Capítulo 23
1244palabras
2021-12-13 14:15
Siguiendo su mirada, resultaba claro que Mia Bo se sorprendió al ver a su ex novio con una mujer tan elegante. A pesar de que Megan Lan no llevaba puesta ninguna joya, Mia estaba consciente de que se veía mucho más elegante que ella, y esto le entristeció. Siempre había pensado que su apariencia era extraordinaria y, ahora que Jacobo solo había tardado un par de días en encontrar a una novia mejor que ella, le era imposible controlar sus celos.
Al pensar en esto, la chica dijo con una mirada desdeñosa: "Jacobo, ¿acaso no sabes qué tipo de ocasión es esta? Eres muy pobre, y no puedes pagar nada de esto. ¿Estás tratando de volverte rico encontrando una piedra preciosa?”.
Jacobo frunció el ceño. A pesar de que todos los presentes esa noche eran personas de un alto estatus, Mia no tenía ningún derecho a despreciarlo. Entonces, el chico decidió no reaccionar; después de todo, este lugar le pertenecía a su amigo, Carlos Lin y sería difícil darle explicaciones si algo llegaba a pasar.
Al ver que Jacobo no decía ni una palabra, la chica agregó: “¿Apenas terminamos hace unos días y ya tienes otra novia?”. Luego de esto, soltó un resoplido diciéndole a Megan: “¿Sabes que él es muy pobre? Siempre intenta fingir que tiene mucho dinero, pero no te dejes engañar”.
Luego de lo sucedido en el Great Dynasty el otro día, tanto ella como Noah creían firmemente que Jacobo había robado esa tarjeta dorada. Con esto, la expresión en el rostro de Megan cambió y, mirando a Jacobo con ojos inquisitivos, sin entender por qué esta chica frente a ella, la cual estaba vestida tan lujosamente, estaba tan enojada con él.
Entonces, Jacobo sonrió amargamente y susurró: "Ella es mi ex novia, quien me dejó hace unos días porque pensó que yo era pobre".
Megan comprendió de inmediato que Mia era una cazafortunas que al parecer no se había enterado de que Jacobo ahora tenía un estatus totalmente diferente.
Tomando la mano del chico, dijo: "En realidad, no me importa si él es pobre o no. Lo que estoy buscando es un buen hombre que me haga feliz, no su dinero. Siempre he creído que eso es mejor que un donjuán que solo juegue contigo".
"¿De qué estás hablando?", Noah Sun se enfureció. En realidad, sentía pena por ella por estar con un hombre tan pobre, y el hecho de verlos tomados de la mano le enojó más; no podía entender qué encanto poseía Jacobo para conseguir una nueva novia que fuera incluso más bonita que Mia. En un principio, había creído que esta última tenía una gran apariencia, pero no podía compararse con Megan.
Luego de pensar en esto, sacó una tarjeta de presentación y dijo con una sonrisa: "Hola, señorita. Mi nombre es Noah Sun y me gustaría conocerte".
La tarjeta estaba hecha de oro puro, pues el hombre quería hacerse notar. Siempre traía tarjetas cuando salía con chicas, ya que le funcionaba como técnica para ligar.
Sin embargo, esta acción molestó a Mia Bo, quien no pudo hacer nada al respecto ya que conocía muy bien la personalidad de su acompañante y sabía que no podía controlarlo.
Cuando estaba saliendo con Jacobo, él solía obedecer todo lo que ella decía; pero ahora con Noah, todo era diferente y a menudo tenía que quedarse callada sin poder dar órdenes. Dándose cuenta de esto, miró a Megan con celos y deseó poder romperle la cara.
Por su parte, Megan ignoró la brillante tarjeta de presentación en la mano de Noah y, tomando la mano de Jacobo dijo: “Mejor vamos al evento a echar un vistazo”.
El chico asintió y la siguió.
Noah Sun no esperaba que ella rechazara su tarjeta, por lo que su mano simplemente se quedó colgando en el aire. Si bien todos en el evento tenían mucho dinero, nadie haría su tarjeta de presentación con oro puro. En realidad, esa era una costumbre adoptada por los que acababan de volverse ricos y querían presumir de su riqueza.
Al sentir las miradas burlonas a su alrededor, el hombre se sintió furioso y rápidamente volvió a guardar la tarjeta.
Al otro lado de la habitación donde estaban exhibidos varios artículos, se había juntado una pequeña multitud alrededor de una enorme piedra y algunos comerciantes la señalaban murmurando.
La piedra en bruto se veía muy bien, con patrones muy claros que la hacían parecer casi cristalina. En general, la probabilidad de que apareciera una esmeralda en las piedras de este tipo era muy alta, por lo que su precio ascendía a los 8,880,000 yuanes. Sin duda, este objeto se había convertido en la estrella de la noche, acaparando todas las miradas.
"Parece que es muy probable que esa piedra tenga esmeralda".
"No está mal y se ve que su calidad es alta".
"Por supuesto. Escuché que la estaban guardando para el gran final de este evento. Su precio es de casi nueve millones de yuanes".
Entonces, el empleado que se encontraba de pie frente a la enorme piedra dijo: "Esta pieza será subastada, así que solo el mejor postor podrá llevársela”.
Tan pronto como terminó sus palabras, la multitud se animó: "Ofrezco 9 millones".
"¡Nueve millones noventa mil!”
“¡Diez millones!".
El precio de la piedra no dejaba de subir y Julian se encontraba entre la multitud de postores, entusiasmado por ganar el apreciado artículo.
Jacobo miró la piedra con atención y descubrió que sus patrones eran claros, además de que su apariencia era realmente buena. Desafortunadamente, el Chi que exudaba era muy poco, por lo que definitivamente no valía ni ocho millones de yuanes.
"Jacobo, debe haber una esmeralda en esa piedra", comentó Megan Lan.
Pero él negó con la cabeza mientras respondía: "No necesariamente".
Cuando el precio de la piedra en bruto alcanzó los 30 millones, las personas se fueron retirando y ahora solo quedaban Julian Zhou y Wyatt Dong compitiendo.
Ya que la familia de Julian Zhou estaba en el negocio de la joyería, él estaba dispuesto a pagar el precio que fuera con tal de quedarse con la piedra. Si esta realmente era buena, multiplicaría su inversión sin problemas.
Por otro lado, parecía que Wyatt Dong solo quería llevarle la contraria a Julian, pues no dejaba de subir el precio. Fue así como el artículo alcanzó los 50 millones de yuanes. Entonces, Julian llamó a su padre para pedirle permiso de seguir pujando. Al ver esto, Jacobo se acercó a su amigo y negó suavemente con la cabeza. Entendiendo lo que quería decir con esto, Julian se quedó pasmado; no podía creer que el chico encontrara algo malo en esa piedra.
En ese momento, Julian recordó el incidente con la porcelana azul y blanca, cuando los dos valuadores experimentados se equivocaron en su juicio y, como resultado, Jacobo terminó haciendo una fortuna. ¿Podría ser que tuviera razón y esa piedra no valiera absolutamente nada?
Confiando plenamente en su amigo, Julian decidió retirarse de la subasta, permitiendo que Wyatt Dong fuera el ganador. Con una mueca de desprecio, este último dijo triunfalmente: "¿Qué pasó? ¿No pudiste pagarlo?".
Julian Zhou respondió con sarcasmo: "Sí, fue eso, no puedo pagarlo. Espero que te hayas llevado una gran piedra, señor Dong”.
"Ja, ja, por supuesto que así será; solo espera y verás. Quizás considere donarte lo que me sobre cuando la termine de pulir. No puedo permitir que te vayas con las manos vacías después de haber llegado tan lejos”.