Capítulo 49
988palabras
2022-09-08 00:00
Adriana
-------------------------------------------------- ---------------------------------------------------------
"¿Por qué no vamos adentro, cariño?", escuché a una chica preguntar con un gemido y me di la vuelta para ver a Draven y a la misma mujer con la que estaba bailando, su mano estaba colocada alrededor de su cuello mientras apretaba su pecho con firmeza contra el de él. ¿Por qué? ¿Por qué no soy capaz de dejar de verlos?
"¿Te pasa algo, cariño?", preguntó la chica por lo que finalmente volví a la realidad y noté que ambos me estaban viendo, sus brazos solo se mantenían alrededor de su cuello mientras él tenía una mirada inexpresiva.
"No me ocurre nada, Draven, ¿podemos hablar un minuto?", interrogué en voz baja y lo escuché soltar un suspiro de molestia antes de asentir con la cabeza, señalándome que me acercara.
"¿Qué pasa?", preguntó inmediatamente cuando me acerqué a él y le fruncí el ceño ligeramente. De acuerdo, solo deseaba conversar en privado, ¿por qué esa idiota tenía que quedarse y escuchar?
"Kevin se acostó en mi cama y no tengo donde dormir", expliqué en voz alta y oí a la mujer reírse burlonamente, lo que me puso muy nerviosa.
"¿Y? ¿Qué puedo hacer yo al respecto?", interrogó en un tono monótono por lo que yo entrecerré mis ojos y luego crucé mis manos sobre mi pecho, perdiendo la paciencia y enfadándome. De acuerdo, muy molesta, ¿a quién engaño con esto?
"Pues, sácalo de allí para que pueda acostarme a dormir", expresé en voz baja pero con dureza y él me quedó mirando por un rato antes de darse la vuelta para ver a la chica.
"Ve a mi dormitorio, regreso enseguida", explicó y vi a la mujer asentir asombrada e incrédula antes de caminar escaleras arriba, provocando que mi corazón latiera muy rápido. Espera, ¿tendría s*xo con ella?
"Espérame aquí", dijo Draven bruscamente antes de irse y yo simplemente me quedé parada allí. Por mi cabeza solo pasaban imágenes sucias de Draven y esa cualquiera besándose.
"Al diablo con él", susurré antes de parpadear para secarme las lágrimas.
"Ya se fueron, puedes ir a tu habitación", dijo Draven apareciendo justo en frente de mí y estaba a punto de girarse para subir las escaleras cuando hablé.
"No importa, creo que mejor me quedo un rato en la fiesta", murmuré rápidamente antes de darme la vuelta, pero al instante Draven se paró frente a mí, sus ojos se oscurecieron un poco antes de levantar una ceja.
"¿A qué te refieres con que no importa? Dijiste que querías irte a dormir", preguntó, después metió sus manos dentro de sus bolsillos y sencillamente miré a los muchachos que pasaban antes de mover mi cabeza lentamente.
"Cambié de parecer. Deseo quedarme y distraerme un rato", expliqué decidida y fijé mi mirada en un hombre de mediana edad, que supuestamente era humano.
"¿A qué te refieres con que cambiaste de opinión? Ni siquiera te gustan las fiestas, Adriana, ¡¿y qué dem*nios estás mirando?!", exclamó de repente al final, agarrando mi muñeca antes de que volteara mi cabeza hacia él, actuando como si acabara de reconocer su presencia.
"Draven, ¿qué te sucede? ¿Pensé que estabas ocupado con esa mujer? ¿Por qué sigues metiéndote en mi vida?", pregunté, arrepintiéndome un poco de mi forma de actuar pero, de nuevo, sabía que él no haría nada, además de enfadarse.
"No, niña bonita, ese es tu trabajo. Eres buena para coquetear, ¿recuerdas?", dijo de repente con tanta rabia y me llevó unos segundos entender de qué hablaba.
"¡Ni siquiera era yo cuando sucedió! ¡¿Me culpas por eso?!", dije de repente y las lágrimas cayeron de mis ojos mientras trataba de mantenerme seria.
"Te pusiste así cuando confiaste en Dexter", expresó finalmente y lo vi con desconfianza antes de morderme el labio con rabia.
"¿Sabes qué? Tienes razón. Yo misma me metí en eso y me alegro de haberlo hecho. Si no fuera por él, estaría llorando en este instante , pero aquí estoy, incluso defendiéndome...", antes de que pudiera terminar de hablar, Draven agarró mi brazo y me acercó a él, haciéndome jadear cuando choqué contra su duro pecho. Lo miré mientras sus ojos se oscurecían y sentí miedo.
"No me retes, niña bonita", expresó con los dientes apretados y se acercó un poco más haciendo que se me erizara toda la piel.
"Déjalo que se vaya".
"No he estado contigo últimamente para que me vayas a hacer molestar esta noche. Así que vete al diablo y nunca más vuelvas a mencionar a ese maldito imbécil. Tienes suerte de que te haya encontrado viva, Adriana", expresó. Sus palabras hicieron que me sorprendiera por lo que me aparté, viéndolo con rabia antes de quedarme en silencio.
"Deseo preguntarte algo", dijo Draven de repente, acercándose un poco más y por instinto, di dos pasos hacia atrás. "Esa caja de la que hablabas esa noche. ¿Qué fue lo que pasó con eso?", cuestionó y yo tragué saliva suavemente antes de retroceder un poco más, tratando de pensar en una respuesta. Sus penetrantes ojos azules me hicieron agitar cuando dio más pasos hacia adelante, y a su vez, yo volví a arrimarme hacia atrás y choqué contra la pared más cercana, junto a una pareja que se estaba besando.
"No tengo idea de qué hablas".
"La caja que Dexter te pidió que buscaras, ¿realmente estabas intentando robarla?", preguntó y yo me estremecí ante sus palabras y permanecí callada cuando pegó completamente su cuerpo contra el mío, el calor irradiaba de nosotros cuando bajé la mirada. ¿Cómo sabía eso?
"No sé de qué hablas...", continué mintiendo, presionando mi espalda contra la pared mientras algunas muchachas pasaban a nuestro lado, murmurando y arrugando el ceño.
"Deja de decir mentiras y habla con la verdad, Adriana, es una pregunta sencilla. ¿Ibas a robarla, sí o no?", preguntó, en su voz se notaba que estaba perdiendo la paciencia y yo me mantuve callada cuando se acercó nuevamente.
"Sí, lo haría".
-------------------------------------------------- ---------------------------------------------------------