Asher era muy eficiente. Después de solo unos minutos, ya había instalado un escritorio y una silla nueva en la oficina.
De igual manera, trajo consigo algunos documentos que Lexi había dejado previamente en el departamento de diseño.
Él dijo cortésmente: "Señorita Lexi, echa un vistazo y dime si necesitas algo más. Te lo traeré en seguida".

Al ver lo profesional que era Asher, Lexi comenzó a dudar de quién era el asistente de Jamie.
Sin más opción, tuvo que hacerse cargo del archivo, aceptando su destino finalmente.
"No necesito nada, gracias".
"Entonces me iré ahora. Puedes avisarme si necesitas algo".
Asher la miró y asintió antes de salir de la oficina.
Después de esto, Lexi y Jamie fueron los únicos que quedaron en la habitación.

La situación fue diferente esta vez. Lexi no estaba aquí para informar sobre su progreso, sino para trabajar sin ningún motivo aparente.
Pensar en eso la hizo sentir incómoda. "Señor Barrett, empezaré a trabajar ahora".
Mientras hablaba, se acercó a su nuevo escritorio y se sentó para comenzar a buscar entre los documentos.
Por fuera, se veía seria y concentrada, pero por dentro, su mente estaba hecha un caos total. Ni siquiera podía calmarse por más que lo intentara.

Al mirar la expresión inquieta de la chica, los ojos de Jamie se oscurecieron un poco.
Era evidente que todavía se sentía limitada frente a él.
Esta era la única forma en que podría acostumbrarse a él poco a poco.
"¡Toc, toc, toc!", alguien llamó a la puerta de la oficina.
Lexi se puso de pie y volvió la cabeza para mirar al CEO, con un leve destello en los ojos.
"Alguien te está buscando. ¿Quieres que salga de aquí?".
"No es necesario", él rechazó su sugerencia fríamente.
En cuanto la puerta se abrió, entraron tres altos funcionarios de la empresa. De inmediato, todos se sorprendieron al ver un escritorio extra en la oficina.
Si bien era normal tener una secretaria en la oficina del CEO, esa no era la función principal de Lexi.
¿Desde cuándo los diseñadores tenían ese tipo de puesto?
Eso nunca había pasado antes.
Lexi se sintió un poco avergonzada y no se atrevió a mirar a nadie. Por lo tanto, bajó la mirada y fingió estar leyendo algunos documentos con seriedad.
Jamie la miró y sus labios se curvaron en una gran sonrisa. Parecía estar de buen humor.
"Si tienes algo que decir, solo hazlo", sugirió.
Por lo general, los directivos vendrían personalmente a dar su informe si se trataba de un asunto confidencial y de gran importancia. Con esto en mente, se preguntaron si deberían pedirle a Lexi que saliera primero de la habitación.
Pero, dado que el CEO había ordenado su presencia, no había necesidad de eso.
Como altos directivos, todos eran muy inteligentes y pudieron darse cuenta de que algo andaba mal.
Sin decir más, todos se irguieron y comenzaron a dar su informe.
Jamie se sentó detrás de su escritorio, gestionando los documentos mientras escuchaba sus informes.
Era capaz de hacer varias cosas a la vez, y corroboró que todo estaba en orden.
Esta empresa se encontraba entre las mejores a nivel mundial e iba más allá de la industria de la confección, por lo que había muchas cosas que Lexi no podía entender.
Ella estaba aburrida de oír los informes, pero de repente escuchó un tema que le interesó mucho.
Uno de los directores dijo: "La inversión para el Concurso Arcano de Diseño de Moda está en progreso. Esta vez seremos los mayores inversores y hay tres lugares para que podamos participar directamente en las semifinales".
El Concurso Arcano de Diseño de Moda se celebraba cada tres años. Se trataba de un concurso nacional en el que también participaban incontables diseñadores famosos.
Si alguien lograba obtener un premio en este concurso, no encontraría muchos obstáculos en su trayectoria profesional.
Esta competencia era un campo de batalla para todos los diseñadores y, por supuesto, eso incluía a Lexi.
Sin embargo, ella no estaba calificada ni tenía la experiencia necesaria para inscribirse. Por lo tanto, como recién llegada, ni siquiera calificaba para participar en las audiciones preliminares. No tenía esperanza alguna de participar en esa competencia.
Pero, ahora...
¿Qué pasaría si tuviera la oportunidad de conseguir uno de los tres pases directos a  la competencia?
"Después de discutirlo un poco, decidimos que sería bueno llenar esos tres lugares en competencia con nuestros propios diseñadores experimentados".
'¿Experimentados?', Lexi se sintió preocupada.
A pesar de que estaba calificada para diseñar la ropa del CEO, aún no había completado el diseño y no tenía ningún producto terminado. Esto no se consideraba como una calificación, y mucho menos como un logro.
Simplemente no estaba calificada para participar en esa competencia.
Jamie la miró en secreto y notó la expresión abatida en su rostro.
Mientras hablaba, su mirada se oscureció: "Seré yo el que decida quién ocupara esos puestos".
"Claro, señor", los tres directivos estuvieron de acuerdo.
Después de todo, Jamie era el máximo responsable de la toma de decisiones.
Al escuchar estas palabras, un indicio de esperanza creció en el corazón de Lexi.
¿Sería posible que Jamie le diera esta oportunidad?
Quizás sí podría participar en la competencia después de todo.
Pensando en esto, no podía esperar a que los hombres terminaran su informe y dejaran la oficina.
Pero eran tres de ellos, y eso significaba que después de que uno terminara de hablar, otro más empezaría.
La chica no podía entender nada, así que no tardó en quedarse dormida como cuando escuchaba las lecciones de sus maestros en la escuela.
Jamie se dio cuenta de inmediato de que Lexi estaba acostada sobre la mesa y una leve sonrisa se asomó por su rostro.
Entonces, miró al hombre que hablaba frente a él y le ordenó en voz baja:
"Habla más bajo".
Su instrucción desconcertó al hombre, quien llevaba mucho tiempo hablando con el mismo volumen.
Sin embargo, obedeció e inmediatamente bajó la voz.
Después de un rato, Jamie les pidió que agilizaran sus informes y luego que se fueran de la oficina.
En cuanto ellos se fueron, se puso de pie y se acercó al escritorio de Lexi.
Ella se había ido a la cama tarde la noche anterior y se había levantado temprano esa mañana, por lo que ahora estaba profundamente dormida.
Sin embargo, parecía que no dormía muy cómodamente, pues movía la cabeza de vez en cuando para cambiar de posición.
También tenía una marca en la mejilla.
Al verla así, el CEO frunció los labios, extendió la mano y la cargó suavemente para llevarla al salón y colocarla en la cama que había dentro.
Posteriormente, se inclinó y la cubrió con una manta.
Sus movimientos fueron muy naturales como si estuviera acostumbrado a hacerlo. Sin embargo, si Asher estuviera aquí, se sorprendería.
Jamie, un hombre tan noble, nunca antes había hecho un gesto tan amable como cubrir a alguien con una manta.
Lexi durmió bien y estuvo muy cómoda. Incluso logró soñar cosas agradables. Cuando se despertó, había una enorme sonrisa en su rostro.
Pero, cuando vio a su alrededor y se dio cuenta de que estaba en un lugar desconocido, no supo qué hacer.
'¿Dónde estoy? ¿Por qué dormí aquí?', pensó.
Rápidamente salió de la cama y abrió la puerta del salón. Entonces, vio la oficina que ya conocía y al hombre elegante sentado frente al escritorio.
Al escuchar el ruido, Jamie alzó la cabeza y la miró.
Con una voz grave y sexy, le preguntó: "¿Ya despertaste?".
"Sí", ella se sonrojó levemente.
En ese momento, comprendió que se había quedado dormida en su escritorio y que Jamie la llevó al salón.
Cuando estaba a punto de caminar hacia su escritorio, vio el reloj colgado en la pared; habían pasado 30 minutos después de su hora de salida.
De repente sintió aún más vergüenza. ¿Cómo se había atrevido a quedarse profundamente dormida frente a su propio jefe durante las horas de trabajo?
De inmediato, comenzó a empacar sus cosas con torpeza. "Yo... me irá ahora mismo".
Estaba demasiado avergonzada para quedarse allí, así que se apresuró a salir de allí.
Al ver su reacción, un atisbo de sonrisa cruzó por el rostro de Jamie.
Entonces, dejó de trabajar, se puso de pie y se preparó para dejar la oficina también.