las muestras del Universo 1 habían desaparecido.

Por eso, desde que quedó embarazada, el corazón de Nan Qi se encontraba acongojado.
Estaba realmente preocupada de que algo anduviera mal con el niño. Podría vivir con un simple defecto genético, pero si daba a luz a un mutante...
"Profesor Zhang, abra la puerta", dijo Nan Qi, cambiando de tema luego de reprimir la terrible idea que había cruzado por su cabeza.
"Es muy peligroso", dijo el profesor, porque había escuchado que ella estaba allí para un chequeo prenatal. Por lo tanto, no quería que corriera riesgos.

"Mi instructor me ha educado desde que era una niña. Es mi responsabilidad proteger a mi país. Aunque ya esté retirada, nunca olvidaré que hice un juramento".
Mientras hablaba, la expresión de Nan Qi era muy tranquila pero también seria.
Si se tratara de una organización terrorista ordinaria, no estaría tan preocupada, pero estos tenían un arma nuclear.
Si la utilizaban, cientos de miles de personas sufrirían.
Luego de su charla con el profesor Zhang, el dolor en su abdomen disminuyó y la sangre no volvió a fluir. Cuando terminaron de conversar ya se sentía bien de nuevo.
Sin embargo, aunque ella ya estaba retirada, tenía que hacer algo.
A todo esto, el profesor Zhang la miraba en silencio.
Obviamente no era una niña débil, pero en ese momento, el profesor Zhang la respetaba desde el fondo de su corazón.
Era una persona educada por el País A, por lo tanto podía no ser perfecta y hasta cometer errores, pero en un momento crítico no dudaría en dar el paso al frente.
Entonces el profesor Zhang no dijo nada más, sino que entró en el laboratorio y abrió la puerta.
"Gracias", dijo Nan Qi y tomó la caja de seguridad con contraseña que habían colocado temporalmente sobre la mesa.
"¿Qué estás haciendo?", inquirió el profesor, que de repente tuvo un mal presentimiento.
"Lo siento, profesor Zhang. No importa si lo que dijo es cierto o no, tengo que llevarme una muestra del medicamento". Dicho esto, Nan Qi abrió hábilmente la caja de seguridad, sacó un vial con la sustancia y lo puso en su ropa interior. Dejando en su lugar a los otros dos, dio media vuelta para retirarse.
No sabía si esos viales contenían el Universo 1, pero, como estaban de una forma u otra involucrados en el asunto, tenía que llevarse alguna muestra.
No se trataba solo de su propia seguridad, sino también la de su hijo.
Detrás de ella, el profesor Zhang parecía nervioso y preocupado, por lo que Nan Qi se detuvo y lo miró: "No se preocupe, no usaré este medicamento para hacer nada malo. Por favor, guarde mi secreto y no mencione nada sobre mí a nadie".
Después de salir del laboratorio subterráneo, Nan Qi no fue inmediatamente al pasillo para asistir a los rehenes. En cambio, primero fue al vestuario para cambiarse y controlar el sangrado.
Afortunadamente, la cantidad de sangre no era demasiada: desde un punto de vista médico no parecía ser un aborto espontáneo.
Luego tuvo que encontrar una sala de ordenadores para ponerse en contacto con el mundo exterior.
Después de todo, no importaba cuán buenas fueran sus habilidades como artista marcial: igualmente tenía miedo. Además, no era tan estúpida como para luchar sola contra tantos terroristas.
Esos delincuentes estaban bien preparados, no solo habían cortado toda comunicación en el hospital, sino que también bloquearon las señales externas.
Sin embargo, eso no representaba un problema para Nan Qi que, unos minutos más tarde, recibió una señal y pirateó la sede estratégica local.
Cuando estaba a punto de enviar un mensaje para identificarse, se oyeron unos pasos ligeros desde el pasillo, del otro lado de la puerta. Se estaban acercando más y más, como si vinieran directamente hacia la habitación en la que ella estaba.
¿Quién podría ser?
¿Un terrorista?
¿Un militar?
Además, quien se estaba acercando era extremadamente hábil: si no fuera por su audición excelente, no habría podido detectarlo en absoluto.
Obviamente, la otra persona era un asesino experimentado y estaba entrenado en ataques furtivos.
Si era un enemigo, estaba en serios problemas.
Entonces rápidamente analizó la posición del oponente en su mente y luego se movió para apoyarse en silencio contra la parte posterior de la puerta. Escuchaba claramente el sonido de los pasos que se detenían frente a ella, e incluso oyó una respiración. 
El enemigo estaba justo afuera de la puerta, tal vez calculando cómo matarla.
Al pensar en esto, los ojos de Nan Qi brillaron con ferocidad.
Sin importar quién fuera la otra parte, tenía que tomar medidas por el bien de su propia seguridad.
Entonces, abrió la puerta repentinamente y arrojó una daga a su oponente mientras, al mismo tiempo, saltaba y le daba una patada en la cabeza.
Inesperadamente, la otra parte estaba preparada por lo que la agarró de las piernas y la tiró al suelo. Luego aprovechó la situación para arrodillarse sobre su pecho y presionó un arma fría contra su frente.
Sin darse por vencida, Nan Qi tomó otra daga y la presionó contra la garganta de su oponente.
Luego, como la otra parte no esperaba que ella pudiera defenderse en esa situación, no se atrevió a actuar precipitadamente.
En ese momento sus ojos se encontraron: ambos habían quedado a merced del otro. 
Entonces Nan Qi pudo ver claramente la apariencia de su enemigo.
Inmediatamente sus ojos brillaron con un destello de sorpresa y soltó: "¿De qué departamento eres?"
Frente a ella había un hombre de mediana edad de unos treinta años, ni guapo ni feo. En resumen, era una persona ordinaria que ella no recordaba haber visto antes.
Incluso si él la hubiera rozado innumerables veces, ella nunca hubiera sido capaz de reconocerlo.
En el departamento de inteligencia del País A, los agentes principales a menudo usaban una nano máscara facial especial para ocultar sus identidades cuando estaban de encubierto. 
La característica más importante de estas máscaras era que no tenían características especiales y no podían ser identificadas, como la cara que tenía delante en ese momento.
En otras palabras, era muy probable que el hombre con esa cara fuera un agente secreto disfrazado.
"¿Y qué hay de ti?", dijo el hombre, que no solo no respondió a su pregunta, sino que también la interrogó.
Su voz era baja y magnética, y sonaba agradable a pesar del dispositivo de cambio de voz.
Sin embargo, le parecía haber oído esa voz en alguna parte...
"D-D-Devil ... Devil King ...", soltó ella con incredulidad luego de que una idea pasara por su mente.
Aunque siempre terminaba siendo castigada por intentar acercarse, solo había logrado ver en persona al comandante del Noveno Ejército, el ex comandante del Departamento de Inteligencia Militar, una sola vez.
Hacía dos años, el País A había descubierto que alguien había instalado un laboratorio ilegal en Dulong, una isla pequeña y aislada ubicada en medio del Océano Pacífico. Parecía que allí estaban estudiando en secreto el Universo 1.
Devil King, sin inmutarse, había dirigido al Noveno Ejército para destruir a los rebeldes.
En esa ocasión, para proteger su propia vida, Nan Qi había ido primero al laboratorio para tomar un vial de la droga.
Después de robar, por fin, el vial y salir del laboratorio, apareció un hombre, de unos treinta años, con un físico fuerte y un rostro maduro, que la atacó violentamente sin decir una palabra. Lo más triste es que el vial se hizo añicos en la pelea.
Nan Qi no pudo vencerlo, por lo que tuvo que revelar su verdadera identidad.
Devil King no la mató en el acto, pero la obligó a ver cómo destruía el laboratorio junto con todas las muestras de la drogas. Luego le dijo cruelmente al oído: "Este tipo de cosas son perniciosas y no deberían existir en este mundo".
Después de eso, la amarraron, la llevaron de vuelta al cuartel militar y la encerraron.
Originalmente, habían planeado encarcelarla durante tres años, sin embargo, los colegas de la 13ª División "casualmente" atraparon a dos figuras importantes de la División de Inteligencia Militar que habían cometido errores graves, por lo tanto organizaron un intercambio de esas dos personas por ella.
Nan Qi había estado en la cúspide de su vida y de sus capacidades desde que le inyectaron el Universo 1.
Sin embargo, cada vez que se enfrentaba a Devil King, salía perdiendo.
Esa única confrontación en la isla Dulong había sido suficiente para que ella recordara su voz, y cada vez que pensaba en ella apretaba los dientes con odio.
"¿Demon?" , dijo Devil King, que también la reconoció.