Capítulo 4
1091palabras
2022-12-14 18:30
Punto de vista de Jacob, el hermano de Cassidy
Me sentí como un total fracasado.
¡Le fallé a mi persona favorita en todo el mundo!, mi hermana significaba más para mí que cualquier otra persona, pero simplemente nunca se lo dije ni se lo demostré; siempre había estado demasiado preocupado por mantener mi reputación. ¡Jamás me imaginé que le diría a Damen, nuestro futuro alfa, que era su pareja!; el cumpleaños de él había sido hace como un año, y si en verdad hubiera sido su pareja, seguramente ya la habría reclamado.

Se supone que así debían ser las cosas.
Por supuesto que él lo habría hecho, sabía que mi hermana no era la persona más popular de nuestra manada, pero era, por mucho, la más cariñosa, y, contrario a lo que ella pensaba, era hermosa; creo que lo que la hacía tan bonita era la seguridad que mostraba. Tenía que admitir que la envidiaba, es decir, sí, ella podría perder algunos kilos o llamar un poco más la atención, pero era perfecta tal y como era, incluso con sus peculiaridades. ¿Qué más podía decir?, ella era mi hermanita y la amaba, aunque no lo pareciera; Cassidy era el tipo de persona que quería que fuera mi pareja, alguien cariñosa, dulce, confiada, hermosa, que ponía a los demás primero, y con principios, como el de esperar a su pareja.
Después de que Cassidy se fue, me lamenté por no haberme puesto de su lado y haber hecho ese escándalo; sabía que ella odiaba llamar la atención y que yo era quien estaba haciendo la escena. La había defraudado muchas veces, y aunque me sentí como un completo idiota cuando vi sus ojos llenos de lágrimas, simplemente mi orgullo no me permitió retractarme. Seguí con mi día como de costumbre, fui a todas mis clases, bromeé con mis amigos e incluso coqueteé con algunas chicas,pero en realidad esperaba encontrar a mi pareja.
Nadie sabía que era virgen, excepto Cass, no sé cómo se había dado cuenta, pero lo sabía, y por fortuna, nunca me juzgó, ni a mí ni a nadie; si conocía algún secreto de alguien, se lo guardaba para sí misma. Nunca participaba en chismes ni difundía rumores como esas z*rras superficiales que lo hacían en todo momento; Cass realmente podría ser una gran líder, nunca mentía, era como una pequeña santa. ¡Un momento!
¿Cómo pude haber sido tan estúpido?
Cassidy, mi hermana, nunca mentía, ¡y la acusé de eso frente a toda la m*ldita escuela!, cómo es que había olvidado que ella era tan mala mintiendo que cuando lo hacía, se sentía muy culpable y siempre terminaba confesando la verdad. Nos habíamos dado cuenta de eso cuando Cassidy rompió por accidente la bola de Navidad favorita de mamá y dijo que había sido el 'viento'; es decir, en primer lugar, fue una mentira terrible, porque estábamos dentro, y en segundo lugar, se puso tan ansiosa que comenzó a llorar mientras estábamos abriendo los regalos y confesó que la había dejado caer por accidente. Temblaba sin parar porque pensó que no podría abrir sus regalos, fue muy divertido y, desde ese día, mi hermana nunca había intentado mentir de nuevo.

¿Cómo pude haber sido tan mal hermano?, tenía que regresar a casa, así que tan pronto como sonó la campana, salté de mi asiento y corrí a mi coche. Briella tendría que buscar la forma de llegar a casa por su cuenta; sabía que estaría molesta, pero me importaba un c*rajo, porque ella era la razón por la que Cassidy se sentía tan cohibida. Briella era una p*rra, así de simple, y en ese momento solo quería estar con mi hermana favorita, ¡debía disculparme con ella lo antes posible!
Al llegar a casa, salí corriendo del coche, entré por la puerta principal y encontré a mi madre sentada en el sofá; me hizo señas para que me acercara a ella, parecía como si me estuviera esperando, pero no entendía por qué.
"Siéntate ahora mismo, Jacob Mathew", tenía un tono helado, poco común en ella, y una mirada severa; nunca se enfadaba con nosotros ni nos regañaba, así que entendí que estaba en serios problemas, supuse que se había enterado de lo sucedido en la escuela.
"Antes que nada, me gustaría decirte que me da vergüenza tus acciones de hoy, ¡creí que te había criado mejor que eso! Pensé que te preocupabas por tu hermana, pero simplemente la insultaste y la llamaste mentirosa, cuando bien sabes que ella en realidad no sabe mentir. En segundo lugar, estás castigado hasta que considere que sea suficiente". Asentí, debía asumir toda la responsabilidad por mis acciones, luego mi madre respiró profundo y continuó: "Lo último que debo decirte quizá sea lo más difícil con lo que haya tenido que lidiar hasta ahora, y eso que he soportado años de constantes traiciones de tu padre". Las lágrimas se empezaron a acumular en sus ojos, los mismos de Cassidy, se parecía tanto a mamá que daba miedo; sentía que las había defraudado a las dos, hoy había visto los ojos de ambas llenos de lágrimas. "Cassidy se ha marchado, mi niña se ha ido", exclamó.

Me levanté de un salto: "¡¿Qué quieres decir con que se ha ido?! No puede, ¡no puede convertirse en una canalla!, ¡no puede cortar todos sus lazos con la manada!" Después, me hundí de nuevo en el sofá, probablemente tenía los ojos llenos de lágrimas: "¡No se puede haber ido, mamá! Ella no se iría así", no lo creía, tenía que verlo yo mismo, así que salté del sofá una vez más, ignorando las protestas de mi madre, y subí corriendo hasta la habitación de Cassidy.
La habitación que antes había albergado todas las pertenencias de mi hermana ahora parecía como si nadie hubiera estado allí antes; las pocas fotos de las paredes habían desaparecido, los cajones se encontraban vacíos y abiertos, y todo, incluidas las cosas de su pequeño baño, se había esfumado. Si no fuera porque todavía persistía su olor, no habría pensado que alguna vez alguien ocupó esta habitación; escaneé el lugar y mis ojos finalmente se fijaron en la cama, había una carta sobre las almohadas que decía: "A quien encuentre esto".
Crucé la habitación con pasos lentos, recogí la carta, la abrí y la leí. Me sentía furioso, con el corazón roto y profundamente herido, ¿cómo pude haber hecho esto?, ¿la lastimé tanto que se había marchado?; no, esa no podía ser la única razón.
Entonces saqué el móvil de mi bolsillo y llamé a Damen.