"¿Amarnos mutuamente? !Ella nunca me amó en verdad!".
Ronnie frunció los labios, y un aura de soledad irradió de su cuerpo.
"Cuando la conocí aquí, fue ella quien planeó todo cuidadosamente. Desde el principio, ella se acercó deliberadamente a mí. Fue apenas hace tres meses, cuando nos comprometimos, que descubrí que solo estaba conmigo por dinero".

Lexi se sintió muy sorprendida. "¿Tal vez fue un malentendido? Ella no parece ese tipo de persona".
"Jugó conmigo desde el principio. ¡Ella me engañó por completo, como si fuera un tonto!".
Una sensación de abatimiento invadió el cuerpo del hombre. "Lamento mucho haberte puesto en una situación tan incómoda el día de hoy".
"No tienes nada de qué disculparte. Vuelve a casa y descansa".
Lexi lo miró preocupada, sin saber qué decir para consolarlo.
No podía simplemente meterse en un asunto tan personal.

Al día siguiente.
Cuando llegó a la empresa, Lexi fue primero al departamento de diseño para ordenar su material de trabajo de este año y todos los trabajos que había hecho durante sus años de estudiante.
Lo único que le faltaba era experiencia, pero tenía mucho potencial.
Esta vez, tendría que convencer a Jamie de que le diera uno de los tres lugares disponibles para participar en el Concurso de Diseño de Moda Arcano.

Con los documentos bajo el brazo, no dejaba de pensar en cómo contárselo al CEO.
Pero cuando llegó a la oficina, le sorprendió  ver que ya había mucha gente allí. Todos estaban parados allí, luciendo nerviosos.
Mientras tanto, el hombre detrás del escritorio no tenía ninguna expresión en su hermoso rostro, aunque todo su cuerpo mostraba lo furioso que estaba.
Lanzó una carpeta casualmente, y habló con un tono indiferente y frío.
"Vaya al departamento de finanzas a pedir su último salario".
El rostro de un hombre de mediana edad de repente se puso pálido y su voz temblaba sin control.
"Señor presidente, por favor, deme otra oportunidad. Le prometo que este proyecto será el mejor".
"Fuera de aquí".
Jamie ni siquiera alzó la mirada. Su tono fue impaciente y emanaba una presión que haría temblar a cualquiera.
El directivo parecía querer seguir suplicando piedad, pero las palabras no salieron de su boca. Resignado, terminó por tomar la carpeta con frustración y se marchó lleno de vergüenza.
'¿Despide gente tan temprano?', Lexi pensó.
La tensión en la oficina era palpable.
Ante esto, ella sostuvo los documentos en sus brazos con fuerza y no se atrevió a hablar. Simplemente caminó hacia su lugar en silencio.
Jamie la miró de reojo sin decir nada. Cuando la vio sentada en su puesto obedientemente, por alguna razón, su estado de ánimo empeoró aún más.
A pesar de que ella solía charlar y reír con otros hombres, siempre mantenía una distancia respetuosa con él.
"Háganlo otra vez".
Al momento, se escuchó el ruido de los documentos que se esparcían con fuerza.
Varias personas salieron corriendo y recogieron los documentos. Ninguno se atrevió a alzar la mirada y respiraban con dificultad.
Durante toda la mañana, la oficina estuvo envuelta en una atmósfera represiva y aterradora.
Nadie que llegara allí saldría con lo que quería. Todas las propuestas fueron rechazadas y algunas personas incluso perdieron su trabajo.
Todos estaban asustados, como si estuvieran caminando por el borde de un acantilado y pudieran caer en cualquier momento.
En una atmósfera así, Lexi también se sintió deprimida. Al mediodía, cuando vio que todavía había mucha gente en la oficina esperando ser regañada, salió tan tranquila como llegó.
Al ver la pequeña figura dejando el lugar, el rostro de Jamie se ensombreció.
El ambiente se volvió de hielo y todos los presentes sintieron como si un volcán estuviera a punto de estallar.
Lexi fue a la cafetería de la empresa para almorzar.
En cuanto recogió su comida y se sentó, vio a otra persona sentada frente a ella.
Ronnie la miró con una amplia sonrisa en los labios.
"No te importa que coma contigo, ¿verdad?".
"Claro que no".
Al ver que sus emociones habían vuelto a la normalidad, Lexi no pudo evitar relajarse un poco.
A pesar de que solo se trataba de una comida en la cafetería, Ronnie actuaba como si perteneciera a la nobleza y comía con mucha elegancia.
"¿Cómo te fue? ¿Conseguiste un lugar para participar en el Concurso Arcano de Diseño de Moda?", preguntó él.
Por la mañana, cuando la ayudó a ordenar los documentos, él ya sabía sobre este asunto.
Lexi estaba molesta mientras masticaba. "Todavía no. El presidente parecía estar de mal humor hoy. De hecho, varios empleados han sufrido las consecuencias ya".
Si hablara on Jamie ahora, se arriesgaba a que él la atacara.
"Yo también escuché eso. El ambiente en la oficina está muy tenso. Pero también escuché que la lista de personas que participarán en el concurso se publicará esta tarde".
"¿Esta tarde? En ese caso, no tengo ninguna esperanza".
Lexi perdió todo el apetito en un segundo.
Su mayor sueño era participar en el Concurso Arcano de Diseño de Moda. Quería mostrar sus obras en ese escenario, convertirse en una diseñadora famosa y cumplir sus sueños desde la niñez.
Sin embargo, la competencia solo se realizaba una vez cada tres años. Si se la perdía esta vez, tendría que esperar durante tres años más y seguir viviendo en las sombras.
"¿Por qué no piensas primero en una manera de mejorar el estado de ánimo del CEO?", sugirió Ronnie.
'¿En verdad cree que voy a adularlo?', pensó ella.
Luego se quedó quieta por un momento, antes de que sus ojos se iluminaran de inmediato.
A decir verdad, Jamie la había tratado bastante bien. Quizás todavía había esperanzas de que ella lo complaciera un poco.
"Gracias, Ronnie. Disfruta tu comida. Hasta luego".
Después de despedirse, se puso de pie y se dirigió a la cafetería para pedir los platos más caros para llevar. Luego llevó la comida a la oficina de su jefe.
Cuando se fue, había demasiada gente con él, por lo que seguramente no había comido nada todavía. Cuando ella llegara con esa comida preparada especialmente para él, seguramente lo impresionaría.
Mientras tanto, en la oficina del presidente.
Asher empujó un carrito dentro de la habitación, con varios platillos exquisitos y deliciosos, todos elaborados especialmente por los mejores chefs.
Luego de dejarlo junto al escritorio, se acercó a Jamie.
"Señor, por favor almuerce algo".
Cuando el grupo de presentes escuchó esto, sintieron como si hubiera algo de esperanza para ellos. 
Si Jamie comiera algo, tal vez podrían  tomarse un descanso.
"No hay necesidad".
El hombre se quedó quieto, sin moverse en absoluto.
Simplemente continuó hojeando sus documentos con el rostro frío. Apenas había empezado a verificar el progreso de su trabajo, pero no tardó en descubrir que este era básicamente inútil.
'Tendré que darles una lección', pensó.
De repente, las personas volvieron a ponerse nerviosos.
Asher los miró con simpatía; quizás no eran sus propuestas las que resultaban inútiles, sino el hecho de que el CEO estuviera de mal humor hacía que nada le gustara.
En silencio, rezó por ellos y se preparó para llevarse el carrito con la comida que acababa de traer.
En ese momento, la puerta que estaba cerrada se abrió con suavidad.
Lexi entró con un paquete de comida. Lo primero que vio fue a un grupo de personas seguían allí con los nervios de punta, así como a Jamie sentado detrás del escritorio sin cambiar de postura.
Se dio cuenta de que ciertamente él no había comido nada todavía.
Encantada, rodeó a la multitud y se acercó al escritorio de Jamie, deteniéndose no muy lejos de él.
En un instante, la mano del hombre dejó de hojear los documentos frente a él.
Lexi se sintió un poco avergonzada frente a tanta gente. Sin embargo, por el bien de su lugar en la competencia, se armó de valor y habló con una sonrisa.
"Señor, le preparé el almuerzo. ¿Por qué no come algo? Puede ocuparse del trabajo más tarde. Por favor, no se muera de hambre".
La expresión de Jamie cambió ligeramente. Las acciones de la chica le sorprendieron mucho.
Entonces levantó los ojos y la miró. "¿Te preocupas por mí?".
Una pregunta tan abierta y directa hizo que ella sintiera una oleada de inquietud.
Había tanta gente mirándolos. ¿Cómo podía responder a su pregunta?