“¡Claro que sí, viejo!”, respondí en broma. Él solo se rio y sacudió la cabeza mientras me miraba. Le sonreí, tratando de actuar inocente. Entonces recordé que se suponía que debía estar enojada con él. “Tenía toda la intención de venir y patearte el c*lo”. Lo miré. “Pero…”. Hice una pausa. “No lo haré porque me empujaste a hacer algo que he querido hacer toda mi vida. De alguna manera, lo descubriste sin que yo te lo dijera. Solo quería decirte que gracias, papá”. Cuando terminé de hablar, tenía algunas lágrimas acumuladas en mis ojos. Tiró de mí para darme un abrazo.
De verdad deseaba que Logan fuera mi padre biológico. Era cariñoso y protector, como se suponía que debería haber sido mi verdadero padre. Hablaba conmigo y sabía cuándo algo andaba mal. También hacía que me abriera con él, incluso cuando no quería. Por ejemplo, la primera semana que estuve con él, de alguna manera, logró que le contara la historia de mi vida, incluido mi rechazo y mis problemas con mi padre biológico. Él habría sido un gran padre… Si su compañera no hubiera sido asesinada. Lamentaba lo que le había pasado.
Recordé mi antigua manada, no la consideraba mi hogar porque un hogar era donde estaba mi familia y mi familia estaba aquí con Logan. Sin embargo, no pude evitar pensar en mi mamá.

“Mamá…”.
Me había olvidado por completo de enviarle un mensaje para decirle que estaba viva y a salvo. No podía revelarle dónde estaba por miedo a que las personas que me estaban buscando la obligaran a decírselo. Tendría que ser muy cuidadosa, tal vez podría pensar en alguna forma secreta de enviarle un mensaje por correo…
Fue entonces que tuve una brillante idea.
Punto de vista de la Sra. Samantha Knightlock, la madre de Cassidy
Habían pasado casi tres meses desde que Cassidy se había ido.
No me arrepentía en lo más mínimo de haber dejado que se fuera, pero esto no significaba que no la echara de menos. Era mi niña, mi hija favorita. Siempre iluminaba la habitación en la que entraba, era cariñosa y amable con todos. Me sorprendió mucho cuando llegó a casa llorando ese día, gritando que el inútil de su compañero la había rechazado. Lo que no me sorprendió fue que Damen hubiera resultado ser su compañero. Desde que Cassidy era pequeña, siempre había mostrado un fuerte instinto protector sobre los demás, como lo haría una Luna con su manada. Siempre había sido compasiva y estaba disponible para cualquiera que la necesitara, incluso para mí.

Cassidy sabía todo lo que pasaba entre su padre y yo. Él era un hijo de p*ta bueno para nada. Me engañaba en cada oportunidad que tenía y luego actuaba como si no hubiera pasado nada, como si yo no pudiera sentir el aroma de otra mujer en su cuerpo. Una de las peores cosas era pasar junto a una mujer y reconocer su olor porque estaba mezclado con el aroma de él. ¡Algunas de ellas incluso eran mis supuestas amigas! ¡¿Cómo se habían atrevido a hacerme algo así?! Cassidy siempre había estado conmigo para consolarme. Sabía el estrés que me causaba y lo desgarrador que era tener que sentir ese dolor. Desde la primera vez que me engañó, no había vuelto a estar con él de ninguna manera. Ella me consolaba cuando sucedía, siempre estuvo conmigo sin importar qué. Era una situación extraña porque nuestros papeles estaban invertidos. Yo debería haberla consolado a ella, no al revés. Bueno, sí estaba para ella cuando me necesitaba, pero no era tan frecuente.
Hoy fue uno de los días más difíciles sin ella. Su padre me estaba engañando de nuevo y cada vez era más seguido. Ahora, era casi a diario cuando antes era cada semana y antes de eso era solo de vez en cuando. Sentía como si alguien estuviera parado sobre mi pecho y me estuviera golpeando en el vientre. Era como si me hubieran arrancado el corazón y lo hubieran quemado. No sabía cuánto más podría soportar sin Cassidy. Ella tenía un don natural para ayudarme a ignorar el dolor y hacerme olvidar lo que estaba pasando, aunque fuera solo por un momento.
Jake había estado deprimido en la casa desde el día que Cassidy se fue. Él pensaba que era su culpa y sí lo era, pero sabía que ella lo amaba y que la razón principal de su partida era por el pequeño futuro Alfa engreído que había resultado ser su compañero, Damen. Por otro lado, Briella parecía demasiado feliz de que su hermana se hubiera ido. La vigilaba más de cerca ahora, había algo sospechoso en ella y había sido así desde que se transformó por primera vez cuando solo tenía ocho años. Era como si supiera algo que nadie más sabía, algún gran secreto, uno que iba a salir a la luz en algún momento en el futuro cuando menos lo esperara. Supuse que solo era cuestión de esperar.
Había venido a la sala de correo de la manada para ver si Cassidy me había enviado alguna carta o algo para decirme que estaba viva. Todo lo que encontré en mi buzón fue un paquete pequeño. Me dirigí a la cocina de la manada, cogí un par de tijeras y lo abrí. Saqué la espuma de poliestireno que protegía lo que fuera que estaba escondido dentro. Entonces jadeé.

¿Una planta? ¿Quién me enviaría una planta? Además, una de aspecto tan agridulce.
La reconocí al instante, era una nightlock. Sonreí al ver que, en una de las hojas, alguien había dibujado un lobo aullándole a la luna. 
Solo una persona podría haberme enviado esto y sabía quién había sido, pero no sabía de dónde la había sacado. Esta planta era muy rara en los Estados Unidos.
Esta era su forma de decirme que estaba sana y salva. Lo más importante era que mi hija estaba viva.