Capítulo 49
1262palabras
2022-05-19 13:38
(Hola, a todos. Estamos llegando al final. Creo que tal vez un capítulo más, dos como máximo y un epílogo).
Parker
Me sacaron de mi sueño cuando sonó el teléfono. Lo cogí y contesté sin siquiera mirar.
"Hola", dije con voz cansada.
"Parker, soy Lewis, Amy entró en trabajo de parto y estamos en el hospital".
Apenas escuché esas palabras, volví en sí. Amy no tenía previsto dar a luz hasta dentro de una semana, la bebé se había adelantado. Afortunadamente, solo por una semana, por lo que todo debería estar bien.
"¿Está ella bien?", pregunté.
“Hasta ahora sí, todo parece estar bien y va según lo planeado. Solo ha estado en labor de parto un par de horas, por lo que todavía tenemos un largo camino por recorrer”, me informó.
"Gracias a Dios. Estaremos allí pronto. ¿Necesitan que llevemos algo?".
“No, gracias. Tenemos todo lo que necesitamos. Te veo pronto”.
Colgamos. El plan siempre había sido que Skye y yo estuviéramos con ellos. Sacudí a Skye y ella gimió.
“Cariño, tenemos que irnos. Amy entró en trabajo de parto”.
Skye saltó apenas me escuchó.
"¿Amy está bien? ¿La bebé está bien?” preguntó, preocupada.
"Sí, ambas están bien, pero todavía faltan unas horas para que nazca".
"Está bien, deberíamos irnos".
Skye saltó de la cama, corriendo para vestirse y yo hice lo mismo. No podía esperar para conocer a mi pequeña sobrina. Finalmente se habían decidido por un nombre: Orla.
Salimos corriendo al coche y fuimos directamente al hospital. Apenas el auto se detuvo, Skye salió corriendo y entró al hospital. Me reí de su entusiasmo, pero sabía que quería estar ahí para su mejor amiga y asegurarse de que estaba bien.
La seguí y ella ya estaba impaciente esperándome.
“Sé dónde está su habitación”, dijo sonriendo.
Le ofrecí mi mano, la tomó y nos guio hacia la habitación de Amy. Abrimos la puerta de la habitación en silencio, en caso de que estuviera durmiendo. Apenas entramos vimos que no era así, estaba sentada en la cama.
"¿Estás bien?" preguntó Skye, dirigiéndose a la cama.
“Sí, gracias por venir”, sonrió Amy.
Skye abrazó a Amy y yo hice lo mismo después de que se separó de ella. Amy nos contó lo que estaba pasando y lo que faltaba para conocer a la pequeña Orla. Dejé que las chicas hablaran y me fijé en Lewis que caminaba de un lado a otro. Me paré frente a él para frenar su camino y puse mis manos en sus brazos.
"Relájate, amigo".
“Lo siento, no puedo evitarlo. ¡Me estoy volviendo loco!" respondió. “Y estoy preocupado”, agregó un poco más calmado.
Comprendí que estaba inquieto. Estaba seguro de que todas las madres y los padres sentían lo mismo cuando nacían sus bebés.
"Tanto Amy como Orla estarán bien, ¿de acuerdo?".
Cerró los ojos y respiró profundo unas cuantas veces.
"Necesito controlarme", habló y abrió los ojos.
Asentí y palmeé su hombro. Se recompuso y volvió al lado de Amy. Se agachó y besó la frente de mi hermana.
"¿Puedo traerte algo, cariño?" preguntó.
“No, estoy bien, gracias, amor”, sonrió.
Sonreí al verlos juntos. No podía esperar para verlos como una pequeña familia.
***
Habíamos estado en el hospital durante las últimas doce horas. Amy finalmente estaba en la sala de parto. La bebé Orla llegaría pronto y, afortunadamente, según nos dijo Lewis, tanto mi hermana como mi sobrina estaban bien. Skye y yo esperábamos en la habitación de Amy.
Estaba sentado y Skye se había quedado dormida, recostada sobre dos sillas con la cabeza en mi regazo. Miré a mi hermosa futura esposa, no podía creer que quedara tan poco tiempo para el día de nuestra boda. Acaricié su cabello y planté un beso como una pluma en su frente. Estaba listo para pasar el resto de mi vida con ella y, con suerte, pronto podríamos tener nuestro propio bebé.
Lewis irrumpió en la habitación, con lágrimas en los ojos y la sonrisa más grande del mundo adornando sus labios.
“Soy oficialmente el padre de una niña hermosa y saludable”, estalló emocionado.
Se veía muy orgulloso. Skye se levantó de un salto.
"¿Y Amy también está bien?", preguntó.
“Está agotada y adolorida, pero fuera de eso, está bien. Van a asearlas antes de traerlas de vuelta. ¡Soy papá! ¿No es increíble?”, dijo conmovido.
Nos acercamos y lo abrazamos, felicitándolo. Luego volvió a desaparecer.
“¿Quieres ir a tomar un café? ¿Para que, cuando Amy vuelva, pueda acomodarse sin nadie que la moleste?”, sugirió Skye.
Asentí, nos dirigimos a una de las máquinas de café y salimos a tomar un poco de aire.
“No puedo esperar para conocerte, Orla”, dijo efusivamente.
"¡Yo tampoco!" confirmé.
Orla iba a ser muy querida y probablemente mimada. Mis padres llegarían más tarde, junto con los padres de Lewis. Nos quedamos afuera hasta que Lewis nos escribió para decirnos que regresáramos. Amy se estaba instalando nuevamente en la habitación.
Llamé suavemente a la puerta y Amy levantó la vista.
"¿Quieren conocer a su sobrina?", nos dijo a los dos con una sonrisa.
"Sí", sonrió Skye.
Amy tenía a Orla en sus brazos. Miré a mi hermosa sobrina y me enamoré al instante.
"Bienvenida al mundo, pequeña…", susurré y acaricié su pequeña mejilla. "Soy tu tío Parker".
Estaba completamente enamorado de ella.
“Bien hecho, hermanita. Estoy tan orgulloso de ti", le dije y besé su frente.
“La bebé es tan hermosa como su mamá”, dijo Skye con una sonrisa. "Felicitaciones", agregó.
Amy me dejó alzar a Orla. La acuné en mis brazos y la arrullé mientras Skye estaba a mi lado.
"Quiero uno….".
Skye me miró, la sonrisa más dulce apareció en sus labios y batió sus pestañas hacia mí. Me reí.
“Podemos empezar a intentarlo después de la boda, mi amor”, sonreí y la besé.
"¡Hurra!", dijo emocionada.
Volvimos toda nuestra atención a Orla. Nos miraba fijamente, quizás preguntándose qué estaba pasando. No podía creer lo pequeña y linda que era. Podía ver en ella tanto a Amy como a Lewis.
De repente, escuchamos un chillido y las palabras, "oh, Dios mío". Vi a Skye entrar en pánico al escuchar el chillido, pero no me preocupé porque sabía lo que estaba pasando.
Ambos miramos hacia la cama para ver a Lewis arrodillado junto a Amy con un anillo en la mano.
“Amy, creo que me enamoré de ti desde el primer momento que nos besamos y cada día que paso contigo me enamoro más. Y, ahora que has traído a nuestra pequeña niña a este mundo, no solo me hace amarte más, sino admirarte. Tu fuerza es increíble, estoy tan orgulloso de ti, cariño. Anhelo pasar el resto de mi vida contigo y con nuestra familia ¿quieres casarte conmigo?”.
Se podía oír la emoción en su voz con cada palabra.
“Sí, oh Dios mío, sí”, sollozó Amy.
Deslizó el anillo en su dedo y la besó una y otra vez.
"¡Esto es increíble! ¡Un bebé y ahora están comprometidos! Estoy muy feliz por ustedes dos", Skye sonrió y se apresuró a abrazarlos.
No creía que fuéramos a olvidar fácilmente ese día. Nunca había visto a mi pequeña hermana tan feliz como en ese momento.
“Orla quiere felicitar a mamá y papá”, sonreí.
Le devolví a Orla a Amy y les pedí a los dos que se juntaran para tomar unas cuantas fotos.
“Quién se iba a imaginar que tantas cosas podrían cambiar en un año”, dijo Amy.
No podíamos estar más de acuerdo. No creía que ninguno de nosotros hubiera imaginado que estaríamos ahí en ese momento. Fue increíble y no cambiaría nada.