Capítulo 28
692palabras
2022-08-10 15:10
En ese momento, Henric llegó al hospital en su auto y en seguida vio a conglomerado de personas observando algo.
Cuando aparcó su coche y se bajó, alguien en la multitud estaba hablando.
"¡Así que ella es la ex Joven Señora de la familia Lance!".
"Sí. Dicen que su ex esposo encontró una nueva mujer y la abandonó".
"¿Acaso no has visto la publicación en Internet? Se dice que el Joven Amo Lance fue seducido por ella como si fuera un z*rra. ¡Merecía que la abandonen!".
...
El hombre apartó a la multitud, y vio a Eleonora con un vestido de gasa azul marino.
Ella tenía la cabeza gacha y se le notaban las ganas de salir de la multitud.
Su lindo sombrero estaba en el suelo, lejos de ella, y sus lentes de sol habían sido aplastados por alguien.
Henric la miró con gran dolor en el corazón, así que rápidamente se abrió paso y tómo su mano.
"¿Qué estás haciendo? ¡Fuera de mi camino!".
¡Era un héroe salvando a una princesa!
Cuando vieron a un chico tan raro y guapo entre la multitud, las jóvenes comenzaron a gritar de inmediato.
Mas, Eleonora no esperaba que él estuviera allí.
Pronto, le sostuvo su mano cálidamente y ella se congeló por un momento.
Calvin, lógicamente, reconoció a ese hombre al instante, pues habían cursado la universidad juntos. Al segundo siguiente, recordó que él había perseguido a Eleonora durante mucho tiempo en aquel entonces, lo cual le pareció mucha casualidad. ¿Acaso iban a continuar con su relación?
"Henric, ¿vas a continuar el romance con tu ex prima legal?", gritó el reportero.
El hombre se dio la vuelta y vio que aquel periodista con el cabello corto hasta los hombros le parecía un poco familiar.
Sin embargo, no le importaba demasiado. Agarró la cámara del hombro de Calvin y le quitó el microfilme.
Entonces, antes de que él pudiera reaccionar, Henric tomó la mano de la mujer y corrió hacia su auto lo más rápido que pudo.
"¡Entra!".
El hombre se sentó rápidamente al volante, mientras Eleonora dudó por un momento. No obstante, al ver que las personas la perseguían, se dio cuenta que no tenía otra opción. Por lo tanto, jaló rápidamente la puerta y se sentó dentro.
Pronto, Calvin y Yates los alcanzaron y palmearon la ventana del auto pidiendo que les devolvieran el microfilme.
Entonces, Henric puso en marcha el coche y se detuvo de golpe. Frente al repentino acto, Calvin no pudo mantenerse firme y casi se cayó.
Aprovechando que la reportera se apresuró a ayudar a su compañero, el hombre se alejó del hospital a toda prisa en el auto y no se detuvo hasta que llegó a un lugar tranquilo.
"Eleonora, ¿qué pasó? ¿Cómo es posible que haya periodistas detrás de ti?", le preguntó mientras la miraba con sus ojos intensos.
Con mucha vergüenza, la mujer ni siquiera se atrevió a levantar la cabeza. A decir verdad, no esperaba encontrarse con él en una situación tan incómoda.
"¿Qué hacías en el hospital? ¿Fuíste a ver a mi tío?", insistió él.
"Sí. Fui a despedirme, ya que no sería oportuno visitarlo en el futuro", contestó ella.
"Eleonora, antes no era adecuado que estuviera en tu vida porque eras la esposa de mi primo. Pero ahora que estás divorciada, puedo volver a estar cerca de ti para protegerte. Dime, ¿por qué no contestas mis llamadas?", dijó él con la voz un poco temblorosa.
"Henric, yo...". Ella no supo qué decir por un momento, ya que no esperaba que él fuera tan directo.
"Eleonora, dime, ¿tu vida está siendo difícil ahora?". El joven se había fijado en que, a pesar que ella se había puesto un gran sombrero y lentes de sol, los reporteros aún la perseguían.
Además, Henric también había visto la publicación en Internet y, tomando en cuenta la era en la que vivían, los comentarios de la gente en redes sociales casi podían matar a alguien. Evidentemente, todo fue obra de Quentin.
"Sí, está siendo difícil, pero es solo temporal. Creo que todo irá bien".
Como era de esperarse, Eleonora seguía siendo tan fuerte y obstinada como siempre.