Capítulo 47
1098palabras
2022-05-20 10:01
Parker
No sabía cómo pasó tan rápido el tiempo, pero ya solo faltaban cinco meses para que Skye y yo nos casáramos. De igual manera, el bebé de Amy y Lewis estaba programado para nacer en tres meses. Durante este tiempo, no había parado ni un segundo, ocupado entre planear la boda y ayudar a Amy y Lewis a prepararse para el bebé. Iba a ser tío de una niña y estaba ansioso por conocerla.
Habíamos reservado un hermoso hotel para nuestra boda. La ceremonia y la fiesta se llevarían a cabo en el mismo lugar, lo cual funcionaba muy bien. Habíamos reservado algunas habitaciones para nuestras familias y amigos cercanos. Igualmente, conseguimos nuestra habitación en el paquete de bodas. Los demás huéspedes que quisieran quedarse reservarían sus propias habitaciones. La banda, la comida y las flores ya habían sido arregladas y nos encargaríamos del resto durante los próximos meses.
"¿A qué hora dijeron Amy y Lewis que vendrían?", preguntó Skye, saliendo de nuestra habitación.
La miré, y en un segundo me quedé sin aliento, como solía hacerlo todos los días. Skye estaba en sudadera, sin maquillaje y con el pelo recogido en un moño desordenado. Este era mi estilo favorito en ella porque era natural, y se veía más hermosa así.
"Ya vienen en camino, cariño", sonreí.
Lewis y yo íbamos a comprar pintura y algunos muebles para la habitación del bebé. Por su parte, Amy y Skye tenían planeado un día de chicas en la casa. Skye se acercó y se sentó a mi lado en el sofá. Sonriendo, envolví mi brazo alrededor de sus hombros y ella se acurrucó a mi lado.
“No puedo creer que nuestra boda sea en solo cinco meses”.
“Lo sé, estaba pensando lo mismo hace poco. No puedo esperar a verte con tu vestido de novia, lista para convertirte en mi esposa, mi amor”.
"¡Yo tampoco puedo esperar!", exclamó y me besó suavemente.
Cuando nos separamos, ella apoyó la cabeza en mi hombro y la besé en la frente. Todavía no podía creer que esta mujer tan perfecta sería mi esposa.
Alguien llamó a la puerta principal y escuchamos la voz de Amy antes de que entrara en la sala de estar con Lewis.
"Hola", saludó él.
"Hola, ¿cómo están?", preguntó Skye.
“Agotada, y la espalda me está matando. Pero fuera de eso, bien", respondió Amy.
Su barriga era enorme, pero aun con todos los problemas que vienen con el embarazo, mi hermana no dejaba de estar radiante y no permitía que nada la deprimiera. Ella seguía diciéndose a sí misma que todo valdría la pena al final.
"Ya falta poco", sonreí.
“Es cierto. Estoy emocionada de traer a esta pequeña al mundo”, sonrió y se frotó el vientre.
Amy se acercó para sentarse junto a Skye. En el segundo en que lo hizo, esta última comenzó a hablar con la bebé.
“Buenos días, pequeña”, la saludó.
Todavía no habían decidido cómo la llamarían, pero tenían tres opciones diferentes. La forma en que Skye le hablaba al vientre de Amy era muy dulce.
"Será mejor que nos vayamos, amigo", sugirió Lewis.
"Sí, vámonos".
Nos despedimos de nuestras novias y Amy se aseguró de que supiéramos exactamente lo que íbamos a buscar.
“¿Podemos parar para comer primero? No he desayunado todavía", preguntó Lewis.
“Sí, claro, yo tampoco he desayunado”.
Nos fuimos en su auto porque era más grande y tenía más espacio para todo lo que íbamos a comprar.
“Espero que seas bueno construyendo cosas porque yo no soy tan hábil”, se rio.
"Tienes suerte, porque sí lo soy", me reí entre dientes.
"¡Gracias a Dios! Estoy seguro de que entre los dos lo lograremos”, respondió.
Estaba seguro de que todo saldría bien y Amy se aseguraría de que todo saliera perfecto.
***
Lewis y yo terminamos de comprar todo lo que necesitábamos. Nos detuvimos en un lugar para almorzar antes de regresar, pues no queríamos interrumpir el tiempo de las chicas demasiado pronto.
"¿Puedo hablar contigo sobre algo?", me preguntó él.
"Sí, por supuesto. ¿Qué sucede?".
Él inhaló profundamente. De pronto, pareció estar muy nervioso.
“Quiero pedirle a Amy que se case conmigo, pero quería tu permiso antes porque sé lo cercanos que son y lo mucho que significan el uno para el otro”, tartamudeó. “También se lo preguntaré a tu padre, pero quería hablar contigo primero”.
Desde antes, había presentido que esto pasaría pronto.
"Claro que tienes mi permiso", sonreí.
"¿No quieres pensarlo antes?", preguntó, sorprendido.
“No tengo nada en qué pensar. Sé que amas a mi hermana, la cuidas y eres un gran hombre. Además, ustedes dos van a tener un bebé juntos”, respondí. “No podría imaginar un mejor esposo para mi hermana, Lewis. Estaré orgulloso de llamarte mi cuñado".
"Muchas gracias. Y sí, la amo con todas mis fuerzas. Prometo protegerla a ella y a nuestro bebé durante el resto de nuestras vidas”, sonrió ampliamente. “Tus palabras significan mucho para mí".
"Lo digo en serio. Entonces, ¿cuándo planeas hacerlo?".
"Estaba pensando en el día en que nazca nuestro bebé, pero no sé si serían demasiadas emociones para ella en un solo día".
“Creo que le encantaría eso”, sonreí.
Conocía a mi hermana, y sabía que le propusieran matrimonio de esa forma le gustaría mucho.
"¿Crees?", preguntó, y yo asentí con la cabeza. “Entonces ya está, pero por favor no le digas nada, ni siquiera a Skye porque sabes que esas dos no saben guardar un secreto", agregó, riéndose.
“Prometo que no lo haré. Felicidades de antemano".
"Gracias, pero primero veamos si ella acepta".
“Lewis, no dudo por un segundo que dirá que sí".
"Eso espero", se rio entre dientes. "Ahora, tengo que hablar con tu padre".
“No creo que tengas nade de qué preocuparte. Él también sabe que eres un buen hombre.
"Gracias", respondió con una gran sonrisa.
Mi hermana iba a estar encantada cuando le propusiera matrimonio. ¡Me alegro de que finalmente haya encontrado un buen hombre porque varios de sus ex novios eran unos completos imbéciles!
"Pero solo quiero que sepas que, si la lastimas, tendrás que vértelas conmigo; o, peor aún, con Skye".
"Prometo que no lo haré", dijo con confianza. "Pero sí, creo que lidiar con Skye sería más aterrador que cualquier otra persona".
"Créeme que sí", me reí.
Lewis también se rio y ordenamos nuestra comida. Él y Amy estaban hechos el uno para el otro, así que estaba seguro de que todo iría bien. Ahora, solo necesitaba asegurarme de no decirle nada a Skye por error. Como dijo Lewis, ella y Amy eran terribles para guardar secretos, sobre todo entre ellas.