Capítulo 28
2554palabras
2022-11-14 11:38
Al cabo de unas cuantas horas de que Raíza lo dejó, el afortunado poseedor de la legendaria Espada del Destino despertó completamente recuperado, aunque tenía manchas de sangre seca, ya no le dolían sus heridas y la sangre se volvía polvo diluyéndose con el viento al sacudírsela con las manos, sacudió su cabello y aunque se sentía algo reseco no estaba pegado ni enredado, se puso de pie para checar si todo estaba bien y así fue, ya nada le dolía, recargado en la piedra miró al cielo y aunque había muchas estrellas, no pudo ver a la estrella solitaria, el recuerdo de la princesa apareció en su mente cuando esperaba el amanecer, y sacando su navaja 07 se puso a raspar un costado de la piedra, paulatinamente fueron apareciendo los rasgos de quien estaba en sus recuerdos, continuó haciendo sus rayones y marcando sus relieves por aquí y por allá, se asombrándose sinceramente al ver el resultado obtenido.
-¡Que me rapen! –dijo creyendo que estaba solo. -Me ha salido tan perfecto el dibujo raspado en la piedra en altos y bajos relieves, que hasta parece hecho por un escultor griego o un historiador egipcio, yo nunca había hecho algo como esto, ni siquiera había podido dibujar a lápiz tan perfecto como esto, se me hace que es una de mis nuevas habilidades.
Se abrazó a la piedra apoyando el rostro sobre el dibujo de la chica, y uno de sus versos olvidados regresó a su mente. 

Desvelado.
Desvelado y con ojeras.
Admirando tú fotografía en mi pared
Pensando en cómo romper las barreras.
Que me separan de tu piel.
Te quiero tanto cariño mío

Tú tan linda, dulce e inocente
Me siento ya como algo tuyo
Cristalina como el agua de una fuente
Tu sonrisa coqueta y tu mirada indiferente

Me dicen que existen 1000 formas de llegar a quererte
Pero solo una manera de amarte.
Desvelado y enamorado
Imaginando el día en que pueda mirarte
Acercarme a ti y de tus manos tomarte
Al mirarte a los ojos y acariciar tu cabello.
Acercarme a tus labios y preguntarte
¿Cuál es esa única manera de amarte?
Cuando esté contigo
Y sientas la necesidad de abrazarme
Tan sólo te pido que antes de besarme
Busques muy bien dentro de tu corazón.
A ver si lo que puedes darme
Es un verdadero amor.
Y ahí, apoyado en la piedra, casi sin moverse.
Y sin tocar su armónica, lo recitó y una vez más el viento se lo llevó como furtivo ladrón, mientras una luz tan clara y constante, como si fluyera de un reflector mercurial le iluminaba el rostro desde el cielo.
-¡B’eila, amiga! ¿Dónde has estado? Me has hecho tanta falta, si te contara lo que me ha pasado, no lo creerías.
-Claro que lo creería amigo mío porque todo habitante de Fíria se está enterando, y corre el rumor por todos lados, que el humano poseedor de la Espada del Destino, ha comenzado a destruir nuestro mundo.
-¡No, B’eila! ¿Cómo puedes creer eso de mí? Yo no vine a destruir su mundo; ¡Ni siquiera sé a qué vine! No permitas que piensen eso de mí; ¡Me odiaran! Y yo no quiero ser odiado, más me gustaría pasar desapercibido y regresarme por donde vine, sin que nadie tenga el más mínimo recuerdo de mi paso por este mundo, y ahora dices que creen que soy un destructor de mundos.
-No te preocupes peregrino que yo sé muy bien que no viniste a destruir nuestro mundo, y que lo que pasó esta tarde en el Valle de Mirídia lo hiciste tan sólo por defenderte, nadie te odiará, tan sólo tus enemigos, los que te temen, no los que te admiran.
-¿Y quién puede admirarme en Fíria? ¿Que no me ves? Todo sucio y despeinado, nunca nadie me ha admirado, aunque no recuerdo mi realidad, tampoco creo haber sido alguien famoso, o que alguna vez hiciera algo que en verdad valiera la pena. 
-Hasta estoy empezando a creer que todo esto es un sueño, digo, peor que eso; ¡Una pesadilla! O que estoy en una especie de estado de coma profundo y que por eso no puedo regresar; ¿Sabes tú cómo llegué aquí?
-Tú mismo me lo dijiste, que estabas en un pozo petrolero o algo así, que hubo un incendio en una selva seca, en un desierto y que buscando a tu amigo Edgar te perdiste.
-¿Yo te dije eso? ¡Ya ves! En lugar de estar recordando me estoy metiendo cada vez más en mis fantasías.
-Si algún día salgo del coma profundo en el que estoy; ¡Despertaré siendo un loco!
-No te preocupes caballero del viento que no estás soñando ni en estado de coma como dices, tú tienes un propósito muy especial en tu vida; Gaia, la fuerza que coordina y da vida a todas las cosas y seres del universo, te sustrajo por un instante de tu realidad para que lleves un mensaje a la gente de tu raza.
-¿Un mensaje? Si cada vez olvido más; ¿Cómo diablos voy a recordar un mensaje? Solo que lo apunte en mi libreta para no olvidarlo, además; ¡Porque me llamaste caballero del viento! ¿Acaso es otra de mis fantasías?
-Tú mismo lo mencionaste en una de tus poesías; ¿Lo recuerdas? Una noche les dijiste a todos en Fíria que buscando un amor verdadero, te transformaste en el solitario caballero del viento.
-Eso sí lo recuerdo B’eila, está en uno de mis poemas pero sólo es eso, una poesía, una de mis fantasías. 
-Uno de esos tantos y tontos poemas que he olvidado, poemas que poco a poco regresarán, y cuando los recuerdes te darás cuenta que nunca fueron una fantasía y que tampoco fueron tontos, los fuiste creando con una secuencia única, cómo un mapa de poesía que te llevará paso a paso hasta el principal objetivo de tu vida, además en la ciudad de Mirídia te están esperando precisamente para darte el título de caballero del viento, el más alto honor jamás otorgado a ningún miridiano, es la voluntad de Júpiter Fidius que para premiar la nobleza de espíritu que le mostraste en batalla, y por la fuerza de tu palabra, palabra que él sabe que siempre has mantenido cuando vivías en tu mundo, al igual que ahora que vives en Fíria.
-¡Diablos! –dijo persignándose inmediatamente arrepentido. -Así que ya conseguí la espada, el escudo y próximamente el título de caballero como lo menciono en mi poema; ¿Hay alguno más de mis poemas que hable de cosas así?
-¡Claro! Todas tus poesías han sido maravillosas, en tu realidad eres muy famoso y muchas personas, poetas y poetizas te admiran alrededor de todo tu planeta, haz establecido contacto con ellos por años y les encanta tu manera de decir las cosas y forma única de expresar tu forma de sentir.
-¿Así que soy famoso? Vaya ahora sí que eso no existía en mis fantasías porque no lo recuerdo.
-Sí, Yurik, tú eres tan famoso en tu mundo, que ahora mismo muchos de tus amigos poetas se preguntan que habrá pasado contigo, porque tiene mucho tiempo que los dejaste sin tu inspiración. 
-¿Mi inspiración? Sí recuerdo algo de mi niñez, en la escuela me pidió un maestro que compusiera algo para la bandera, y compuse un pequeño poema que decía así:
La bandera es mi signo
La bandera es mi honor
Y yo la llevaré siempre
Dentro de mi corazón.
-Sí, creo que iba así, hasta me dieron una muy buena calificación y hasta el primer lugar en la clase de español, y lo más raro es que ya no pude volver a escribir ni un solo poema hasta después de muchos años, como que tan solo fue un chispazo en mi niñez, y como que tuvo que pasar algo muy fuerte o tenía que aprender muchas cosas para que yo pudiera volver a escribir y la chispa volviera, pero; ¡No me digas que llevo mucho tiempo en Fíria! Si apenas son unos días además; ¡Tú misma mencionaste que Gaia tan sólo me sustrajo por un instante de mi realidad! ¿Cómo es que por unos días o por un momento ya me extrañan en todo mi mundo?
-Éste tiempo no cuenta Yurik, ni estos días ni el instante que estás viviendo en Fíria, tú tienes mucho tiempo que los dejaste y por eso te extrañan.
-¡Vaya, eso tampoco lo recuerdo! ¿Qué sucedió conmigo en mi mundo para que haya olvidado tantas cosas importantes en mi vida? ¡Dime! ¿Qué más no sé? ¿Que más he olvidado? ¿Acaso tú conoces mi mundo, puedes decirme cuál de las estrellas que hay en éste cielo es mi Sol y si has estado alguna vez en mi planeta? 
-¡Claro mi querido y curioso amigo! Haces tantas preguntas que te confieso que a veces me resulta difícil contestarlas todas, y a la vez me haces recordar cosas que hasta para mí son difíciles de recordar, yo soy una milenaria estrella que ha viajado durante miles de años por gran parte del infinito universo, y conozco muchos mundos con muchas razas como la tuya, y a la vez he tenido muchas misiones en cada uno de esos mundos; Gaia que es la fuerza que coordina y da vida a todas las cosas y seres vivientes del universo, me ha encomendado muchas misiones en muchos planetas y lugares con razas en formación primitiva como la tuya, y algunas otras súper desarrolladas en cultura y mentalidad, algunas influenciadas por el lado oscuro de Gaia y otras por el lado luminoso, a mí y a otras tantas estrellas, porque existen tantos planetas en cada una de esas estrellas con tantas historias que contar, así como el tuyo que ni yo podría con tantos, y si tuviera que contarte cualquier historia de cualquiera de esos pueblos, me tardaría todo lo que te resta de vida para que la comprendieras, pero si tengo una historia muy linda y especial que contarte del mundo de los humanos, que no te será difícil de entender y que no tendrás que recordar con la mente, porque estoy segura que la tienes grabada en el corazón. –dice B’eila haciendo una pausa. -Hace muchos siglos, mi misión en tu mundo fue la de guiar a una pareja de humanos de condición humilde, un carpintero y su esposa embarazada, que fueron elegidos por su dios, para hacerle un portentoso regalo a la humanidad, así que me encomendó la tarea de guiarlos y acompañarlos hacía el lugar de nacimiento de su hijo. 
-Un niño llamado Jesucristo en una pequeña comunidad llamada Belén, una vez nacido mi labor fue la de anunciar su llegada manteniéndome sobre el sitio de su nacimiento.
Al escuchar esto se hizo hacía atrás golpeándose fuertemente la cabeza contra la piedra y se puso de pie, todavía sobándose.
-¡Queeeeeeeeeeeé! ¿Tú eres la Estrella de Belén? ¿La que anunció el nacimiento de Jesús en Belén y la que guió a los 3 reyes magos al lugar de su nacimiento?
-Exactamente mi querido amigo, tuve esa misión en tu mundo hace más de 2000 años y hasta ahora jamás nunca había vuelto a ver un humano, hasta que llegaste.
Yurik se mesaba los cabellos mientras una oleada de recuerdos regresaba a su mente, tratando de entender la situación.
-Pero; ¡Eso es una historia bíblica! Aunque he leído gran parte de la Biblia, nunca la comprendí porque creía que había sido modificada por los historiadores modernos; ¡Esto se sale de mi entendimiento y no lo comprendo! ¿Qué tuvo que pasar en mi mundo para que los humanos perdiéramos la fe en nuestras creencias?
-No todos, caballero del viento, unos primeros, otros después, otros nunca y la gran mayoría están confundidos como tú que no sólo perdiste tu fe, además renegaste y tienes razón, la palabra de tu Dios ha sido modificada por los que dirigen a la humanidad a través de los tiempos, pero Gaia que es parte de tus mismas creencias y tu Dios, selecciona a seres como tú y los hace especiales, diferentes y poderosos para que lleven un mensaje como el que te fue asignado y así ayuden a los demás a comprender las verdaderas palabras de sus dioses, aunque éstas hayan sido modificadas.
Yurik, ya recargado en la piedra, otra vez consternado por lo que le decía la estrella solitaria, le preguntó.
-¿Tú me darás ese mensaje y me dirás a quién tengo que entregárselo? ¿Volveré a mi mundo y recordaré todo, todo, hasta lo que me ponía triste?
-¡Eso yo no te lo puedo contestar caballero del viento! Gaia de alguna manera despejará tus dudas en su debido momento.
Yurik en ese momento mirando al cielo escudriñaba el espacio por detrás de B’eila, buscando la luz de 3 estrellas muy brillantes que formando un triángulo habían capturado su atención, se veían tan hermosas pero no se atrevió a preguntarle por ellas.
-¿Ahora puedes decirme cuál de todas las estrellas de este cielo es mi Sol? Digo, para saber más o menos dónde está mi mundo.
-Alguna de esas estrellas es tu Sol mi querido amigo, pero si quieres encontrarlo será mucho más fácil que lo busques dentro de ti. Yurik se mesaba los cabellos mientras una oleada de recuerdos regresaba a su mente, tratando de entender la situación.
-¿Sabes? ¡Por eso me fascinas! Eres finísima para explicar, eh, con tu manera de decirme las cosas; ¡Cada vez me dejas más enredado!
-Ja, ja, ja; ¡Aunque no lo creas! Así explicas las cosas en tu poesía y sin embargo los que te admiran las entienden muy bien, ya comprenderás lo que te digo y ahora recita algo que cuando tienes esa mirada medio perdida y como distraída. 
-Sé muy bien que regresará una de tus poesías.
Y Yurik, sacando su armónica de su bolsillo, la empezó a tocar, tratando así de ayudar a su corazón a recordar.
El hombre y el viento.
El tiempo pasa…
Y los hombres le entregan sus ilusiones y sus fantasías.
Dejando de creer en duendes, fantasmas y quimeras.
Dejándose perder en la fría realidad.
De un mundo material.
Ésta es la historia de un hombre
Que nunca quiso dejar de ser niño,
Y sin entregar sus ilusiones al tiempo
Siguió creyendo en cuentos de hadas
Buscando cual si fuera un príncipe azul.
A la Princesa amada.
Su cuerpo aprendió a sobrevivir.
Y su corazón aprendió a soñar
Trató de vivir la vida así
Con su manera de sentir
Y fue vencido por la realidad
De un mundo material.
Ahora camina desnudo, sin maletas que cargar
Pero la vida, quitarle no pudo, su capacidad de amar.
Sentimientos encontrados
Como en un libro de cuentos.
Un niño enamorado.
Que se transformó en viento.
Viento incomprendido, desbordante de amor
El héroe de algún libro anónimo
Que nadie escribió.
El hombre y el viento
Fusionados por una sola razón
No entregar sus ilusiones al tiempo
Ni cerrar su corazón.
Un hombre que creé en el amor
El amor verdadero y real
El que se da sin pedir nada a cambio
El amor que no necesita dinero.
Ese sentimiento tan especial, que las mujeres dejan escapar
Cuando ponen primero la realidad de un mundo material.
El último príncipe azul
Sin caballo y sin espada.
Que volando como el viento.
Busca a la princesa de su cuento.
Busca a la mujer amada.