Capítulo 49
1275palabras
2022-08-15 13:12
Las lágrimas de Eleonora brotaron de sus ojos inundando su corazón.
Pensó: 'Es verdaderamente ridículo que en solo unas horas, Quentin me haya torturado tanto. Ha abusado de mí dos veces el día de hoy'.
Y aún más ridículo era saber que estaba en un avión privado, tan indefensa, en medio de las espesas nubes.
Finalmente, Quentin decidió ponerle fin a la absurda situación.
Se dio la vuelta y se dirigió a un pequeño baño para darse una ducha.
Eleonora se quedó tendida sin mover los ojos, tenía la mirada clavada en una luz en el techo de la habitación que tenía forma de estrella.
Sintió que su alma casi se le salía del cuerpo.
El dolor era tanto que se sentía entumecida. Incluso su mente la tenía demasiado atormentada.
A Quentin no se le olvidó traerla a su viaje de negocios, quería tenerla a su lado para humillarla constantemente.
Eleonora sabía que su odio no se desvanecería con el paso del tiempo. Por el contrario, cada vez se hacía más y más profundo.
Mientras Wilson estuviera en cama y su padre desaparecido, Quentin encausaría toda su ira en su contra. ¡Después de todo, ella era la hija de Simón, era la hija del pecador!
Eleonora sabía que esa semana con Quentin en el extranjero significaría revivir la misma pesadilla que sufrió antes del divorcio.
Se había esforzado por deshacerse de él, pero desafortunadamente, terminó cayendo en su trampa. Quentin la engatusó para hacerla firmar ese acuerdo tan dramático.
Lo único que tenía en mente era buscar justicia tras haber regresado a China. Lo que ella más deseaba era deshacerse por completo de este demonio.
Cuando terminó de ducharse, Quentin llamó a una criada y le pidió que vendara el hombro de Eleonora.
Ella dejó que la mujer atendiera su herida, pero se sentía muy miserable, tenía la sensación de que su alma se hubiera escapado.
La criada pensó para sí misma: 'Qué fuerte se llevan estas dos personas'. Mirando las marcas de los dientes, la criada torció los labios. '¡Le mordió el hombro! ¿No debería ser al revés? En todo caso sería más lógico que una mujer mordiera a un hombre?'.
Fue mucho tiempo de sufrimiento mientras estuvieron en el avión, pero finalmente aterrizaron.
Habían pasado más de diez horas desde que salieron de la Ciudad A.
En cuanto llegaron a la villa privada de Quentin en Londres, antes que cualquier otra cosa, Eleonora le pidió que le devolviera su teléfono móvil.
Bostezando, se lo entregó de mala gana.
Sin embargo, no le preocupaba en lo más mínimo que Eleonora pidiera ayuda. Por un lado, a ella se le caería la cara de vergüenza; el hecho de que su ex esposo se la hubiera llevado, no era algo glorioso en absoluto. Por otro lado, si le contaba a sus amigos sobre su situación, se encontraban demasiado lejos y nadie podría venir a rescatarla.
Por eso no dudó en regresarle su teléfono.
Ya pasaban de las 9 de la mañana en Londres y, como el viaje había sido bastante largo, Quentin se sentía realmente cansado. Además, como estuvo molestando a Eleonora todo el tiempo, no pudo descansar en el avión.
La criada recogió el equipaje de Eleonora y lo metió a la casa. Inmediatamente después, se fue con la cocinera a comprar alimentos al supermercado.
De repente, Eleonora se quedó sola en la gran villa inglesa.
Rápidamente encendió su teléfono y le marcó a Anna.
Sin embargo, tan pronto como Anna contestó, se escuchó su voz envuelta en llanto: "Eleonora, pensé que te habían secuestrado. ¿Por qué apagaste tu teléfono? ¡Has estado desaparecida durante más de diez horas! Henric y yo te buscamos toda la noche y por poco llamamos a la policía".
Eleonora hizo todo lo posible por contener las lágrimas. Luego se tapó la boca con fuerza.
Oyó la voz suave de Anna. Fue hasta entonces que se percató del tiempo que había estado en el avión. No pensó que hubieran sido tantas horas. Era de día en Londres y entendió que ya era medianoche en la Ciudad A.
Pensó: 'No fue tanto tiempo, ¿por qué Anna está tan ansiosa?'.
Sin embargo, al escucharla se dio cuenta que había estado preocupada buscándola como una loca, le dieron ganas de llorar y le dijo: "Lo siento, Anna...".
Por un momento, no supo qué decirle.
Guardó silencio mientras pensaba: 'No puedo contarle que Quentin me obligó a irme con él. Sería capaz de ir directamente con la familia Lance a preguntarles por mí. Si Yvonne se entera de esto, sería muy malo'.
Anna escuchó que su amiga parecía ahogarse al otro lado del teléfono, por lo que se puso aun más ansiosa. "Eleonora, ¿por qué no hablas? No estás secuestrada, ¿verdad?".
Al escuchar a Anna, Henric tomó rápidamente el teléfono y dijo: "Eleonora, dime, ¿dónde diablos estás?".
Cuando escuchó la voz de Henric, se secó las lágrimas y dijo: "Lo siento, mi teléfono ya no tiene batería y debo atender algo urgente. Estaré fuera aproximadamente una semana. Dile a Anna que no se preocupe".
"¿Qué?, ¿piensas regresar en una semana? ¿A dónde te fuiste si no tienes familia fuera?". Anna escuchó lo que estaba diciendo Eleonora pero no le creyó.
Después del accidente de la familia Balton, le había contado que no tenía parientes. Además, desde que se divorció, sabía que no tenía dinero. ¿Cómo podría irse a otra ciudad?¿Dónde se había metido Eleonora?
Anna comenzó a sospechar. Le quitó el teléfono a Henric y le dijo con tono molesto: "¡Dime exactamente en dónde estás! ¿Te das cuenta de que lo que estás haciendo nos pone muy ansiosos? Henric te ha estado esperando desde el mediodía y fue a buscarte a tu lugar de entrevista. Te hemos estado buscando toda la noche. ¿Por qué no nos avisaste antes?".
"Es que vine a la casa de una tía lejana en el campo. Recibí una llamada telefónica diciéndome que le había pasado algo. No tienes que preocuparte tanto. Regreso en una semana. Tengo que colgar". Eleonora no pudo encontrar una mejor excusa. Tenía miedo de seguir hablando y que le hicieran más preguntas, por lo que colgó rápidamente.
Anna se encogió de hombros con impotencia y dijo: "Bueno, ¡dice que se fue a la casa de su tía y que tiene algo que hacer!".
Henric preguntó: "Pero, ¿ella tiene parientes en el campo?".
Anna negó con la cabeza y dijo: "Nunca me había contado nada de eso".
Henric frunció el ceño, esta situación le parecía un poco extraña.
Conociendo a Anna, Eleonora sabía que estaría ansiosa al no encontrarla. No dejaría pasar mucho tiempo sin llamarla. Anna no era tonta, obviamente notó que su amiga estaba dudando en el teléfono, como si estuviera escondiendo algo.
Henric le dijo: "Anna, ahora sí estoy preocupado. ¿Crees que le pasa algo a Eleonora?".
"No puedo asegurártelo, pero siento que esto no va con su manera de ser. Si ella tuviera intenciones de salir de viaje, estoy segura que me lo hubiera dicho con anticipación. No se iría sin avisarme y mucho menos me llamará hasta ahora. ¡Es medianoche!".
Anna intentó marcarle nuevamente, pero su teléfono ya estaba apagado.
En ese momento, Anna y Henric sintieron que algo realmente andaba mal.
"Yo creo que será mejor que llamemos a la policía". Henric estaba a punto de volverse loco.
"¡Pero es media noche! ¿Tú crees que nos atienda la policía ahora? Además, para denunciar una desaparición, deben pasar al menos 24 horas. Yo siento que si estuviera realmente en peligro, no podría llamarnos. ¡O nos hubiera hecho saber algo en secreto, nos hubiera dado alguna pista en lugar de ocultarnos la verdad!".