Capítulo 15
860palabras
2022-08-03 15:00
Al llegar a mi casa, decido darme un baño, concentrarme solo en mi respiración y poner mi mente en blanco.
“Solo espero no haberme pasado con Sam.”
Su ansiedad me causa ansiedad. Y no quiero que tenga una crisis por culpa mía.
“Relájate Ivana, lo hecho, hecho esta. Cuanta de 900 a 1, muy despacio.”
“900, 899, 898, 897…”
Una llamada entra a mi celular y me desconcentra.
El nombre y la foto de Dilan aparecen, y mi ansiedad vuelve. Pero como sigue siendo la persona más cercana que tengo ahora, decido responder.
—Hola, Amigo. —Trato de sonar más tranquila de lo que me siento.
—Ya te dije que no me gusta que me saludes así.
—Pero si eres mi amigo. —Hago un puchero en respuesta a su rabieta.
—Pero soy tu amigo sexi, no tu amigo gay.
— Okey… sexi
—Así está mejor.
—Déjame adivinar. Quieres que arregle el desastre que cause.
—No.
—Entonces a que debo el placer. Tú nunca llamas a nadie a menos de que sea urgente.
—¿Cómo estás? —Me pregunta preocupado.
Doy un suspiro profundo y el olor a rosas de mi jabón, me relaja un poco.
—Pues que te digo… Toda la mierda que se ha acumulado alrededor de nosotros, me está comenzando a ahogar y solo estoy buscando desesperadamente un poco de aire.
—Todo lo que dijiste hoy es… ¿De verdad te sientes así?
—Di… lo que les dije no es ni la mitad de todo lo que he estado pensando. ¿Recuerdas cuando el rector nos separó y dijo que nuestra relación no era sana?
—Si…
—Pues he estado escuchando su voz en varias ocasiones últimamente… y creo que tenía razón.
—No le digas eso a Sam.
—¿Cómo está ella?
—La dejé en su casa un poco más calmada. Está muy triste, pero creo que entiende la situación. Se siente avergonzada por haberte tratado de la forma que lo hizo. Pero sabes que para ella es un mecanismo de defensa, y no asimila muy bien lo que hace o dice cuando se pone en modo supervivencia.
—Así que por eso me llamaste… para abogar por Sam
—Iv, sabes que ella nos necesita.
—Si… Pero tenemos que encontrar otra forma de ayudarla. Tratarla con pinzas, por miedo a que rompa, es demasiado agobiante. Va a terminar por volvernos locos a todos.
—Y si tratamos de hablar otra vez con su mamá.
—Ella está igual que Sam. En negación. Toma turnos de 48 horas y siempre está cansada. Cuando no trabaja, duerme.
—¿Crees que también necesita un psicólogo?
—Creo que todos necesitamos un psicólogo. Pero ellas en particular no se han tomado el tiempo de pasar por el proceso de duelo. Eso no debe de ser sano para nadie.
—Prométeme que, si Sam te pide perdón, la vas a perdonar.
—Ustedes dos tienen la relación más extraña del mundo. Se aman y se odian… —me rio, porque es verdad.
—No empieces Iv… solo promételo.
—Yo no quiero estar peleada con Sam Di. Si las cosas pueden arreglarse voy a estar más que dispuesta.
— ¿Y Juan?
—Mi relación con Juan no tiene arreglo. —Respondo tangente para que no quede ninguna duda—. Tal vez algún día podamos coexistir en el mismo espacio y tratarnos con respeto. Pero amigos, no. Eso se acabó.
—¿Estás segura? Tal vez más a delante, cuando estés más tranquila, cambies de opinión.
—No es una opinión, es un hecho. Algo se rompió Di. Y las cosas rotas, por más que intentes arreglarlas, jamás vuelven a ser lo mismo.
—Todo esto es una puta mierda… Y tú tienes razón. Juan hizo todo mal. Yo traté de mantenerme al margen, pero de igual forma se lo advertí. Cuando se hizo novio de Lorena le dije que todo iba a explotarle en cara. No me escucho y ahora se quedó sin el pan y sin el queso, porque apenas saliste, Lorena entro, le dio una cachetada y le termino.
—Ella oyó todo el drama. Me la encontré y se veía muy mal.
—Bueno, pues, que la verdad sea dicha y que pase lo que tenga que pasar. Te dejo descansar. Mañana también va a ser un día muy largo.
—Descansa Di. Bye
*****
Son las 3:00 am y todavía estoy despierta dando vueltas en la cama.
Al ver la hora en mi celular, me percato de que aún tengo mensajes sin leer.
“Alex”
En medio del dramón del día, lo olvidé por completo.
Alex:
Hoy me comporté como un idiota. Pero juro que tengo una explicación.
Suspiro profundo. Por lo menos reconoce que hoy todo estuvo muy raro, y fue gracias a él.
Alex:
Me encantaría poder explicártelo. Si quieres escucharme, hoy tengo ensayo con la banda a las 8:00 pm. Es en el estudio de música de la Universidad.
Si no vienes, entenderé.
“Mierda, mierda, ¡MIERDA!”
Seguro está pensando que no me interesan sus explicaciones. Pero siendo honesta. Si hubiera leído el mensaje a tiempo, tampoco podría haber salido a buscarlo.
Después de todo el caos de hoy, lo único que me queda es dormir. Solo me voy a concentrar en eso. Si mañana veo a Alex en la universidad, ahí pensaré que decirle.