Capítulo 11
2812palabras
2022-03-29 05:16
Un año después de mis vacaciones tenía que regresar a mi trabajo, esto no era para nada fácil, después de tener todo el tiempo para dedicarle a mis hijos y por supuesto a mis cabios, regresar se había vuelto un duro tormento para mí, por fortuna el delgado que había sido mi reemplazo durante todo este tiempo hizo muy bien su trabajo, estaba todo en orden, retomar solo era cuestión de dos semanas, y ahí estaba yo la gran CEO de la empresa, tenía que hacerme cargo del último contrato para el cual se había requerido mi doctorado y es que estaba más que preparada para eso, pero para mi sorpresa el día de la reunión me encontré con Jhin y su padre el gran Christian Vernacci, estaban los dos muy elegantes y profesionales , el contrato era con la empresa del padre de Jhin, quería desmayarme en ese momento pero mi compromiso laboral y profesional no me iba a permitir que perdiera el control, yo era la CEO, y me había costado mucho llegar hasta donde estaba para que un muchachito me hiciera sentirme débil.
Para mi fortuna la reunión fue todo un éxito, firmamos el contrato, el mismo era muy beneficiosos para las dos empresas así que yo siempre sobresalía por mi eficiencia, en el contrato había quedado establecido que alguien de la empresa Vernacci estaría siempre presente en nuestras instalaciones y para mi sorpresa que no fue tan sorpresa, ese alguien era Jhin Vernacci, ya se había graduado y quería demostrar a su familia sus aptitudes, esto hacia mi vida imposible, si pense que ya lo había olvidado otra vez estábamos aquí pero mas cercanos que nunca.
NOTA

pensamientos de Jhin
Había pasado ya un buen tiempo desde mi ultimo encuentro con Lana, sentía que la extrañaba demasiado, pero también sabia que había cometido un error con ella al haberle hablado de esa manera, y es que no era para menos, nosotros nunca habíamos tenido una relación, mas de dos encuentros algo cercanos de ahí no había pasado nada mas y yo estaba actuando como lo que era, un niño mimado de papi y mami, que quería tener todo bajo control, pero no sabia como hacerlo, ella ya era una mujer madura que era difícil de dominar, y aunque era una mujer perfecta en todos los sentidos en el fondo yo sabia que no iba a permitir que ningún hombre la tratara mal y yo había cometido ese grave error, la había herido, lo supe porque me miro como nunca lo había hecho, no contesto el sin fin de llamadas y simplemente se fue.
mi padre tenia un contrato pendiente con la empresa en donde Lana trabajaba, yo me acaba de graduar así que tome las riendas del asunto, mi salud estaba mas recuperada y para mi era la oportunidad perfecta para acercarme a ella en todo este tiempo no hubo un solo día que su hermoso rostro no saliera de mi pensamiento, a pesar de que siempre estuve rodeado de bellas mujeres, no solo por mi físico sino que también por mi posición social, yo solo quería entregarle mi amor, mi cuerpo mi todo a una sola mujer a Lana, y es que ni siquiera podía dormir de pensar en ella y de buscar la forma de volver a cercarme, así que el negocio fue la oportunidad perfecta y lo había logrado, ahora compartimos el trabajo, esto daría mas tiempo para mostrarle lo interesado que estoy en ella y lo mucho que puedo hacer por este amor.
Pasaron los días, volver al trabajo me había constado muchísimo , un año fuera de el había hecho que mi cerebro estuviera un poco lento y a decir verdad la presencia de Jhin en la empresa no me hacia mucha gracia, sus miradas me intimidaban, pero de verdad que lo hacían, las sentía desde lo mas profundo de mis pechos, hasta mi vientre bajo, yo sabia que eso era deseo, pero no se lo podía manifestar yo seguía insistiendo que el era prohibido.
De vez en cuando salía almorzar con mi amiga Roberta, ella trabajaba muy cerca de ahí, agradecí su tiempo limitado y por su puesto sus consejos, esos que nunca debí escuchar, rio para mi, en esas salidas ella solo me repetía, que esperas, no te niegues, el te gusta , tu le gusta pues decen una oportunidad, es muy posible que mas adelante se puedan arrepentir si no lo hacen, motivada por eso y por las hermosas miradas que mi chico me regalaba en la oficina, un día me di cuenta que estaba trabajando hasta tarde, así que decidí entrar a su oficina, así sin anunciarme , no había nadie mas que el y yo en ese piso.
Su carita mostraba algo de cansancio pero al verme se puso feliz, yo llevaba un hermoso vestido palo de rosa un poco mas arriba de las rodillas lo cual se robo su mirada , y aunque mi vientre no era para nada plano, el vestido era ancho y ocultaba mis lonjas pero resaltaba mis voluminosos pechos, sin pensar me acerque a el , agarre su cara con mis manos y sin pensarlos dos veces le di un beso, el mas profundo de los besos, no me sorprendía para nada que no me hubiera rechazado, pues yo sabia que el hace mucho tiempo quería hacer lo mismo conmigo, esa química que algún día se había hecho presente había vuelto de nuevo y por lo visto con muchas mas ganas, por su instinto metió su cabeza en mi pecho oliendo mi cuerpo, tomando mi cabello y pasándolo por su cara, me hacia sentir toda una diosa, me lleno de besos calientes el cuello y poco a poco fue bajando hasta mis pechos, esos que algún día tomo con sus manos y que por una interrupción dejo servidos, listos para comer.

Sus manos continuaron su sensual recorrido bajo la parte superior de mi vestido y sin decirnos una sola palabra ahí estábamos ahogados en amor, en pasión, mi pecho era mi parte mas débil y el tenía uno de ellos llenando su boca, succionando. mordiéndolo, mientras yo gemía como si estuviera recibiendo una descarga eléctrica de placer , se acerco al otro e hizo lo mismo, yo sentía una fuerte presión en mi vientre, tenía unas ganas desesperantes por sentir su mi****, así que tome el control de la situación poniéndome de rodillas a sus pies con mi pecho al aire y mientras el los masajeaba con sus manos, yo bajaba su hermoso pantalón y ante mis ojos apareció la obra de arte mas maravillosa, parecía tallado por los dioses, no pensé ni un segundo en ponerlo en mi boca, y como una buena aprendiz recordé lo que aquel hombre Joak me había enseñado , lo chupe, lo succione, hasta que el sentía que iba a explotar de placer, mi cabeza subía y bajaba frente a el, mientras sus ojos color miel me observaban, su deseo era notorio sus ganas de estar dentro de mi cada vez eran mas fuertes, pero el no quería terminar ahí, me subió sobre su escritorio y sin pensar dos veces bajo mis patines , abrió mis piernas y en un solo empujón su cara estaba sumergida en mi flor, y es que su lengua daba el mejor de los movimientos, lo hacia de manera circular, y luego la introducía, mi flor y yo sentíamos que íbamos a morir de placer, yo gemía , gritaba de placer, hasta que algo dentro de mi exploto, llegue al placer en su boca, y el tan satisfecho, se puso de pie frente a mi e hizo lo que hacia mucho tiempo habíamos deseado, me hizo enteramente suya, sus embestidas eran fuertes y rápidas, sus manos me tocaban mis pechos, mi cuerpo, cuando tenia oportunidad metía su lengua en mi boca, hasta que en un gemido grave pude saber que había llegado dentro de mi.
No puedo explicar esa sensación, Jhin me gustaba mucho, me encantaba sus ojos maravillosos, y ahora su forma de hacer el amor, para ser tan joven hacia las cosas de manera espectacular , nos vestimos en silencio , pero era un silencio cómodo de satisfacción, nuestras sonrisas se cruzaban y nuestras miradas eran coquetas, entendimos que habíamos comenzado algo, no sabíamos que, pero era el comienzo supongo yo de algún tipo de relación
Esa noche decidimos ir a cenar juntos no tocamos el tema de lo que había pasado en la oficina pero si hablamos mucho de los que nos habíamos extrañado durante este tiempo que no hablamos , de la química tan especial que había surgido entre nosotros dos, de su recuperación y de lo que había pasado la ultima vez, me ofreció disculpas y argumento que el no era así, que solamente se había dejado llevar por la situación con mi exesposo pero el sabia quien era yo (sonreía para mis adentros, para mi era como un sueño haber hecho el amor con el, es que me gustaba mucho ).
Nos separamos en el estacionamiento cada uno tomo rumbos diferentes, yo puse música a todo volumen, solo tarareaba una vieja balada que cada vez que la escuchaba me recordaba lo mucho que significaba Jhin para mi, la verdad estaba muy confundida, solo deseaba pasar tiempo con el, ser suya , que el fuera mío.

Llegue a casa Eithan me esperaba despierto, había olvidado por completo que le había prometido ver una película en su compañía, me sentí la peor madre de todas, pero asegure que al otro día se lo compensaría.
Me fui a la cama cansada de ese día, tenia el corazón revuelto pero estaba muy feliz, no recuerdo haberme sentido así antes, no recuerdo que ninguno de mis tres hombres anteriores me hubiera provocado tal sentimiento, es que la magia que provocaba Jhin en mí no tenía descripción, solo sé que lo necesitaba, necesitaba su compañía, sus dulces manos, su voz , su aliento.
Esa noche dormí como hace mucho no lo hacia, me desperté temprano y mae aliste para irme al trabajo, ahora tenia una motivación mas para ir, tome mas tiempo arreglándome y es que quería lucir espectacular, me sentía viva, me sentía bella, la noche anterior había tenido el encuentro pasional mas emocionante de mi vida, aunque no fue en el mejor lugar de todos, la oficina se prestó para que por fin nuestro amor se consumara...
Pero de que estoy hablando, cual amor , cual consumo? No, debía aterrizar , no podía estar pensando en amor, solo habíamos tenido un encuentro se****, que haya sido el mejor que de toda mi vida no implicaba que debía incluir algún tipo de sentimiento.
Eithan fue a su escuela y mi hija Susan a su universidad, me quedaba de camino, al dejarla vi a Chantal, ya estaba de novia con otro chico super estrella, lo queme hizo pensar que ella en ningún momento merecía haber sido parte de la vida de Jhin, el era especial y eso se notaba , como había podido desperdiciar esa oportunidad, de camino al trabajo deseaba volver tener unos cuantos años menos, bueno unos 15 años menos, y poder tener la relación de ensueño con mi chico, pero que va, si así hubiera sido. El destino no lo hubiera puesto en mi camino, soy de las que piensa que las cosas pasan por algo, suspiro, pero no siempre por algo bueno.
Llegue a mi oficina y mi hermoso príncipe estaba en su oficina, además de ser un guapo, era inteligente y eso lo demostraba cada día en el trabajo, su desempeño era impecable y todas las mujeres de la oficina estaban detrás de el, parecían buitres, les costaba creer que un hombre con el perfil de el estuviera soltero, hasta un día se llego a rumorar que Jhin era homose****, pero el solo quería reservarse para mi y me lo había demostrado la noche anterior
Sus ojos se encontraron con los míos, lo que hizo que mis mejillas cogieran un tono rojo, ni siquiera rosa, todo se me había subido a la cabeza, estaba avergonzada pero feliz.
-Lana buenos días, me dijo en un tono muy profesional, a lo que respondí , buenos días Jhin.
En mi oficina después de controlar la respiración recibí un mensaje en mi celular, estas hermosa mi Diosa, quisiera llenarte de besos por todo el cuello, ese color n**** te luce espectacular.
Quede en una sola pieza, me había llamado "mi Diosa", pero que era ese espectáculo, no respondí el mensaje, un par de horas después volví a recibir un mensaje suyo.
Quisieras almorzar conmigo, estoy deseoso de probar tus labios, respondí inmediato si, nos vemos en una hora en...
Al llegar al restaurante decidimos ordenar nuestros almuerzos, mientras nos servían Jhin me tomo de la cara y ante la mirada de muchos espectadores me beso apasionadamente, por un momento me quería resistir pero era demasiado tarde ya estaba con su lengua dentro de mi y yo simplemente disfrutaba, fuimos el centro de atención de dos mujeres mayores que se secreteaban entre ellas, nos miraban como si estuviéramos haciendo algo malo, pero después caímos en cuenta que lo hacían porque yo me veía mucho mayor que el, y a pesar de la modernidad en estos tiempos hay personas que no aceptan la diversidad en el amor.
Compartimos nuestro almuerzo, comíamos en silencio pero siempre cruzamos nuestras miradas con una sonrisa picara y coqueta, cada segundo a su lado era un placer .
Los días pasaron de la misma manera, aunque no habíamos vuelto a tener encuentros sexuales, sus besos seguían siendo cálidos y expectantes, siempre que posaba su boca en mi, algo abajo estaba listo para fluir, y es que cada día nos habíamos vuelto el centro del universo del otro, no nos importaban las miradas de los demás, nos habíamos acostumbrado a recibir miradas de todo tipo, en especial de otras mujeres que me miraban con envidia, porque quien no me iba a tener, si es que tenía a mi lado al hombre mas guapo del universo, a medida que el tiempo pasaba Jhin se hacia mas guapo, mas hombre.
Ya no aguantábamos mas las ganas de nuestro segundo encuentro, así que salimos de la oficina y nos fuimos a un hotel de la ciudad.
Un lugar sencillamente hermoso, nunca había ido a un sitio así, destinado para los amantes, todo era erótico tenía unas cortinas rojas en terciopelo, un jacuzzi gigante que invitaba a relajarse y por su puesto una cama que mas parecía un templo para hacer el amor, durante el recorrido en el ascensor nos besamos demasiado ,teníamos nuestra cara llena de nuestros besos , así que al entrar al cuarto ya teníamos mas de la mitad del trabajo hecho, Jhin me miraba y me decía que yo me había convertido en su Diosa, que amaba cada una de mis curvas y mis imperfecciones, y parecía que era cierto porque me besaba desde la punta del cabello hasta los dedos de los pies, chupaba mis dedos y a pesar de que me daba vergüenza en el fondo disfrutaba cada uno de sus besos, cada una de sus caricias, también hice lo mismo con el , beses hasta el último de sus espacios, disfrutando el sabor de su joven piel, y es que me causaba mucho placer lo deseaba demasiado, finalmente se acostó en la cama y me puse encima de el, lo que me dio la oportunidad de poner mis pechos sobre su boca , y como un experto en mi cuerpo hizo lo que ya sabia hacer, mientras que yo me mecía sobre el dándole el mayor de los placeres mientras me lo daba a mi también.
No tardamos mucho caer rendidos en el placer, así que después de eso teníamos una inmensa sonrisa en el rostro, decidimos ir al jacuzzi, pero sus veintipocos años hacían estragos en mi y por su puesto su energía no se hacia esperar, a los cinco minutos nuevamente estaba dentro de mi, y así estuvimos por cuatro horas, puedo contabilizar las muchas veces que lo hicimos, pero lo voy a atesorar siempre , jamás había vivido esa experiencia, así que mi felicidad era mas que obvia, su cuerpo se había convertido en mi mayor deseo.
Después de habernos entregado al amor cada uno tomo su camino, habíamos decidido tener nuestra relación en secreto , pues era importante saber que sobre sus hombros caía una responsabilidad especial y sus padres querían que el se casara para poder heredarle todo su imperio y por su puesto que yo no era ni siquiera una opción para el. También pensé en mis hijos, Susan no estaba preparada para saber que su madre tenía una relación con su amigo que por poco era de su misma edad , así que la clandestinidad era nuestro complemento perfecto.