Capítulo 18
560palabras
2022-08-10 14:00
Anna desconocía quién estaba manipulando la información al otro lado de la computadora.
"Señorita, su publicación ya ha provocado que todos critiquen a Eleonora. Sin embargo, no sé por qué una persona apareció de repente y ha estado atacando a la familia Lance. ¿Qué debemos hacer?".
"¡Por su tono, debe de ser Anna Stern! ¡Seguramente está indignada y quiere defender a Eleonora!".
"Señorita, ¿está diciendo que su buena amiga es la que declaró abiertamente que iba a pelear contra nosotras?". La niñera estaba un poco confundida.
Yvonne sonrió con frialdad: "¿Mi amiga? ¡Ella no es nadie! ¿Quién más puede ser esta persona anónima excepto ella? ¡Sylvia, acábala! Sé dura, viciosa y nada blanda de corazón. Aquí tienes toda la información sobre Eleonora. Por cierto, ¡tenemos que publicar tantos detalles falsos como sea posible acerca lo que sucedió entre ella y Henric en la Universidad S!". Yvonne le dio un montón de información a la niñera, cerró la puerta y salió de la habitación.
Anna golpeó la computadora con tanta fuerza que casi se le cayeron los dedos. ¿Quien estaba detrás de esto? ¿Cómo podían saber tanto de la vida de Eleonora?
Empezó a sospechar que debía ser Yvonne. Pero si ya había alcanzado su objetivo, ¿qué más quería?
¿Tenía que llevar a Eleonora hasta el extremo? ¡Qué corazón tan vil y miserable!
¡Definitivamente se trata de una mujer viciosa!
Anna sacó el teléfono y llamó directamente a Yvonne, pero en ese momento la línea estaba ocupada.
Yvonne estaba en su cama marcándole a Quentin.
Miró su manicura perfectamente bien hecha mientras le decía en voz baja: "Quentin, ¿qué estás haciendo?".
Al otro lado del teléfono, Quentin miraba los comentarios en Internet.
Su asistente le acababa de avisar que alguien había publicado la noticia de su compromiso. Parecía que tenía mucha audiencia. Los siguientes comentarios también resultaron muy populares.
Quentin decidió encender su computadora.
Leyó la publicación y adivinó fácilmente que esto era obra de Yvonne. Ya no era necesario hacer un anuncio en el periódico diciendo que había abandonado a Eleonora, todo el mundo ya se había enterado.
"Eleonora, ¿te enfadaría ver una noticia así?", pensó.
"Pero esto era lo que la familia Balton se merecía. Si no fuera por esta familia, mi padre no habría estado paralizado en la cama hasta ahora".
"Eleonora, quiero verte sufriendo al ser una mujer abandonada y que seas el hazmerreír de todo el mundo. Hasta que no tengas dónde esconderte".
La mano de Quentin apretó el mouse. Inconscientemente rechinó los dientes.
"Quentin, ¿me estás escuchando?". Por un momento, Yvonne no lo escuchó más.
"Sí. Lo que pasa es que ya es muy tarde. ¿Qué necesitas?". Quentin frunció el ceño ligeramente dejando ver la impaciencia en sus hermosos ojos.
"¿No puedo llamarte solo para escucharte? Cuando pienso en el mañana, no puedo evitar emocionarme. He estado esperando este día durante varios años".
Los dedos delgados de Quentin estaban todavía sobre el mouse inalámbrico. Miró la computadora, sin importarle lo que le decía Yvonne.
"Bueno, se está haciendo tarde. Todavía hay muchas cosas que hacer para mañana. ¡Yvonne, es hora de descansar!". Antes de que ella pudiera terminar de hablar, Quentin cortó la llamada.
Yvonne estaba muy molesta cuando escuchó que él había colgado el teléfono sin siquiera despedirse.
En realidad, en los últimos años, ella no entendía del todo lo que Quentin estaba pensando.