Skye
Estoy tan emocionada; ¡Parker y yo viajaremos a Italia la próxima semana! Conseguimos un vuelo barato y el hotel era magnífico para el precio que pagamos. No puedo esperar para ir. Me encanta la idea de que sea un lugar en el que ninguno de los dos ha estado nunca. Será algo hermoso y juntos crearemos nuevos recuerdos.
¡Y hoy iré a comprar ropa navideña con Amy!

"Nena, será mejor que me ponga a trabajar", anunció Parker cuando entró en la habitación.
"Está bien. ¿Qué quieres que cenemos esta noche?", le pregunté.
"Podemos ordenar algo o cocinar cuando llegue a casa".
"Piénsalo y dime más tarde", sonreí.
Él asintió, se acercó a mí y me besó suavemente, provocando que soltara un gemido.
"Disfruta tu día. Te amo".

"Lo haré. ¿Necesitas que compre algo? Yo también te amo".
"Creo que no".
Me robó un último beso antes de salir corriendo. Yo terminé de arreglarme para ir a desayunar con Amy. Estaba muy emocionada por verla, ya que últimamente habíamos estado tan ocupadas que no teníamos mucho tiempo para vernos.
Recogí mis cosas y salí a su encuentro. Mientras caminaba hacía el café donde habíamos quedado, me di cuenta de que era un gran día.

La vi en una mesa afuera y ya había ordenado un par de bebidas para nosotras.
"Hola".
"Hola", respondió ella.
Se puso de pie para abrazarme antes de que nos sentáramos.
“¿Por qué estás bebiendo té? Tú nunca bebes té”, me reí.
“Um, tengo algo que decirte”, dijo nerviosa. “Iba a esperar hasta más tarde, pero es mejor que te lo diga ahora”, agregó, riéndose.
"¿Qué está pasando? ¿Estás bien?".
Mi amiga era adicta al café, así que verla beber té me preocupó.
"Estoy embarazada. Me acabo de enterar la semana pasada", susurró.
"¡Oh, Dios mío!", exclamé. Pero luego recuperé al compostura y continué: "¿Esto es algo bueno o no tanto?".
“Honestamente, al principio estaba asustada, pero después de que Lewis y yo hablamos, me sentí mejor y ambos estamos emocionados. Lamento no haberte dicho antes, pero queríamos estar seguros de que todo estuviera bien antes de anunciarlo", aclaró con una sonrisa.
¡Ah! ¡No podía creer que mi amiga fuera tener un bebé! La noticia me conmovió mucho.
Rápidamente la abracé con fuerza, sabiendo que sería una excelente madre.
"¡Felicidades! Me alegro por los dos", dije efusivamente.
"Gracias. Sé que no llevo mucho tiempo con Lewis y no pensábamos tener un hijo todavía, pero eso no importa; vamos a amarlo igual que si lo hubiéramos planeado", dijo mientras se acariciaba el vientre.
“Vas a ser una madre increíble”, comenté-
"Gracias. Tú también vas a ser una gran tía, y Parker, un gran tío. Estoy segura de que se va a volver loco con la noticia".
“Sí, a Parker le encantará la idea de tener una sobrina o un sobrino”, estuve de acuerdo con ella.
Hablamos un poco más sobre el bebé antes de ordenar el desayuno. Ella apenas tenía seis semanas de embarazo, así que solo nos lo contaría a Parker y a mí por ahora.
***
“Estoy tan celosa de que te vayas a Italia la semana que entra”, resopló Amy mientras hacíamos las compras.
“Ojalá hubieras podido venir; pero, oye, ahora tienes algo grandioso también, ¡un bebé!”, sonreí.
"Eso es cierto", se rio, acariciando su vientre.
Ya había comprado varias cosas que necesitaba, pero todavía me faltaban un traje de baño nuevo y un par de vestidos de noche.
"No creo tardar mucho y, cuando termine, iremos a almorzar".
"Está bien, no te preocupes", respondió ella. "Y quién sabe, tal vez vuelvas a casa con un anillo en el dedo", agregó, dándome un codazo.
"¿Qué? No lo creo”, solté una carcajada.
"Nunca se sabe", se encogió de hombros. "O tal vez solo sea una ilusión mía quererte hacer mi cuñada oficial".
"Tal vez algún día", dije esperanzada.
"¿Tal vez? No, estoy segura de que sucederá tarde o temprano. Mi hermano está locamente enamorado de ti; nunca lo había visto así.
Su voz estaba llena de seguridad y no pude evitar emocionarme ante la idea de casarme con Parker algún día. Sé que es demasiado pronto para pensar en eso, pero en verdad lo anhelaba.
“Eso espero”, dije efusivamente. “Pero será mejor que no le mencionemos esto. No quiero asustarlo".
"Oh, cariño, no creo que nada pueda asustarlo".
"Bueno, no quiero arriesgarme".
Me mataría perderlo. Por lo tanto, la charla entre chicas se quedaría así por ahora. Seguimos conversando mientras avanzábamos y logré comprar todo lo que me hacía falta. 
“Bien, ya terminé, ahora vamos a comer. Me muero de hambre", dije.
"Yo también muero de hambre", comentó ella.
Encontramos un lugar para comer donde nos sentamos e hicimos nuestros pedidos.
"Entonces, ¿quieres un niño o una niña?".
"No estoy segura. No creo que me importe, siempre y cuando el bebé tenga salud".
“Sí, eso será lo principal”, sonreí. “¡No puedo creer que vayas a ser mamá! No veo la hora de conocer al pequeño!".
"Yo tampoco. Solo espero que todo esté bien”, suspiró.
“Estoy segura de que así será", la alenté.
Sé que es normal que la futura mamá se preocupe, pero estoy convenvida de que tanto Amy como el bebé estarán bien.
“Sí, pensemos positivo”, afirmó.
"Exactamente".
“Tengo miedo de tener un bebé, pero sé que no lo haré sola”.
"No lo harás. Tienes a Lewis, Parker y a mí, además de tus padres".
"Sí, y los necesitaré a todos", dijo con honestidad.
"Y estaremos allí para ti, sin importar el momento ni el lugar, lo prometo".
Me acerqué y le apreté la mano con cariño.
"Lo sé", respondió ella.
Mi amiga tenía un gran sistema de apoyo que jamás la dejaría sola.
“Va a ser un año emocionante”, comenté.
"Eso es cierto".
¡Iba a ser increíble! No podía esperar a que Parker se enterara de la noticia.