Antes del concurso, los participantes tenían la restricción de no poder salir a la calle. Solo podían moverse dentro del hotel.
El mejor lugar para trabajar era el salón principal. Ahí había muchas oficinas individuales, la mayoría de los concursantes preferirían diseñar allí.
Como Lexi se había inscrito tarde, ya no había más espacio en el salón. Además, estaba rodeada de chismes; podría meterse en más problemas si se quedaba allí.

Por lo tanto, eligió trabajar en su habitación.
Tenía una suite presidencial, la cual constaba de un dormitorio, una sala de estar y un estudio equipado con un escritorio y un estante.
Era un lugar espacioso y resultaba muy conveniente para hacer sus diseños.
Después de que Ronnie terminó de hacer todos los trámites, ambos se dispusieron a trabajar.
Como tenía un retraso de dos días, no le quedaba mucho tiempo, y por lo tanto, Lexi tendría que apretar el paso.
Después de varias horas, Ronnie se acercó y le sugirió: "Ya llevas mucho tiempo sentada. Deberías levantarte y moverte".

"No te preocupes, estoy bien".
"Deberíamos caminar un poco. Podemos continuar más tarde".
Ronnie la trató de convencer. Su tono era insistente.
Lexi dudó por un segundo. Después de estar sentada tanto tiempo, ya tenía dolor de espalda.

Decidió descansar un momento y se puso de pie. Se sintió un poco mareada y no podía mantenerse erguida; accidentalmente tiró al suelo una pila de cosas que estaban frente a ella.
Lexi se sobó la frente y, de mala gana, se agachó para recoger lo que había tirado.
Como Ronnie estaba a su lado, también se inclinó para ayudarla. De pronto, al mismo tiempo tomaron un pedazo de papel y sus manos se tocaron.
A diferencia de las cálidas manos de Jamie, la palma de Ronnie era fresca y suave, como una fina pieza de jade.
Sosteniendo su delicada mano, Ronnie se quedó atónito. Pensó que su corazón nunca volvería a latir por amor, pero de pronto estaba palpitando violentamente, como si le hubieran pasado electricidad.
Por un segundo, Lexi se quedó estupefacta, rápidamente retiró su mano.
El hermoso rostro de este hombre parecía un poco incómodo.
Ronney también recobró el sentido y dijo: "Déjame recogerlo".
La chica asintió con la cabeza.
Para evitar otro momento similar, Lexi se puso de pie.
Más tarde, seguían trabajando tranquilamente. Sin embargo, después del incidente, la atmósfera se había enrarecido un poquito.
Mientras tanto, en su oficina Jamie cerró una carpeta y dejó el bolígrafo. Luego le preguntó  a Asher: "Dónde está Lexi?".
Asher parecía estar listo para que le preguntara por Lexi en cualquier momento, así que respondió de inmediato:
"La señorita Lexi está en su habitación. Ella eligió trabajar ahí".
'¿En su habitación?' pensó.
Jamie había seleccionado especialmente la suite presidencial para ella. Era bastante espaciosa y conveniente para trabajar.
Pero...
Con voz baja, Jamie preguntó: "¿Con quién está?".
Los ojos de Asher se abrieron y con voz aun más baja le dijo: "Ella está con Ronnie".
'¿Están solos en la habitación?' pensó Jaime.
El rostro de Jamie se oscureció de repente. Se puso de pie y salió a grandes pasos.
Mientras, en la suite presidencial...
"¡Ring!", sonó el timbre.
Como Lexi estaba hojeando unos documentos a un lado de la puerta, se acercó para abrir.
"¿Señor Barrett?".
Lexi lo miró sorprendida. "¿Me está buscando?"
"Bueno", Jamie dijo con un tono frío, "Estoy buscando un par de libros que solo se pueden encontrar aquí".
"Entiendo, adelante".
Lexi no lo pensó demasiado. Dejó pasar a Jamie rápidamente.
Cuando entró, Jamie vio los documentos apilados por toda la sala de estar. También vio a Ronnie a quien, por cierto,  encontraba monstruoso.
Su rostro se oscureció de inmediato.
Lexi encaminó a Jamie y le señaló la sala de estudio.
"Señor Barrett, los libros están allí. Por favor, tome los que necesite".
"Bien", respondió en voz baja.
Jamie entró a la sala de estudio.
Ronnie levantó la cabeza y miró a Jamie.
Lo que ella no sabía era que todas las suites tenían los mismos libros. Ronnie sabía perfectamente que los libros que supuestamente buscaba Jamie no se limitaban solo a la habitación de Lexi.
Obviamente Jamie se estaba inventando una excusa. Sin embargo, ¿para qué vino?
"Ronnie, ¿me ayudas a buscar la serie 'IOO'?"
Al ver que Jamie se había ido a la sala de estudio, Lexi volvió al trabajo.
Para el concurso de diseño esta vez solicitaron un estilo determinado. Tenía mucho trabajo por hacer ya que necesitaba encontrar cierta información.
"Claro que sí", contestó.
Ronnie se preguntaba sobre las intenciones de Jamie, pero su eficiencia no se vio afectada en lo más mínimo.
Pronto, encontró lo que Lexi le había pedido. Luego se lo llevó y se sentó a su lado antes de extender los materiales sobre la mesa.
Luego, separó las categorías una por una y le explicó a Lexi todos los detalles.
Al hacerlo, ella ahorraría mucho tiempo.
No solo eso, la chica ya conocía la inteligencia de Ronnie, incluso lo admiraba. Era como una base de datos móvil; no había tema del que no supiera.
A su nivel, era un completo desperdicio ser solo un asistente.
Ambos estaban absortos en la conversación, cuando Jamie salió de la otra sala con un libro en la mano.
Por casualidad los vio sentados uno al lado del otro en el sofá, mirando los documentos frente a ellos. Sus cabezas casi estaban recargadas una contra la otra.
Un cierto tono de disgusto invadió su mirada.
Jamie dijo con voz profunda: "Lexi".
La chica levantó la cabeza y preguntó: "¿Sí? ¿Qué pasa?".
"Me gustaría sentarme".
Lexi se sorprendió. Ella iba a decirle que podía sentarse donde quisiera, pero miró alrededor y se dio cuenta que los documentos estaban por todos lados, incluso sobre el suelo.
No era extraño que Jamie no pudiera encontrar dónde sentarse.
"Deme un minuto, Señor Barrett".
Sin importar lo que estaba leyendo, Lexi se levantó rápidamente y comenzó a quitar las cosas del sofá.
Se sintió un poco avergonzada. "Lamento tener la habitación hecha un desastre. Por favor, no se fije".
Por alguna razón, no quería que Jamie viera su lado desordenado, aunque él ya lo conocía.
En cuanto a Ronnie, el asiento a su lado quedó vacío de repente. Tenía una rara expresión mientras observaba a Lexi ordenando las cosas que estaban en el sofá.
Él sabía que Lexi se comportaría muy seria durante el trabajo. Podría olvidarse fácilmente de comer o descansar. Justo ahora, claramente se estaba obsesionando. Sin embargo, ya había asumido que no le iba a delegar ningún asunto.
Y todo esto era para tener un lugar para que Jamie se sentara.
"Por favor, siéntese Señor Barrett".
Lexi había ordenado el sofá y le dijo cortésmente a Jamie: "¿Le gustaría un poco de té?"
"No, gracias, puedes continuar con tu trabajo".
Jamie elegantemente se sentó y abrió el libro con sus delgados dedos rubios.
¿Iba a leer el libro aquí?
Lexi quedó atónita.
"Señor Barrett, puede llevarse el libro. Me lo puede devolver cuando termine de leerlo".
"Gracias. pero me gustaría leerlo aquí".
Jamie respondió con total naturalidad mientras hojeaba algunas páginas.
Lexi estaba sorprendida. El lugar era un completo desastre. Ronnie y ella podrían ser ruidosos cuando discutían. ¿Estaba seguro de que sería un buen lugar para leer un libro?