Capítulo 17
2395palabras
2023-01-17 03:18
Todos están dementes primera parte
Al llegar a casa todavía era temprano para que mis padres salieran del trabajo,así que pensé en aprovechar la soledad,darme un baño y luego meterme en la cama con las sabanas cubriéndome hasta el cuello.
La realidad era que mis ánimos habían decaído bastante.Comenzaba a sentir el cambio de la vida y no era para bien.Evadir a Georgia,no poder contarle a mis padres lo que sucedía,recordar a cada instante la muerte de aquel desconocido,considerar la cacería,esforzarme en fingir,intentar darle sentido a lo de Matthew Fox y reprimir los temores,era agotador.

Mis pensamientos se desvanecieron cuando abrí la puerta de mi habitación y observé la figura sentada en la silla giratoria.Tenía las piernas extendidas sobre el escritorio en donde reposaba mi laptop,y con las manos adornadas por un par de elegantes y masculinos anillos de plata,sostenía un pequeño libro de tapa dura que leía con mucha atención.
Mi cuerpo se estremeció de vergüenza.
—¡Ah! ¡Vainilla!—exclamó Isaac con una amplia y perfecta sonrisa,apartando el librito—.Te estaba esperando.
—¡¿QUE HACES CON ESO?!—bramé y a pasos rápidos me aproximé a él.
Le quite el libro de un jalón y estalló en carcajadas.Tenía un aire informal y despreocupado,y la blanca piel se le había enrojecido en las mejillas.
—Sí que da vergüenza—comentó señalando el libro mientras intentaba detener las risas—¿A qué edad lo escribiste? ¡Habla de Hunter por todas partes!—tosió un poco hasta que sus carcajadas se desvanecieron y solo quedaron risitas—.Tanto que te resistes y hay algo del club en tí.Ese lado acosador,que delicia...

—¡Ya cállate!—exclamé,disgustada y apenada por su entrometimiento—¡Lo escribí cuando tenía ocho años! ¡Era mi diario y se suponía que lo tenía bien escondido!
—¿Qué te puedo decir?—se encogió de hombros en un gesto de desinterés—tengo un gran talento para encontrar cosas.
—¿Que haces aquí en mi habitación? ¿Como fue que entraste?
Dejé el diario sobre la cama,justo debajo de la almohada,y me giré para regalarle mi mirada más dura.

—¿De verdad lo preguntas?—contestó,haciendo girar la silla como si quisiera entretenerse—.Soy un asesino,puedo entrar en cualquier lugar sin que nadie se dé cuenta,sin que nadie lo note,no dejar huellas ni rastros.Y todo eso...
—Pues existen asesinos que se han equivocado—bufé,cruzándome de brazos.
Él asintió y detuvo la silla.
—Ah,sí,pero existe un gran diferencia entre asesinos normales y el club de los asesinos.Los del club son demonios,mentes maestras y nunca pero nunca han sido atrapados.
—Supongo que hubieron grandes demonios,grandes asesinos en la historia de los asesinatos—comenté,girando los ojos.
—Sí,te sorprenderías.Pero bien,vine para entregarte tus nuevos documentos—aclaró,se levantó de la silla y señaló un sobre amarillo que reposaba sobre el escritorio—Allí está todo:identificación,acta de nacimiento,permiso para conducir...—agregó al mismo tiempo que daba pasos hacia mí.
—Bueno,muchas gracias—dije con firmeza,retrocediendo—.Eres un gran chico.
—¿Tú crees?—inquirió,y cuando no hubo más hacia donde retroceder,él colocó una mano en la puerta,hundió la otra en el bolsillo y me acorraló.Su boca se curvo en una sonrisa perversa—.Puedes agradecerme como quieras.
—Seguro que te las arreglas con Hunter porque fue él quien te pidió que hicieras esto del cambio de identidad—respondí y esbocé una sonrisa fingida.
—Sí,supongo,pero Hunter no puede darme lo que tú sí ¿Verdad?—murmuró y acompaño aquello con una risa.
—Mejor vete,Isaac.Tengo cosas que hacer.
Le di un golpe para que se apartara,pero su reacción fue rápida.Sacó la mano del bolsillo,y me dio un empujón en el hombro y con ella impidió que me alejara .Mi cuerpo volvió a encontrarse acorralado,y esa vez la cercanía entre ambos fue mayor.
Isaac olía a lujos,a la mejor y más costosa fragancia masculina.Y tenía unos ojos preciosos,claro,profundos.Me pasó una mano por el cabello,enredó sus dedos en él y los deslizó hasta que un mechón volvió a caer.
—¿Me tienes miedo,Bella?—me preguntó.
Su voz sonó más suave,pero al mismo tiempo lujuriosa,como si le fuera difícil contenerse.
—No—solté sin titubear—.Ni a tí,ni a nadie.
Él dio un paso adelante y sus piernas se enredaron con las mías.Tragué saliva ¿Y si hacía un movimiento brusco y se molestaba? No le tenía miedo,pero por un segundo la imagen de Walter acorralando aquel hombre en el bosque,me pareció igual a lo que estaba sucediendo.
—Si no te quitas,no respondo—le avisé,aunque sabía que en cualquier caso resultaría ser más fuerte que yo.Sin embargo,si trataba de gritar,patalear y golpear...
Isaac alzó las cejas y emitió una risa de burla.
—¡Pero que agresiva!—expresó y acercó su rostro hasta mi oído—.Y yo que pensé que eras tranquila.
—Lo soy,pero si te acercas así,también soy capaz de defenderme—bufé con toda la intención de sonar amenazante,pero aquello no lo inmutó en lo absoluto.
—¿Y de que te vas a defender? ¿Estoy haciendo algo indebido? Digo,lo indebido me encanta,pero no estoy haciendo ni la cuarta parte de lo que quisiera...—ronroneó sobre mis labios—.Si estás segura de que puedes contra mí o que no te haré nada,¿A qué le temes?—añadió.Estudió mi rostro con cuidado y entonces sentí un apretón en la cintura.
—¿No sabes que es hablar sin invadir el espacio personal de las personas? ¿O sin tocarlos?—reclamé y aparté su mano de mi cintura.
Él inhaló hondo y se mordió el labio inferior.
—Vainilla,yo podría... sí que podría...Y te encantaría ¿Lo sabes? No es como estar con cualquier persona,es como probar el cáliz,luego querrías más.—sus ojos entornados brillaron de deseo incluso cuando continuó hablando—:pasa que percibo todos tus temores,están muy claros para mí y se convierten en una tentación porque no hay nada que me guste más que eso.Ver una expresión de miedo podría ser mi debilidad,así que yo sería capaz de...—una de sus manos acarició mi mejilla con tal suavidad que el roce me sorprendió,hasta que de repente la sonrisa y el capricho en su mirada se esfumaron por completo como si pudiera vaciarse de ellos en un segundo—.Pero todo tu cuerpo emana su aroma.Tus ojos reflejan los suyos.Tu boca exige la suya.Tus palabras dicen su nombré.Estás marcada por él.Se pertenecen.Si no fuera de ese modo,me pedirías que te usará a mí antojo,pero no es así porque...
—Tú no eres Hunter—completé, sorprendiéndome a mí misma.
—Y somos lo suficientemente adultos como para no entrar en un estúpido conflicto por una mujer.De manera que cuando sucede que nos llama la atención lo mismo,alguno de los dos debe ceder—La sonrisa regreso a su rostro más retorcida que nunca—¿Qué crees? Yo cedí,vainilla.Por eso también vine para dejarte en claro que,si formas parte de nuestro grupo,puedes confiar plenamente en mí.Si hay algo que tenemos los asesinos,los demonios,es honor entre nuestros semejantes,eso,claro,si el respeto es mutuo.Así que ten muy en cuenta eso:No nos falles y no te fallaremos—pasó su pulgar por mi labio inferior y antes de alejarse añadió—.Ten mucho cuidado con lo que haces,porque no soy el único que puede oler el miedo.Entonces,ya sabes,no nos mates,no nos pongas en peligro a todos.
Me guiñó el ojo y salió de la habitación llevándose su aroma y mi calma consigo ¿Acaso Isaac sabía que junto a Jules estaba haciendo algunas investigaciones? ¿Y si lo sabía qué? ¿Era peligroso? Pertenecíamos al mismo grupo,él no podía traicionarnos.Bueno,yo solo era la nueva integrante—también la que fingía ser como ellos—y a mí si podía entregarme para salvar a sus amigos,pero...
No,no tenía que preocuparme.Estaba esforzándome en parecer un demonio,una más del club.le ponía todo el empeño y estaba resultando bien,Hunter ni se había quejado.Nadie podía sospechar.
Así que para no volver a abrumarme me di una ducha y le permití a mí cuerpo descansar de toda la situación.
[...]
«¡Dijo que lo enterrarían con su verdad,porque esa verdad era su mayor descubrimiento y era muy peligrosa!»
Desperté y casi caigo de la cama envuelta en las sábanas.Abrí los ojos hasta el límite y esperé unos segundos a orientarme mientras que la idea surcaba en mi mente.Matthew había dicho que lo enterrarían con su verdad,¿y si fue literal,y si realmente lo habían enterrado con ella? ¿Si en verdad Fox se había llevado sus descubrimientos a la tumba?
Tomé mi celular y lo moví entre mis manos por un instante.Necesitabamos encontrar la explicación al club de los asesinos ,porque ¿y si con ella venía también una opción de salida? No tenía que pensarlo demasiado.No tenía que dudar.
Le marqué a Jules y apenas atendió no me tome mucho tiempo en hablar:
—Hoy,media noche,cementerio de Riverdale.Lleva una pala,linternas,mascarillas y guantes de látex ¿Y crees que puedas conseguir una escalera?
—¿Mataremos a alguien?—respondió con un tono de asombro.
—¡No! traeremos la verdad muerta de Matthew Fox a la vida,abriremos su tumba.
—¡Esto definitivamente es mejor que las pijamadas que solíamos hacer!
Colgué e inmediatamente la voz de mi mamá resonó en toda la casa:
—¡Bella,cariño,ven a cenar!
Bajé las escaleras y encontré a papá en la mesa y a mamá junto a un gran tazón de pasta.Tomé asiento y cuando mamá se dio la vuelta me miró fijamente inspeccionandome.Esa vez sonrió con aprobación mientras servía la comida en los platos porque aquella ropa si le gustaba.
—¿Te fue bien en el instituto?—me preguntó con su habitual tono meloso.
—Como siempre—respondí de lo más normal.
—Pareces estar cansada—comentó papá,eso me tomó por sorpresa,y como si fuera poco añadió—:¿Todo está bien,Bella?
Quise gritar que no.Algo en mi interior deseó emerger y estallar.Sin embargo,de mí boca salió algo distinto:
—Todo está bien.
La cena transcurrió tranquila.Volví a la habitación y me preparé para ir a reunirme con el grupo.Me puse la misma gabardina,pero debajo de ella unos jeans viejos y la camisa más simple que encontré en mi armario pues necesitaba algo ligero para el encuentro en el cementerio.Incluso mientras me peinaba el cabello me divirtió un poco que el estilo estuviera ligado al ser de un asesino pues nadie esperaría precisamente personas como los demonios se preocuparían por verse bien.
Finalmente le dije a mis padres que iría a casa de Jules y advirtiéndome que no llegara tarde,me dieron un beso antes de irme.Salí de casa,tomé el camino del bosque,por suerte pude reconocer algunos árboles y no me perdí en busca del lago.
Nunca lo había visto.En mis diecisiete años de vida,jamás había llegado tan lejos como para siquiera admirarlo.La luna llena se reflejaba en él y sobre sus aguas pequeños destellos aparecían intermitentemente.Quise imaginarlo teñido de rojo por la sangre con una docena de cadáveres flotando,y para mi sorpresa fue fácil.
Camine por el borde entre a la tranquilidad nocturna hasta que vi una fogata.Al acercarmereconoci tres de los rostros de las cuatro personas que rodeaban el fuego.Estaba Robin,Penny,Isaac y también un chico desconocido.El chico tenía las manos y los pies atados con cuerdas y un grueso pañuelo le impedía hablar,emitir una palabra.Se encontraba completamente amordazado.Sus ojos estaban bien abiertos,enmarcados en lágrimas y un temor profundo.
—¡Vainilla!—exclamó Isaac al verme.Se encontraba sentado justo al lado del desconocido y cuando notó la mirada de desconcierto que le dediqué al chico,añadió—Ah,él es un amigo.No te asustes,solo nos acompaña esta noche ,vamos,siéntate con nosotros, siéntate.
El chico se removió en su posición y dijo algo que no sonó más que a balbuceos debido a la tela que cubría si boca.Parecía desesperado.Entonces me senté, dudando y lo estudié.Algunas partes de su ropa estaban rasgadas ¿Intentó defenderse y forcejeó con Isaac? También había perdido los zapatos,estaba descalzo,sus pies estaban sucios y sus tobillos muy hinchados...¿rotos? Definitivamente no podía caminar.
Aquello era completamente normal.Debía acostumbrarme,así que desvíe la mirada y observé a Penny y a Robin.Robin estaba concentrado en lo que parecía ser un cómic,mientras que Penny lo miraba y murmuraba cosas acerca de ello.
—¿Qué leen?—pregunté para sacar algo de conversación.
—Your lie april—respondió Robin sin apartar la vista.
—Ah,¿Es un cómic?
Sus cejas se fruncieron debajo de los lentes.
—¡Es un manga,mal*dita sea!—exclamó él, echándome una aterradora mirada de disgusto—¡¿Acaso es muy difícil diferenciar una cosa de otra totalmente distinta?! ¡¿Por qué las personas son tan ignorantes?!
—No es difícil,pero si no,nos interesa—murmuró Isaac,reprimiendo una risa.
—¡Puedes meterte tu desinterés por donde te quepa!—le gritó Robin al pelinegro que no se perturbó en lo absoluto.
Penny le frotó los hombros a su novio para calmarlo.
—Está oscuro,mi amor,Bella no podría saber qué es manga si no lo ve bien—le dijo ella en un tono suave.Robin entonces relajó el rostro,asintió y se reajustó las gafas metálicas.
—Lo siento,Bella—me dijo y volvió a sumirse en su lectura.
—¿Y Hunter?—inquirí,decidiendo no meterme en los delicados asuntos de cómics y mangas de Robin.
—Anda por allí—contestó Isaac con tranquilidad, encogiéndose de hombros—dijo que iría a cazar algunos pájaros.
Volví a fijarme en el desconocido que lloraba en silencio.Noté que sudaba,que gotas y gotas de sudor le corrían por la frente y el rostro,y eso se debía que estaba más cerca del fuego que cualquiera de nosotros.
—¿Por qué él está..?—musité,dejándome llevar por la curiosidad.
Isaac soltó una risa y me interrumpió.
—¿Llorando? porque es un cobarde,aunque esta mañana cuando se burló de mi bufanda y me dijo «marica» no parecía serlo—Isaac volteó a mirarlo con una gran sonrisa—Suele hacer eso a menudo.Eso de...¿Como se llama? ah,sí,Bullying.Le gusta mucho burlarse de los demás,golpear a los niños...pero él ya no piensa en hacer eso de nuevo porque es de muy mal gusto ¿Cierto,amigo mío?
El desconocido asintió con insistencia y se movió como pez en el agua.
—Claro que sí—comentó Isaac entre risas,palmeándole un hombro—.Todos en tu posición se vuelven buenos.
Una figura alta y arrogante se hizo visible entre la oscuridad y Hunter apareció sosteniendo un pájaro vivo que se retorcía de la misma forma que la víctima de Isaac.No se inmutó ante mi presencia y ni siquiera me dio un saludo, simplemente se sentó frente a la fogata,no tan cerca de mí,y colocó al pájaro sobre sus piernas para,en un gesto que no esperaba,acariciarlo.
Pobre animalito.
—¿No habían conejos?—inquirió Isaac,mirando con desagrado al pájaro.
—¿Para qué quieres conejos si ya tienes una presa?—respondió Hunter sin apartar la vista del pájaro.
—Esto no es una presa—se burló Isaac,mirando de reojo al desconocido amordazado—.Es un simple bocado.
—Pensé que lo llevarías a la cacería—comentó Hunter.
Isaac soltó una carcajada que fue disminuyendo poco a poco hasta que solo quedó una sonrisa perversa en su esculpido rostro.
—Quiero una presa especial,no basura.Ya se sabe que todos llevan una presa especial a la cacería no cualquier cosa—expresó Isaac y luego me señaló con el dedo—Aprende eso,vainilla.Tu presa tiene un significado especial.No la matas por matarla.No la atrapas por atraparla.Debes pensar en lo que te produce,en si hay algún tipo de conexión,en si merece que planees su muerte.