Al día siguiente, cuando Lexi despertó y vio una habitación completamente desconocida, quedó desconcertada durante un largo período. 
¿Donde estaba ella?
Mientras se presionaba las sienes, solo podía recordar que la noche anterior se había quedado dormida en el auto de Jamie, y no supo qué sucedió después.

"Olvídalo, déjame salir primero", pensó para sí misma.
Lexi levantó la manta. En el momento en que estaba por levantarse de la cama, la puerta se abrió desde el exterior.
Entró un hombre alto, vestido con ropa informal y traía un botiquín. Tenía un temperamento pausado, elegante y noble.
Cuando vio a Lexi, una sonrisa apareció en su bello rostro.
"Cuñada, ¿estás despierta?"
Lexi estaba confundida. Ella ni siquiera lo conocía. ¿Cómo terminó siendo su cuñada? Además, ella ni siquiera tenía novio.

"Perdón, señor, ¿me ha confundido con otra persona?"
"¿Cómo podría cometer un error? Anoche tuviste fiebre y Jamie me pidió que te tratara".
Lexi rápidamente recobró el sentido y comenzó a recordar. Ayer se había sentido mareada e incómoda cuando estaba en el auto, así que se quedó dormida.
Ella estaba enferma. Era razonable que él, amablemente, se ocupara de ella.

Lexi se levantó de la cama y agradeció cortésmente: "Siento molestarte anoche".
"Somos de la misma familia. Está bien que lo hagamos".
Mason caminó hacia Lexi y bromeó: "Sin embargo, conozco a Jamie desde hace muchos años. Esta es la primera vez que lo veo preocuparse tanto por alguien. Se quedó aquí toda la noche y no se fue hasta que la fiebre cesara".
Lexi estaba sorprendida. No podía creer lo que acababa de decir Mason. ¿Cómo podía Jamie preocuparse tanto por ella?
Mason se rió dudosamente. "Además, Jamie te dio la medicina con la boca. ¿Recuerdas?" 
Lexi se mostró conmocionada y sus mejillas se enrojecieron por completo. El pudor se apoderó de su cuerpo. 
Tenía algunos recuerdos de haber sido alimentada por un joven atractivo, pero ¿no era solo un dulce sueño? ¿Cómo podría ser Jamie? ¿Realmente perdió la cabeza anoche y vio mal? Sería demasiado embarazoso.
Lexi tomó la medicina que Mason le dio pero estaba muy avergonzada para enfrentar a Jamie. Por lo tanto, bajó las escaleras y decidió irse en silencio.
Mientras caminaba hacia el pasillo, se encontró con Jamie.
Al verlo, no pudo evitar sonrojarse y sentirse incómoda. 
"Uhm, lo siento. Siento molestarte anoche. Me iré ahora."
Ven a desayunar.
Jamie le indicó que se dirigiera al comedor y le bloqueó la salida con su gran contextura. 
Lexi rápidamente negó con la cabeza. "No es necesario. No he terminado mi trabajo todavía. No queda mucho tiempo, así que debo apurarme para ir a la oficina".
"El trabajo puede esperar. No te preocupes, puedes tomarte tu tiempo para completarlos". Jamie negó con calma la excusa de Lexi. 
La joven estaba desconcertada y se sintió un poco sorprendida. Preguntó confundida: "¿Por qué de repente cambiaste de opinión?"
Ayer insistió en que debía presentar su trabajo hoy.
Se notaba en los ojos de Jamie que estaba inquieto mientras hablaba con voz profunda.
"¿No quieres quedarte?"
"No, no me refiero a eso."
Lexi se dirigió de inmediato al comedor. Durmió toda la noche, por lo que no podría enviar el trabajo hoy de todos modos.
Cuando entraron al comedor, Lexi vio a Mason que ya estaba sentado allí.
"Cuñada, ven y toma asiento", dijo Mason mientras sonreía. 
Al mencionar "cuñada", Lexi se sintió incómoda, dado que Jamie también estaba presente.
Ella frunció los labios con torpeza.
"Puedes simplemente llamarme por mi nombre, o quizás, también puedes llamarme Lexi, ya que eres mayor que yo".
"¿Lexi? No está mal. Suena muy amigable cuando te llamo así."
Mason habló en un tono reservado mientras miraba juguetonamente a Jamie. "¿No te parece?"
"Depende de ti."
Jamie se sentó elegantemente en el asiento principal. Su personalidad era sobresaliente y su expresión era indiferente.
En un tono apático dijo: "Pero en términos de antigüedad, eres mi sobrino y deberías dirigirte a Lexi como tu tía. No me preocupo por ti en privado, pero ten cuidado, no dejes que los otros parientes te atrapen llamándola casualmente".
La familia de los Bailey era la que más valoraba la antigüedad. Si sorprendían a Mason, los parientes lo molestarían sin cesar.
Jamie básicamente lo estaba amenazando.
Frustrado, Mason recogió sus palillos y simplemente bajó la cabeza para comer.